EC —¿Cómo podemos definir al movimiento, teniendo en cuenta ese antecedente a propósito de cómo nace, eso de juntarse para tener cierto volumen que les permita circular en calles de China? ¿Son un grupo de presión, por ejemplo?
LB —Podría considerárselo así. Ante todo es una manifestación, lo que busca principalmente es generar simpatía, pese a que esta semana no es lo que más generamos. Ya la imagen de 100 bicicletas juntas te da ganas de estar ahí. También es una forma de mostrar fortaleza, decir “estamos acá, somos parte del tránsito, queremos integrarnos a él, queremos que nos consideren desde las autoridades hasta cualquier conductor que vaya en la calle”, que obviamente se nos respete y formar esa alianza o esa convivencia en base al respeto.
EC —Ustedes promocionan el uso de la bicicleta, defienden los derechos del ciclista en el tránsito, incorporan un componente de diversión también…
LB —Sí, sí, la bicicleteada es una fiesta.
EC —¿También promocionan las obligaciones que tiene un ciclista?
LB —Aspiramos a que todos tengan al menos elementos con que se puedan visibilizar: luces y chalecos.
EC —Te lo pregunto porque es claro que la circulación de bicicletas, sobre todo en las calles y avenidas, implica una serie de complicaciones, y en el caso de Uruguay estamos lejos de que las cosas se hayan organizado suficientemente bien.
LB —Sí.
EC —Pero también parece evidente que no es solamente una cuestión de reclamar, el ciclista también tiene que cumplir. Entonces, ¿ustedes incentivan el conocimiento de la normativa vigente, el cumplimiento de esa normativa?
LB —Sí, el tema es que no todos coincidimos con la normativa de tránsito.
EC —Pero mientras existe, es la que hay, mientras no se modifica, hay que cumplirla.
LB —Sí, en eso coincidimos. Pero puede haber distintas interpretaciones de la ley en base a lo que creemos que es justo o no. Por ejemplo, en la nueva Ley de Tránsito hay una multa de 2 UR por no llevar espejo o timbre en una bicicleta. Eso me parece ridículo, también por la cantidad de dinero de la multa por no llevar un timbre. Está también el tema de los frenos, obligatoriamente tenés que tener freno trasero y delantero, y yo por ejemplo ando en una bicicleta fixie… Quien no sepa qué es puede investigarlo un poco…
EC —Explicanos, yo no sé qué es esa bicicleta.
LB —Tiene un sistema de frenos con los pedales, no tiene los frenos habituales en el manubrio, sino que se frena con los pies parando el piñón. Eso no está contemplado en la ley. Entonces, partiendo de que la ley está hecha por personas que no circulan en bicicleta, claramente, nos parece que hay un montón de cosas que habría que modificar y muchas cosas que no son justas.
EC —Esa observación a propósito de los requisitos que impone la norma en cuanto a los frenos de las bicicletas que circulan por la calle es un buen planteo, allí hay un desperfecto, una incoherencia. Pero lo otro que señalabas a propósito de las multas previstas para quien no tenga espejo retrovisor o timbre ya es mucho más discutible. Se me ocurre pensar en la gente que discute los límites de velocidad en la rambla, que pueda llegar a multarse por no cumplir con 45 km/h en la curva del Parque Rodó. La norma está y mientras está hay que cumplirla.
LB —Sí, coincido. Sigo poniendo ejemplos sobre lo que considero incoherencias en la norma. Las bicis de competencia, las que son consideradas de competencia, no tienen que tener esos elementos de seguridad. Pero si me para un inspector, ¿va a saber la diferencia entre una bicicleta de competencia y una particular? Hay un montón de cosas que habría que pulir. Pero concuerdo, si la ley es lo que está escrito se tendría que contemplar. También hay derechos nuestros que son vulnerados todos los días. Sin ir más lejos, el hecho de que las bicisendas, que es por donde nosotros supuestamente obligatoriamente tenemos que circular, están todo el tiempo infestadas de autos y de personas que circulan por ahí. Es un tira y afloje todo el tema del tránsito.
EC —Me quedan dudas… Pero ¿qué son entonces estas bicicleteadas?, ¿cómo las definen?
LB —Como te decía, son una manifestación, una muestra de la cantidad de bicicletas que hay en Montevideo. El mensajes es muy claro: estamos acá, queremos que se nos contemple en un montón de cosas, en la distribución de los espacios públicos, por qué no a la normativa. Además de adquirir obligaciones, como hemos adquirido en estos años, también necesitamos derechos. Si en algún momento se nos va a multar por no tener un espejo, queremos que se multe también a los autos que estacionan en las ciclovías, por ejemplo. Nos gustaría que se implementara la ley de “metro y medio”, que es algo que en algunos países se aplica, que es que un conductor para sobrepasar a un ciclista tiene que guardar una distancia preventiva de 1,5 m para evitar, por ejemplo, que el ciclista se sorprenda y se caiga. Obviamente que va mucho para los ciclistas que están dando sus primeros pasos en la ciudad, te viene un ómnibus atrás y te sorprende, podés perder el equilibrio, podés agarrar un pozo. Esa distancia de 1,5 m es fundamental para nosotros.
EC —En definitiva ustedes están diciendo que la normativa que está vigente es papel mojado, que hoy por hoy es una gran confusión. Y de hecho la desafían, porque en las bicicleteadas es claro –basta ver las filmaciones que están subidas a YouTube– que algunos llevan casco, otros no, algunos llevan elementos reflectivos, otros no, etcétera, etcétera, etcétera.
LB —Sí. Te sigo dando ejemplos. El chaleco reflectivo no está en la normativa, están el timbre y el espejo, pero no está el chaleco, que para mí es el elemento principal que debería llevar un ciclista. El chaleco o cualquier elemento reflectivo, realmente es útil, es lo más útil en el tránsito. Y no está, no es obligatorio. Después cosas superbásicas, como que cuando un conductor va a sacar la libreta de conducir le hagan preguntas sobre cómo sobrepasar a una bicicleta, que la bicicleta esté contemplada en las preguntas de examen. Cosas que consideramos básicas, y vemos que no se nos está dando demasiada pelota en ese sentido.
EC —Disculpame que te la complique, pero ¿y el ciclista qué carné tiene?, ¿qué licencia de conductor tiene?
LB —Por ahora, ninguno.
EC —Flor de tema ese, porque se podrá criticar a las academias de manejo y al propio examen en el que se obtiene la licencia, pero es todo un trámite que está previsto para que el conductor de automóviles, camionetas, motos, camiones sepa conducirse en las calles. Al ciclista ¿qué entrenamiento de ese estilo se le requiere?
LB —Varios compañeros de Masa Crítica formaron el Taller Autogestionado Ciclismo Urbano (TACU), que hace justamente eso. A cualquier ciclista que quiera empezar a moverse en la ciudad y que tenga miedo o no sepa cómo arrancar se le dan todos los piques sobre cómo circular, las prevenciones que hay que tener, desde las señas para circular hasta la normativa.
EC —Eso es muy importante, ese es un bache enorme en esta materia.
LB —Sí, me parecería muy bueno que existiera una especie de libreta para el ciclista. Me gustaría que fuera gratis, porque la bicicleta es un medio para personas que no tienen cómo costearse otro vehículo, y de las grandes ventajas de la bicicleta es que es cero peso.
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