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Entrevista central, lunes 20 de febrero: Fernanda Nozar

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EC —Rosario, ¿qué características tienen las salas de nacer? ¿Cómo lucen?

RC —La gran sorpresa que me llevé es que no se trata solo de las salas de nacer. Hay todo un sector que se ha reformado dentro de la maternidad que luce como un hospital absolutamente nuevo. Los corredores blanquísimos, brillantes, y allí sí hay salas, están las cuatro salas de nacer, pero también está el block quirúrgico. Se trata de todo un sector que ha sido modificado y que abarca estas cuatro salas de nacer, y luego van a ser modificadas las que actualmente existen, con este mismo criterio de transformación total edilicia.

La sala de nacer es una habitación amplia, luminosa, impecable, con una cama que se transforma en distintas posiciones de acuerdo a lo que la mamá elija.

EC —En el sitio web de En Perspectiva pueden verse algunas de las fotos.

RC —Junto a la cama de la madre está la termocuna, apenas el bebé sale de la barriga confortable pasa a una termocuna donde se le hace todo el manejo inicial –antes te lo llevaban y no lo veías–, de manera que esa relación se produce inmediatamente. La sala además tiene baño privado, es decir que la madre puede estar acompañada por otra persona, y todo tiene un aspecto de confort y de privacidad que las anteriores, con ser mucho mejores que las que antes existían, no tenían.

EC —Doctora Nozar, ¿qué agregaría a la descripción de Rosario?

FN —Deberíamos agregar cómo es el funcionamiento y cómo estamos tratando de transitar en el proceso asistencial de seguimiento individualizado de la mujer en el proceso del trabajo de parto. También quisiera aportar a lo de Rosario –porque quizás resulte un poco frío visualizar el sector de la asistencia neonatal– que en la humanización de la asistencia también se promueve el contacto inmediato, piel a piel, del recién nacido con la madre. La tecnología que vemos dentro de las salas de nacer nos brinda seguridad ante eventos que requieran la asistencia inmediata del neonatólogo o el equipamiento necesario.

EC —Decía el director del Centro Hospitalario Pereira Rossell en el acto de presentación que estas salas “tienen una tecnología con la que no se cuenta prácticamente en ningún lugar en Uruguay”.

FN —Sí, destacamos sobre todo el equipamiento para la asistencia del recién nacido y en particular para el control de aquellos trabajos de parto denominados de alto riesgo. Gracias a la Fundación Caldeyro Barcia, hemos incorporado equipamiento que nos permite el control de la salud fetal con un sistema centralizado. No olvidemos que es la mayor maternidad, que existen muchos profesionales asistiendo a mujeres en este proceso y que simultáneamente transcurren muchos trabajos de parto. Con lo cual, brindar la seguridad del control en esos casos es importante. Para ese fin hay un sistema central de monitorización; en cada sala de nacer hay monitores que nos permiten controlar todos los signos vitales maternos, pero además los signos vitales del feto intraútero durante el trabajo de parto. El control centralizado nos permite visualizar el estado de salud de cada una de las madres en trabajo de parto desde donde están los profesionales que están asistiendo.

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