EnPerspectiva.uy

Entrevista central, lunes 3 de abril: Rodrigo Morosoli

Facebook Twitter Whatsapp Telegram

EC —Entre esas cuentas usted ha señalado que también se encontraban las de otras empresas a las que Francisco Sanabria estaba vinculado.

RM —Es correcto. La familia Sanabria tenía un considerable número de empresas que no han sido totalmente relevadas a la fecha. Yo cito algunas a modo de ejemplo, pero prefiero reservarme los nombres para no entorpecer la posición de la Fiscalía en la investigación que continúa aquí y continuará después en Montevideo en Crimen Organizado con otras investigaciones. Pero poseía un número de empresas que tenían cuenta abierta allí y a través de esas cuentas se gestionaba el pago de los gastos de funcionamiento, los sueldos y toda la operativa en general de cada una de estas empresas pertenecientes a Sanabria.

EC —Lo que usted venía contando de algún modo ya había trascendido. Pero el dictamen que redactó incluye algunas novedades. Por ejemplo, que Francisco Sanabria “empleaba el Cambio Nelson como un medio para captar capital a través de los depósitos de su clientela que posteriormente era desviado hacia las cuentas de sus sociedades comerciales. Estos dineros de los clientes se empleaban para pagar los gastos corrientes y la operativa de esas otras empresas de Sanabria, no siendo posteriormente reembolsados a la cuenta de Cambio Nelson”. ¿Eso es lo que termina configurando la apropiación indebida?

RM —Exactamente. Por eso en el dictamen señalo que claramente Francisco Sanabria invirtió el título de los dineros que le fueron confiados para gastar en su provecho o en el provecho de terceras personas. Esa es la configuración de la apropiación indebida: yo le doy a una persona un bien determinado para que lo guarde, para que lo emplee con determinado fin, y esa persona, lejos de hacer lo que yo le pido con ese bien, lo usa en su provecho. Eso es apropiación indebida, básicamente.

EC —O sea que las empresas o una parte importante de la operativa de esas otras empresas de Francisco Sanabria se cumplía, podía llevarse adelante, por el dinero que habían puesto en cuentas corrientes sui generis clientes del cambio.

RM —Exacto. Dinero que nunca era reembolsado a las “arcas” del cambio. Ese dinero nunca volvió, de hecho no ha vuelto y por eso es que se han ido presentando una serie de denuncias, que ya rondan la treintena y me imagino que ahora se incrementarán.

EC —Después está el capítulo libramiento de cheques sin fondo. Usted es muy contundente en cuanto a que Sanabria era consciente de que los cheques que estaba librando en el momento en que fueran a cobrarse no iban a tener el respaldo correspondiente.

RM —Es cierto. De la propia declaración de Francisco Sanabria, así como de los otros indagados, de los testigos, de extrabajadores del cambio, de damnificados, de los informes del BCU y de algún otro medio de prueba, surge que las dificultades ya se venían dando desde el año 2016. Concretamente, el mayor acreedor, que era Nummi SA (RedPagos), comenzó a tener problemas por lo menos en setiembre del año 2016, lo que provocó cortes continuos del servicio de RedPagos en los locales del cambio y se fue generando una deuda cada vez más abultada en virtud de esta operativa de movimiento ilegítimo de dineros. Por eso ya a partir de setiembre de 2016 se puede decir que Francisco tenía conciencia de que estaba con problemas económicos, problemas de liquidez, que no los podía cubrir y sin embargo continuaba librando cheques sin ningún tipo de prurito. Y cuando fueron presentados por los acreedores, fueron rebotados en el banco por falta de fondos y ahí se hicieron las correspondientes denuncias penales.

EC —Por otro lado, usted se detiene en la remisión al BCU de información engañosa sobre cuáles eran las actividades del Cambio Nelson.

RM —Sí, me tomé el atrevimiento de citar textualmente algunos pasajes de la pericia preliminar. Porque es preliminar, desde el 23 de febrero hasta la fecha han pasado aproximadamente 40 días y fue una instrucción bastante larga y rápida. Entonces el informe del banco es preliminar. Pero el informe del banco que cito ahí es bastante contundente en ese sentido, y me encargo de señalar –de acuerdo siempre al criterio de la Fiscalía– que esas operaciones eran distraídas de los controles estatales merced a la forma de presentación de los datos contables por el contador externo. En eso el BCU es muy claro, habla de ocultamiento de información, información que de no permanecer oculta habría permitido efectuar advertencias o controles tempranos.

EC —Usted cita varios párrafos. Otro dice: “El contador responsable de realizar el informe de compilación, es decir la presentación de los estados contables de la empresa en función de las normas contables vigentes en la materia, dijo desconocer la operativa de la empresa, a pesar de tener acceso al módulo contable del sistema informático utilizado por la empresa. En definitiva, los estados contables presentados al BCU no permitieron tener conocimiento de información relevante por parte del supervisor a través de una exposición notoriamente distorsionada de la operativa real con relación a las normas contables vigentes”.

RM —Eso lo dice el BCU, que es el órgano estatal que tiene la superintendencia de todo el sistema bancario y financiero, no lo dice cualquiera. Y yo me tomo el trabajo de señalar también en el dictamen que alguna eventual omisión en cuanto a los cumplimientos de las inspecciones o lo que fuere por parte del banco no enerva la ilicitud de la conducta. Es decir, no por no ser investigado, por no ser auditado por el Estado deja de cometerse el delito por los particulares.

EC —Por último, en su dictamen aparece la falsificación documentaria: “Queda semiplenamente demostrado que los casi 100 empleados del Cambio Nelson percibían retribuciones salariales no reflejadas adecuadamente en los recibos de sueldo, cuya confección estaba bajo la responsabilidad de la contadora Beatriz Silva”. Beatriz Silva era una contadora externa.

RM —Correcto. Ahí toca darles las gracias a ustedes, porque nos brindaron un testigo de lujo, que no había comparecido aún ante Interpol y la sede judicial, que fue el entrevistado el 14 de marzo por ustedes en su programa, el exfuncionario del Cambio Nelson, que brindó amplio detalle y después de él se sumaron otros tantos. De la plantilla de casi 100 personas que se desempeñaban en Canvirey y las sucursales del interior y Montevideo hasta ahora hay 15 denuncias formales ante el Banco de Previsión Social (BPS) por esa situación.

EC —Qué interesante. O sea que aquella entrevista abrió un camino en ese sentido. Después de ese testimonio esa persona fue citada a la justicia y se citó a otros.

RM —Sí. Estaba la puerta entornada, ustedes la abrieron. Y él ratificó en sede judicial lo que dijo en la radio y dio más detalles incluso, los cuales coinciden con lo que el propio BPS detectó y lo que dicen otros damnificados trabajadores. En esa situación de iliquidez que referíamos antes, ante esos problemas de caja –problema de caja que se dan en virtud del estilo de vida del indagado, de los movimientos financieros que ya contamos–, entre otras cosas lo que hacía era con la contadora era declarar menos días de trabajo en las declaraciones juradas que se hacían ante el BPS. Incluso en algunos casos les decía a los trabajadores: “Muchachos, les pido un esfuercito con esto, estamos medio complicados y necesito que ustedes accedan a esto que voy a hacer”. Cuando el cambio cerró y los trabajadores fueron a acogerse a la seguridad social, se encontraron con que no podían hacerlo en su mayoría o muy retaceadamente porque las declaraciones no se correspondían con los días que efectivamente habían trabajado. Por ejemplo, de una plantilla de 90 trabajadores en el mismo día habían faltado 60; es imposible que una empresa funcione así.

***

Comentarios