EC —La inversión total es de US$ 76 millones.
AT —Son US$ 73,8 millones, ese fue el dato que manejamos el otro día.
EC —Esa suma se reparte entre los dos tramos.
AT —Aproximadamente son unos US$ 30 millones en el tramo sur, hasta Brasil…
EC —El que va de Santos a Punta del Este.
AT —… y la otra parte es el tramo norte. Esa es la parte de Antel de un proyecto mucho mayor, el proyecto en total supera los US$ 350 millones entre todas las empresas.
EC —El cable tiene una vida útil de 25 años.
AT —Exactamente, son cables con esa vida útil. De hecho hay cables que ya tienen esa vida y se han reciclado. Se pueden reciclar, según la evolución tecnológica.
EC —¿Cómo se amortiza esta inversión?
AT —La amortización principal es en base al ahorro de las compras de capacidad que tendría que hacer Antel para seguir creciendo en la conexión a internet. Esa es la proyección que tenemos, la principal forma de amortización es lo que vamos a dejar de invertir en comprar capacidad para crecer en internet.
EC —En el año 2014, la ingeniera Cosse decía que el cable implicaba un ahorro en contratación de proveedores de US$ 195 millones a lo largo de su vida útil.
AT —Sí, esa fue la proyección que hicimos. Seguramente hasta nos quedemos cortos, porque el crecimiento de internet nos sorprende año a año. Esa es la clave, el ahorrar, la capacidad y el no depender de otros proveedores para tener capacidad disponible a un precio lo más conveniente posible.
EC —Son US$ 73,8 millones. La inversión se realizó con fondos propios de Antel…
AT —Exactamente. Ya la veníamos haciendo cuando comenzó el proyecto y este año continuamos pagando. Creo que va a quedar algo para comienzos del año próximo y ya luego va a quedar completamente pagada esa inversión.
EC —Antel no se endeuda para llevar a cabo esta inversión.
AT —No, no hay ningún endeudamiento.
EC —Lo que pasó el viernes fue que terminó el tendido del cable.
AT —Exactamente, terminó el tendido del cable, el último tramo.
EC —El barco que venía de Santos culminó su recorrido llegando a la costa de Uruguay.
AT —Exacto. El barco hizo el último tramo en la playa, que es la conexión a la playa. Esa conexión a la playa a su vez ya estaba canalizada desde la playa hasta la central Maldonado, por abajo de las calles de Maldonado. Ahí se hace el último empalme en la arena, hay una cámara, y de esa manera queda conectado el cable de fibra óptica hasta Santos. Luego hay que hacer pruebas y después se hace la parte del equipamiento. Pero este hito fue el último tramo de instalación del cable.
EC —Por eso yo decía que la ceremonia del viernes había sido el penúltimo capítulo de esta historia. El último ocurrirá cuando este cable entre en servicio realmente. ¿Cuál es la fecha que están manejando?
AT —Prevemos que con las pruebas del propio cable, la instalación y las pruebas del equipamiento, sobre fin de año seguramente ya van a estar empezando a transitar los primeros bits de luz a través del cable.
EC —¿Y qué pasará a partir de ese momento? Usted explicaba las ventajas que implicará esta conexión propia al mundo a través de internet, mencionaba varios factores: soberanía, seguridad, precios y velocidad.
AT —Sí, la capacidad disponible, que está asociada a la velocidad en internet, el ancho de banda; vamos a tener la capacidad necesaria para ir dando satisfacción a la demanda de Uruguay al precio de la inversión ya realizada.
EC —Ustedes han manejado que vamos a tener una capacidad 100 veces superior a la actual.
AT —Claro, este cable permite 16 terabits por segundo, 16.000 gigabits por segundo.
EC —¿Qué significa eso?
AT —Hoy todos sabemos cuál es la conexión en nuestros hogares, tenemos 60 megabits por segundo, por ejemplo. Un terabit por segundo es 1 millón de megabits por segundo. Y estos cables tienen 16 terabits por segundo por par de fibras ópticas. La tecnología óptica y la fibra óptica permiten cambiar el equipamiento de los extremos para seguir creciendo en capacidad. Si hoy tenemos 16 de repente dentro de dos años podemos tener 25 y dentro de 10 años tal vez sean 100. No tiene limitaciones; hay una limitación física, pero está muy por encima de lo que hoy visualizamos.
EC —¿Qué posibilidades se abren, entonces, a partir de que el cable esté operativo?
AT —Hoy Antel tiene capacidad de conexión a internet sin limitantes, por eso tenemos tan buenos indicadores de acceso a internet, tanto local como internacional, no hay limitantes. Pero a medida en que crece el tráfico uno o compra más capacidad o utiliza capacidad propia como la que vamos a tener. Esto nos va a permitir crecer en el correr de los años y brindar las velocidades que internet requiera de las aplicaciones. Por ejemplo, vamos a poder poner todas las velocidades y capacidades de internet que se requieran para las nuevas aplicaciones que surjan gracias a que vamos a tener este gran caño de conexión a internet mundial. Hoy comentamos algo de los autos autónomos, por ejemplo.
EC —Si efectivamente se llega a desarrollar en Uruguay un sistema de vehículos autónomos, cuya base es internet, la conexión a internet, eso será viable. Es un ejemplo de que será viable sin inconvenientes.
AT —También hay que tener en cuenta que este es un sistema, en Uruguay tenemos la red de fibra óptica al hogar, tenemos una red inalámbrica de cuarta generación de alta capacidad. Se requiere todo, se requiere la red local, pero podemos tener una gran red local que si no teníamos el caño… es como el símil con el agua, uno puede tener muchas conexiones de agua en todos los hogares, pero si no tiene la famosa quinta línea de bombeo, que viene del Santa Lucía… Esta quinta línea de bombeo es el cable submarino a Estados Unidos, es el gran caño que suministra esa capacidad a todo el Uruguay.
EC —Para el consumidor uruguayo, ¿qué implicará esta nueva etapa en el corto plazo, en lo inmediato? ¿Mejoras en cuanto a la velocidad, por ejemplo? ¿O no se va a notar en el plano de la velocidad?
AT —En el corto plazo no se va a notar, porque ya estamos en una buena situación.
