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Entrevista central, lunes 23 de enero: Gonzalo Casaravilla

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GC —Todos esos números en sí mismos y separados algo de verdad tienen. El contrato de eólica efectivamente está en el entorno de los US$ 69, en algunos momentos el mercado spot –el mercado ocasional de energía– ha pagado en promedio algunos meses US$ 16, otros meses US$ 25, y si vamos cuatro años para atrás, pagó en algunos momentos US$ 250. Eso también es verdad. Y respecto a si la energía sale US$ 124, habría que ver a qué pliego tarifario está haciendo referencia, porque en el gran consumidor tenemos valores menores que eso. Hay una energía que es triple horario –ya ni doble horario–, y que en el valle, en el pico y en el llano tiene diferentes valores, pero claramente andamos más bajos que eso, por tanto no sé bien cuál a qué número hace referencia, habría que verlo respecto al pliego tarifario correspondiente.

Me faltó comentar el número de la tarifa residencial, que sí es un número mayor, depende del nivel de tensión. No es lo mismo entregar energía en 220 voltios que en 150 kilovoltios, eso es lo que resulta del pliego tarifario. Por eso, no es posible comparar la energía eólica, que es un contrato de una energía variable, que a veces está, a veces no está, con un contrato de energía firme.

Un contrato de suministro de energía no solamente tiene que tener atrás un respaldo térmico o un respaldo hidráulico, un respaldo, sino que además tiene que tener los costos de trasmisión, de distribución, de comercialización de una empresa en funcionamiento que tiene otro montón de costos. También hay que agregar los impuestos, el IVA, el IRAE. Y la versión de resultados de la empresa. En definitiva, un montón de números que son públicos, si hay algo que es público son los números de UTE. Tenemos los balances auditados publicados, toda la información, con ocho lugares después la coma, pasa por los directores y la oposición está integrada en el directorio de UTE. Por tanto los números de UTE son conocidos y archiconocidos. Cualquiera de los directores puede aclarar todas estas cosas porque tiene toda la información.

EC —Preguntaba recién Amorín cómo es que entonces UTE aparece y le ofrece a Fanapel ese 30 % de descuento en la tarifa, casualmente el mismo orden de descuento que parece que le había ofrecido Ventus.

GC —Primero, no es UTE que le está ofreciendo a Fanapel. En conversaciones con el MIEM, que es el que está llevando adelante esto, hemos analizado alguna forma de ayudar a esta empresa de modo coyuntural y puntual. Así como el Estado busca soluciones con el seguro de desempleo, con reducción transitoria de impuestos, en el tema de la energía también. Acá hay roles bien separados, no es UTE que puede decidir a quién le puede o no le puede dar determinados beneficios, es el Estado, en este caso el MIEM. En el marco de sus competencias, el MIEM, haciendo uso de ciertas prerrogativas, de ciertos fondos, está analizando habilitar este beneficio, como se hizo con los tamberos, como se hizo con los comercios de frontera el año pasado. Todo eso fue iniciativa del MIEM, en ese contexto el MIEM nos consultó, estuvimos analizando, y está analizando con Fanapel diferentes alternativas.

Una de las tantas debe de haber sido esa a la que se hace referencia. En este momento se están hablando otras cosas que está llevando el MIEM. UTE suministra la información, todos los directores de UTE están enterados exactamente de qué es lo que estamos llevando adelante. No le puedo decir qué pasó el viernes de tarde porque todavía no tengo la información, pero sé que todos los días se están dando conversaciones. Pero no es UTE que tiene o puede ofrecerle a quien se le ocurra cualquier tipo de tarifa ni mucho menos. Además esto no es algo permanente, por lo menos hasta donde estoy informado, estamos hablando de algo transitorio para salvar la situación de momento buscando una solución. Porque claramente la solución de Fanapel no es el tema energético, son otros temas mucho más complejos.

EC —El senador Amorín también cuestionaba por qué una medida como esta no se aplica, no se les otorga a otras industrias que también enfrentan problemas de competitividad o a sectores como el de los productores de leche, que dependen en buena medida del suministro de energía eléctrica y también han pasado por serias dificultades últimamente.

GC —Diferentes sectores han recibido en diferentes momentos, en función de las necesidades y de la coyuntura, soluciones, energéticas y de otro tipo. No se puede dar a todo el mundo, ojalá pudiéramos hacerlo, ni que hablar, yo sería el primero en anunciar a todos los vientos una baja de las tarifas energéticas de un 30 %, un 40 % o cualquier número. Estamos suministrando energía al mínimo costo en el marco constitucional legal que tenemos, en eso nos movemos día a día. Por tanto no podríamos generalizar una cosa de ese estilo; es obvio, si no, lo estaríamos haciendo. De vuelta, una cosa es algo permanente y otra cosa es algo transitorio. En este caso estamos hablando de algo transitorio. Y de vuelta, ya lo hemos hecho en muchas industrias, muchas veces, en particular con los tamberos, les hemos ofrecido quitas, en el marco de algo promovido por el MIEM el año pasado, y muchas veces hemos orecido soluciones de financiamiento, usando la espalda financiera que pueda tener UTE en determinado sector.

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