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Entrevista central, lunes 21 de agosto: Andrés Tolosa

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EC —¿Puede ser más barata la tarifa? Es la pregunta que aparece enseguida.

AT —Lo que he estado comentando es que la tarifa hoy de Antel de conexión a internet está en un comparativo internacional entre las más convenientes. Este cable nos va a permitir mantenerla dentro de esos niveles muy convenientes en precios internacionales. Esa es la clave. No es un proyecto de corto plazo, sino un proyecto de mediano y largo plazo. Lo estamos haciendo hoy, porque si no dentro de unos años estaremos lamentando no haberlo hecho.

EC —¿Y este acceso al mundo a través del cable submarino es solo para quienes son clientes de Antel o es para todos los usuarios de internet en Uruguay?

AT —Vamos a tener capacidad para vender a cualquier otra empresa del Uruguay, tanto si fuera cliente de Antel como si fuera otra empresa operadora en el Uruguay que nos comprara capacidad. También vamos a tener capacidad para vender en otros países. Además de la capacidad propia y del consumo propio de Antel y de Uruguay, en nuestro plan de negocios está vender capacidad a empresas en Argentina, en Brasil, o a través de esos países a Chile, a Paraguay, a Bolivia.

EC —Algo que hasta ahora Antel no ha hecho.

AT —Hasta ahora no.

EC —No podía hacerlo porque no tenía su propia conexión.

AT —Exactamente. Pasamos a ser proveedores internacionales de capacidad.

EC —¿Y eso puede ser un buen negocio? ¿Tienen estimaciones de cuánto puede terminar facturando Antel por esa vía? ¿Ya hay contratos, por lo menos en exploración?

AT —Sí, ya tenemos distintos acercamientos con empresas. Una vez que el cable esté funcionando vamos a poder empezar a concretar los contratos de venta de capacidad. El cable se sustenta, se financia y se amortiza con la estimación de crecimiento de nuestra propia capacidad. Los ingresos que sean a través de ventas como proveedor internacional van a ser adicionales y van a significar una parte importante pero no la parte principal de los ingresos. Las proyecciones que tenemos es que tal vez sean entre un 5 y un 10 % del total de los ingresos o de los ahorros, ingresos considerados como ahorros, del proyecto.

EC —¿No hay limitaciones para esos negocios dentro del Mercosur? ¿No hay que pasar por permisos o autorizaciones de los otros países, etcétera?

AT —Hemos instalado empresas tanto en Brasil, que ya está funcionando, como en Argentina, donde está todavía en los últimos trámites, para poder vender capacidad en esos países.

EC —Eso es nuevo, tenemos oficinas de Antel en los dos países vecinos.

AT —Sí, son empresas, consorcios, porque a veces, según las condiciones legales en cada país, hay que hacer consorcios con empresas locales para poder vender capacidad. Es nuevo, sí.

EC —Se ha hablado también de que la llegada de este cable submarino, con la conexión directa Uruguay-Boca Ratón en Miami, Estados Unidos, permitirá nuevos negocios para las industrias de las TIC acá. ¿En qué están pensando en ese sentido?

AT —Una de las claves es que el cable submarino forma parte de un ecosistema, dentro del cual está el Data Center José Luis Massera de Pando. El Data Center de Pando, que también está pensado para un mercado regional e internacional más amplio, junto con el cable submarino, puede permitirnos negocios, y ahí están los negocios de las TIC internacionales, puede permitir negocios a Antel y a las empresas de Uruguay en el exterior.

EC —¿Ejemplos?

AT —Por ejemplo, poner aplicaciones para uso regional e internacional en el Data Center de Uruguay, con gran capacidad de conexión a todo el mundo, y vender el uso de esa aplicación a todo el mundo. Una empresa en Uruguay, por ejemplo –porque ya nos han mencionado empresas de la CUTI acá en Uruguay–, va a poder vender una aplicación en San Pablo, utilizando la gran conexión de cable submarino y la gran capacidad del Data Center nuestro en Pando.

EC —Ahí tenemos un ejemplo que sería llevado a cabo por una empresa uruguaya que aprovecharía esta nueva conectividad de Uruguay con el mundo, en este caso con la región más cercana.

AT —Exactamente.

EC —Pero también se ha hablado de la posibilidad de instalación de grandes compañías. Veía declaraciones que hizo el viernes Jayne Stowell, de Google, que vino al acto en Punta del Este. Ella decía: “Cuando el cable submarino llega a un país, lo siguen muchas compañías con grandes oficinas o fábricas manufactureras. Típicamente, el PBI del país aumenta 2 o 3 % en los años siguientes a la llegada del cable submarino”. De esto no sé si habíamos tenido estimaciones, un número como ese.

AT —Ellos tienen muy buena información, bastante más que nosotros, y es una muy buena noticia. Sí son conocidos informes internacionales que dicen que un crecimiento de 10 % en las telecomunicaciones produce un impacto de 1 % de crecimiento en el PBI. Hay experiencia internacional. Esto es información que mencionó la ejecutiva de Google y también es un muy buen dato. Esta ingeniera que estuvo acá es una de las principales responsables de los proyectos de cable submarino, no solamente en este cable, sino en varios otros proyectos en el mundo. Ha venido a Uruguay varias veces, nos mencionó “vengo de inaugurar un proyecto en Japón” o en Tailandia o en Europa, trabaja en los principales proyectos de cable submarino que ha tenido Google en todo el mundo. Entonces esa información de que dispone y que puso públicamente en esas declaraciones es muy importante.

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