EC —¿Es una reacción a lo de Estados Unidos?
IL —Creo que es una reacción, pero por otro lado es establecer caminos concretos para el cumplimiento de las contribuciones. Si estos países –pensemos en Canadá, incluso algunos europeos como el Reino Unido– no hacen esa transición, difícilmente puedan lograr lo que han indicado para cumplir en el Acuerdo de París.
EC —Veamos la participación que tuvo la delegación uruguaya. La ministra Eneida de León reafirmó que “todos los países en desarrollo tienen derecho a acceder a todos los instrumentos de financiamiento destinados a combatir el cambio climático a través del Fondo Verde”, creado en 2009. ¿Por qué hizo ese alegato?
IL —Eso, que es un fragmento de su declaración oficial, que es el discurso de los ministros en la sección de Alto Nivel, tiene que ver con un elemento muy preocupante que sucedió hace más o menos un mes en la última sesión de la Junta del Fondo Verde. Allí uno de los países desarrollados vetó la aprobación de dos proyectos de financiamiento o de donación para la adaptación, uno en Paraguay y otro en Argentina. Detrás de esa decisión se veía alguna resistencia de algunos países desarrollados a dar donaciones a países de renta media alta, como es el caso de Uruguay.
EC —Ahí aparece el concepto de renta media alta complicando las cosas.
IL —Efectivamente.
EC —Por eso la ministra dice “todos los países en desarrollo tienen derecho a acceder a estos instrumentos”.
IL —Eso para Uruguay es muy preocupante, porque Uruguay en la Convención no tiene ninguna exclusión de financiamiento. Esa postura que plantea la ministra en esa frase fue la postura con la que, junto con Argentina, Brasil y otros países en desarrollo, especialmente de América Latina, nos embanderamos para una decisión relativa al Fondo Verde en la que la Conferencia de las Partes, o sea todos los países en conjunto, le piden a la Junta del Fondo Verde que vele por que todas las partes que son países en desarrollo tengan acceso a todos los instrumentos financieros disponibles en el Fondo Verde, de acuerdo a la Convención el instrumento. Este elemento que la ministra mencionó se recoge en esta decisión y ahora tenemos que hacerlo valer en la Junta, de la que Uruguay también es parte.
EC —Por un lado están esas situaciones, las que tienen que ver con países de renta media, pero por lo que veía hay un problema más general a propósito de en qué medida el dinero comprometido está disponible. La canciller de Ecuador, María Fernanda Espinosa, hablando en nombre del Grupo de los 77 y de China, dijo: “Ya han pasado ocho años desde la creación del Fondo. Se esperaban US$ 100.000 millones anuales, y eso no ha ocurrido. Lo que hay en la cesta son 6.000 millones”.
IL —Efectivamente, estamos muy muy lejos de los montos acordados. El Fondo Verde tiene en este momento una promesa previa a París de unos US$ 12.000 millones, de los cuales, como dice la canciller, únicamente una fracción entró a la cuenta del Fondo, y más o menos unos US$ 3.000 millones han sido aprobados en proyectos, de los cuales solo unos US$ 200 ya han llegado a terreno hasta ahora. Entonces, efectivamente, después de ocho años vemos que esto debe acelerarse y ahora estamos empezando lo que sería el primer período de actualización del financiamiento, en el que esperamos que las contribuciones y las promesas se acerquen a lo indicado.
Ahí se dio una situación muy interesante en la Conferencia, en el discurso inaugural de Merkel y de Macron. En especial Macron expresó que “ante la ausencia de algunos países –principalmente hablando de Estados Unidos–, de sus contribuciones, Europa tiene que hacer frente a eso y generar un nuevo liderazgo”. Esperemos que eso se cumpla.
EC —Claro, pero el escepticismo gana, esto va a los tropezones, va lento.
IL —Va lento, el tema del financiamiento fue el tema más ríspido de esta cumbre. No obstante, para el caso de Uruguay vimos como un éxito que se recogiera esta idea en la decisión, y lo haremos valer en la Junta.
Otra decisión transicional fue que en el marco del Protocolo de Kioto se aceptó que el Fondo de Adaptación, que era un pequeño fondo creado en el Protocolo, que se sirve del impuesto a transacciones del mercado de carbono, destinado totalmente a la adaptación, también sirva al Acuerdo de París.
