EC —Además el circuito de la Vuelta Ciclista recorrió varios puntos, varias localidades del departamento.
YO —Sí, pasó varias veces por Canelones. La cantidad de rutas y caminos que atraviesan el departamento sirvió para interconectar. Creo que fue en la segunda que vinieron de Minas, llegaron a Minas pero salieron desde Santa Rosa, o sea que se recorrieron unos kilómetros. Eso es parte de la condición de Canelones, que pasan por el departamento todas las rutas que salen de Montevideo, salvo la ruta 1. Ojo que también en el verano la llegada del 19 Capitales fue en Atlántida. Estamos hablando de 40 kilómetros del centro de Montevideo, en pleno verano. Creo que es parte de una prolongación del este-sur uruguayo, que no solo es metropolitano, sino un poco más que metropolitano.
EC —Entonces la iniciativa fue de la Federación Ciclista, no de la Intendencia. Pero ¿la Intendencia tuvo que pagar algo, tuvo que invertir para ese “privilegio”?
YO —La inversión fue en inspectores de tránsito, en acomodar el escenario adonde llegó. Es más bien infraestructura y personal, no es que hayamos esponsorizado. Sí pusimos gente que recorrió –ya lo hemos hecho en años anteriores–, gente de Tránsito nuestra que acompaña la Vuelta y ayuda en las tareas de organización. Pero eso viene de años de atrás. Esto no implicó nada nuevo, salvo un despliegue de cortes de calles. Pero no hubo esponsorización ni estímulo. Recuerdo que peleábamos en su momento por que alguna vez llegara a Canelones, y una etapa llegó a Santa Lucía, lo recuerdo como hinchas del A las Rojas que somos. Esa fue una movida que hicimos y salió bien, pero normalmente todas las intendencias del interior colaboran con alguna cosa de soporte, aunque por lo general esto viene ya bastante armadito.
EC —Podía pensarse que estuviéramos ante otra política de la IC. Porque ha habido casos, por ejemplo en la época del intendente Marcos Carámbula se promovió la franja de desarrollo industrial y logístico entre el aeropuerto y Pando, que con el correr de los años ha ido albergando a varias empresas privadas, la zona franca Parque de las Ciencias y más recientemente el Data Center de Antel.
YO —En un parque nuestro, sí.
EC —Pareció haber una política de competencia con Montevideo, de pujar por la instalación de emprendimientos que en principio parecía lógico ubicar en la capital.
YO —Tiene más que ver con un ordenamiento del territorio, que habla más de complemento, que de competencia. Evidentemente hay zonas en que algunos no saben bien dónde termina Montevideo y dónde empieza Canelones. Recuerdo que una vez fuimos a Argentina al Salón Inmobiliario de Tigre, nos reunimos con gente de logística que nos preguntaba y la gran duda de ellos era dónde terminaba Montevideo y dónde empezaba Canelones, porque siempre estaban entreverados. Por ejemplo, no tenían idea de que Zonamérica no quedaba en Canelones. Y hay gente que sigue pensando que el estadio de Peñarol está en Canelones. Cuando la inauguración hubo periodistas que decían “acá en Canelones”. Tuve que explicar “esto no es Canelones, es Montevideo”.
EC —Esa es de las zonas confusas.
YO —Claro, hay varias zonas confusas. Camino Carrasco tiene una relación de continuidad que es lógica la confusión. Incluso el ordenamiento del territorio. Cuando empiece a funcionar la Unidad Alimentaria de Montevideo (UAM), nos va a beneficiar a todos, porque es el corredor ruta 5, y a mí no se me ocurre en este momento impulsar o promover emprendimientos al sur de mi ruta 5 que compitan con lo que va a ser la UAM. Es insólito y aparte es absurdo. Es como si se planteara que el Cirque du Soleil se viene a Montevideo porque en la pulseada Montevideo-Canelones esta vez triunfa Montevideo. No es así, lo tuve que explicar.
EC —Justamente, en su momento llamó la atención que el Cirque du Soleil, en su primera presencia en Uruguay, eligiera el Parque Roosevelt, Canelones, y no otra locación en la capital del país. ¿Cómo fue aquello? ¿Ahí sí la IC jugó?
YO —Ahí jugamos, pero por una cuestión muy clara: el Parque Roosevelt es un parque metropolitano. Repito, no todo el mundo sabe bien dónde termina Montevideo y dónde empieza Canelones, y en esa zona de Carrasco, Barra de Carrasco, Parque Miramar, el propio aeropuerto tiene un cartel que dice “Bienvenido a Montevideo”. En aquel momento no había ningún espacio abierto amplio como para llevar las instalaciones del circo.
Ahora ahí hay otro proyecto en marcha y cuando vinieron los productores a hablar conmigo les dijimos que no podíamos sacar un proyecto que está caminando. Por suerte, lo bueno es que ocurra, lo bueno es que la Vuelta se siga haciendo y que salga cada vez mejor, lo bueno es que sigan viniendo espectáculos como los que están viniendo. Cuando esté el Antel Arena, muchas de las cosas que de repente están aterrizando en otros lugares van a ir ahí, y bienvenido sea el Antel Arena.
EC —Para que el Cirque du Soleil debutara en el Parque Roosevelt, ¿la IC puso dinero?
YO —Sí, claro, pusimos la infraestructura, esa explanada bastante grande. Con gusto, y además creo que fue un acierto, porque eso no se quedó ahí, aparecieron otros proyectos.
EC —En esa estructura, en esa gran plataforma de hormigón que se preparó para las presentaciones del Cirque du Soleil, quedó desde entonces Landia, un centro de espectáculos y exposiciones.
YO —Hubo un impasse ahí. Se presentaron dos iniciativas, una la presentó esta gente que está al frente de Landia, y hubo otra propuesta más, porque estaba picando ahí una explanada asfaltada de casi 2 hectáreas.
EC —Esa se suponía que era la ventaja de haber construido la plataforma, que tuviera un uso posterior.
YO —Exactamente. Se nos demoró un poco, pensé que iba a ser más rápido, pero está todo el tema de las licitaciones. Y ahí apareció Landia, que es un proyecto de dos años. Lo hicimos de dos años porque cuando el Cirque du Soleil apareció por primera vez se nos planteó que el circo no suele venir dos años seguidos, entonces era prudente pensar en dos años, y además habíamos recibido una iniciativa privada para un centro de convenciones y exposiciones de la marca Feria de Valencia. Pensamos que dos años estaba bien para que se llevaran adelante los desarrollos. Estuvo Peter Pan en Semana de Trismo, estuvo Dady Yanqui hace 15 días. En este país faltan lugares bajo techo para un target de 4.000, 5.000 personas. Aprovechando le dimos para adelante a un proyecto de este tipo, hoy con la modalidad carpa en el mundo se logran cosas increíbles, no podemos creer. En este, por ejemplo, entran 4.000, 5.000 personas cómodas.
EC —Por ahora la estructura que se está usando es eso, una gran carpa. ¿Es la misma que usó el Cirque du Soleil?
YO —No, es parecida. Es italiana, es más simple en su estructura pero más grande. Creo que la próxima vez que venga el Cirque du Soleil venga a Montevideo va a ser la misma que se usó en el espectáculo anterior.
EC —Eso fue lo que se autorizó, eso fue lo que a la IC le pareció adecuado en esta etapa, un centro de espectáculos, pero con carpa. ¿Por cuánto tiempo es?
YO —Dos años. Con una salvedad: de instalarse o adelantarse la instalación de un centro de convenciones con predio ferial –que todo indica que no falta mucho–, tenemos que hacer un llamado a licitación, porque recibimos una iniciativa privada de la marca Feria de Valencia.
EC —Eso fue hace tiempo.
YO —Sí, hace un año y algo. Después volvieron a presentar la iniciativa y hoy estamos a punto de largar la licitación, vamos a hacerlo esta semana. Suponemos que no hay muchos oferentes, pero capaz que se presenta alguno más, puede pasar. En caso de que se instale, el nuevo actor que aparezca –está estipulado en el contrato que tenemos con Landia– va a tener que hacer una explanada similar en algún otro punto cercano al Parque Roosevelt o en el Parque Roosevelt, para que termine de concretarse el proyecto Landia y quede también una explanada para este tipo de espectáculos. No sé si la propuesta del predio ferial y exposiciones podrá en algún momento albergar un centro de espectáculos. No es lo central en todo esto, más bien es exposiciones y sala de conferencias.
