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Entrevista central, lunes 12 de setiembre: Óscar Bottinelli, Rosario Queirolo y Adolfo Garcé

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EC —Escuchemos la voz de Luis Eduardo González en una intervención en Telemundo, de Canal 12, después de las elecciones internas del año 2009, cuando presentó la primera encuesta posterior a aquel escalón del proceso electoral.

(Audio Luis Eduardo González)

Aldo Silva (AS) —Llegó el momento en Telemundo de conocer los datos que tiene Cifra, que tiene Luis Eduardo González. Luis Eduardo, ya sabemos quiénes son los que compiten, están todos los nombres, no cabe ninguna duda. ¿Está claro –te lo digo para que me digas que no– lo que va a pasar en octubre?

Luis Eduardo González (LEG) —No, recién estamos saliendo de las gateras.

AS —Vamos con los paraguas.

LEG —Permítame, la ceremonia de apertura del paraguas es importante: los números que vamos a decir ahora son la foto de hoy, faltan tres meses para las elecciones, no son un pronóstico de futuro, pero tenés una foto razonable de lo que está pasando hoy.

Mirando la foto, el Frente recibiría el 44 % de los votos de los uruguayos, el Partido Nacional el 36 %, el Partido Colorado el 10 %…

(Fin audio)

EC —“La ceremonia de apertura del paraguas” era una expresión que utilizaba Luis Eduardo González, en la que además aparece su sentido del humor, que lo tenía. Pese a ese rostro serio, severo, que era el que en principio uno veía, destilaba mucho de estos otros juegos en sus intervenciones.

AG —En primer lugar para reírse de sí mismo, un crac.

EC —Para reírse de su sordera, por ejemplo.

AG —Por supuesto, sí. Empezaba las clases en Ciencias Económicas haciendo de cuenta que nadie lo conocía. De esos 150, 200 estudiantes que teníamos en ese momento un porcentaje altísimo lo conocía, pero él empezaba diciendo: “Me llamo Luis Eduardo González, me dicen el Sordo, porque soy sordo como una tapia”. Y a veces, cuando estaba especialmente picante, agregaba: “Soy sordo pero no soy estúpido, si quieren hablar conmigo me mandan un papelito o le preguntan a este”, que era yo que estaba al lado. Una fiera.

EC —Decía ayer en Twitter Pablo da Silveira, filósofo y columnista de prensa: “Les dio credibilidad a las encuestas en este país”. Luis Eduardo González desarrolló un trabajo muy importante junto con César Aguiar, junto con Óscar Bottinelli. ¿Cómo fue aquel proceso, Óscar, casi simultáneo con el regreso a la democracia?

OB —El pionero en el desarrollo de encuestas científicas de opinión pública con divulgación fue César Aguiar, que se largó al agua en mayo del 84. Él ya venía haciendo investigaciones de mercado, trabajando en publicidad, había hecho algunos estudios de comportamiento electoral, y se largó a algo que era una aventura absolutamente desconocida. Ahí empezó a incorporar gente para que colaborara con él. Creo que Luis Eduardo ya estaba preparando la tesis en […] y César lo ayuda proveyéndole bases de datos, que eran muy primarias, de las primeras experiencias que se hacían. Tanto que en la elección del 84 las encuestas pasaron un poco inadvertidas. Empezaron a tener más picante a partir del 85, sobre todo por el manejo de la interna del Frente y algunas precandidaturas, y ya empezaron las barométricas. El panorama se abre en el 89, aparecemos nosotros el 16 de abril, en febrero del 93 sale públicamente Cifra, que había estado trabajando desde antes.

Ya con tres consultoras cubriendo tres canales de televisión, tres radios –estaba El Espectador con En Perspectiva, Sarandí y Nuevo Tiempo, que había surgido en aquel momento– hubo un impacto que fue un insumo nuevo, muy importante, y además con un dato que nos llevó a todos –yo creo que no fue una elección específica– a trabajar prácticamente con todos, por lo menos con todos los partidos y en general con muchos sectores. Entonces no apareció, como en el modelo argentino, “la consultora tal del kirchnerismo”, “la consultora tal de este”. Eso dio mucha credibilidad.

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