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Entrevista central, lunes 23 de enero: Gonzalo Casaravilla

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EC —Vayamos a este factor en particular y cómo es que aparece UTE, según lo que señala el senador Amorín, impidiendo que se concrete un negocio entre una empresa privada y Fanapel.

GC —Eso es falso. Primero es falso que UTE esté tratando de impedir que se haga otro negocio. Y también se hace referencia a que ADME es la que ha impedido que se desarrolle determinado negocio de un agente privado que está intentando venderle energía a Fanapel. Eso es falso.

EC —El senador Amorín señalaba que había un acuerdo entre la firma Ventus, que genera electricidad a partir del viento, y Fanapel para venderle energía 30 % más barata que UTE, pero hace siete meses que ese acuerdo esta trancado en ADME.

GC —La autoridad máxima de ADME es la ingeniera Otegui, que es directora nacional de Energía, pero integro el directorio de ADME y no tengo conocimiento de que haya un contrato entre Fanapel y este agente privado. Sí puedo hacer referencia a que ha habido intentos de que la energía eólica sea considerada habilitada a firmar contratos de suministro; eso sí ha pasado por el directorio de ADME y probablemente esté en la esencia del planteo que se está haciendo. Es claro que hay agentes privados que en este momento están tratando de comercializar excedentes que están al spot, puede ser que eso sea el motor de todo este lobby o todo este movimiento que se está poniendo atrás de esto. Porque no puedo encontrar otra justificación que no sea un interés no tanto de Fanapel, sino de alguien que quiere comercializar un producto que hoy no está siendo valorizado en el mercado porque el mercado ya tiene ese producto, que es la energía. En ese contexto se debe de estar desarrollando todo este movimiento.

EC —Algo de eso señalaba el senador Amorín cuando decía que esta posibilidad –la de que generadores privados vendan a una industria– existe según el marco legal y sin embargo no se la está permitiendo.

GC —Es falso que no se la esté permitiendo. Hace muchos años que existe el marco regulatorio y los privados pueden venderse energía entre privados, simplemente no lo han hecho porque UTE ha sido más eficiente. Eso está habilitado, lo pueden hacer. Van, se inscriben, inscriben un contrato, un contrato que tenga potencia firme. Por supuesto que para poder vender en el mercado uno tiene que tener una potencia firme, tiene que poder garantizar el servicio, no vale estar proveyéndose de un contrato y después cuando falla ese contrato ir a pedirle a mamá UTE que le solucione el problema. En ese sentido el mercado está habilitado y eso funcionaría para cualquiera que lo quiera plantear. Hace años que está habilitado y nadie lo ha hecho. Y no lo han hecho porque no han tenido alternativas o porque no les cierra el negocio o porque UTE es más eficiente. No sé, pero no es ADME quien lo impide.

EC —Por lo que acaba de señalar, las empresas generadoras de electricidad a partir del viento no podrían participar de ese esquema de negocios porque no pueden asegurar un suministro firme.

GC —Si solo tienen viento, claramente no. ¿Cómo puede garantizar alguien un contrato vendiendo energía en base a viento? Hay que garantizar un suministro, uno tiene que poder garantizar que todas las horas del día va a suministrar esa energía. Eso está en el marco regulatorio, no lo inventé yo ni mucho menos. Para poder firmar un contrato de suministro de energía se tienen que dar ciertas condiciones; una de las tantas es tener energía firme, o sea, poder despachar el suministro en determinado porcentaje de lo que uno contrata o le está vendiendo a otro, porque si no sería un cambalache. El mercado tiene que garantizar el abastecimiento de sus clientes.

EC —Para poder ingresar en esta modalidad, una empresa generadora de energía eólica, por ejemplo, debería presentarse en asociación con una empresa que genera electricidad en base a biomasa, por citar una posibilidad, de modo que cuando no sea una la que da electricidad, la dé la otra.

GC —Claro, y tiene que tener una planta de despacho, o sea que sea posible despacharla, que tenga una capacidad de suministrar esa demanda. El marco regulatorio es inteligente, no le pide que sea el 100 %, hay alguna forma de conseguir en el mercado lo que falte.

Es un tema bastante complicado, por eso es bueno tener discusiones públicas sobre esto. Pero créame que es un tema bastante discutido, complicado. Incluso son discusiones que tenemos en el propio seno del directorio de UTE, porque de a poco vamos aprendiendo, incluso ahora cuando aparecen agentes que se despiertan y dicen “ahora quiero”, pero no pueden porque no tienen el recurso. Son discusiones que se van a ir armando. Hay que ir desbrozando el camino, hay muchas cosas, nadie entiende muy bien cómo es el mercado spot. Uno escucha números que comparan cosas que son incomparables, es muy difícil explicar que comparar un contrato de energía eólica con lo que vende UTE está mal, pero es así y habrá que explicarlo tantas veces como sea necesario.

EC —Usted alude a los números que manejó el senador Amorín. Él señaló que hoy UTE paga US$ 69 el megavatio/hora a los propietarios de aerogeneradores y el resto es administrado por ADME, que vende el megavatio a US$ 16 a la empresa estatal. Amorín sostiene que UTE compra la energía a US$ 16 y vende a las familias al precio de US$ 267, mientras que a la industria le vende a US$ 124. Todo esto salta porque hay una industria que está en problemas, que se llama Fanapel, y tiene costos muy altos de electricidad, según Amorín.

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