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Entrevista central, lunes 3 de abril: Rodrigo Morosoli

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EC —El interrogatorio con Sanabria el viernes y el sábado fue largo. ¿Cuántas horas llevó?

RM —Por lo menos seis horas, no sé si no fueron siete. Había que hacer pequeñas pausas porque el indagado estaba tomando cierta medicación, tenía que consumirla periódicamente y eso cortaba un poco la indagatoria. Se prolongó bastante y después en el correr del día sábado hubo una ampliación de su declaración, además de los careos. Fue una declaración extensa. Aparte el indagado era bastante verborrágico y eso también ayudaba a la dilatación de la instancia.

EC —Sanabria procuró trasladar la responsabilidad de los eventuales delitos a otras personas. En particular al gerente general, Nelson Calvete, y al contador Humberto Capote. En el dictamen usted no acepta esas excusas.

RM —Los indagados tienen el derecho constitucional de no autoincriminarse. Partiendo de esa base, uno tiene que tomar sus declaraciones y ponderarlas de acuerdo al resto de los medios probatorios con los que cuenta en cada causa. Mi percepción, luego de las instancias de los días viernes y sábado y de toda la documentación, de los testimonios previos, las denuncias y las pericias, es que Francisco Sanabria en principio no se desvinculó. Él asumió por lo menos formalmente sus responsabilidades, más allá de decir “no estuve a la altura”, como dijo efectivamente, asumió sus responsabilidad formalmente, dijo “sí, el director era yo, el que firmaba los cheques era yo, el que firmaba los balances, aunque no sabía lo que decían porque hacía fe, era yo”. Pero al mismo tiempo, en esa asunción de responsabilidades, mencionaba a otras personas. Personas que, contrastadas con otros medios de prueba, resultaron implicadas en la maniobra.

EC —El dictamen fiscal le adjudica un alto grado de responsabilidad al contador Humberto Capote en esa operativa irregular del Cambio Nelson, en coordinación con Calvete. Leo algunos párrafos suyos.

“Quien sí conocía ‘el corazón del negocio’ era el H. C. [Humberto Capote]. Además de su dilatada experiencia como Contador Público, fungió durante cinco años como Presidente del Banco Central; y en cuanto a C S.A., prestó funciones para la empresa desde el año 2010. Por otra parte, era asesor de confianza en la materia para W. S. [Wilson Sanabria] cuando este asumió las responsabilidades del cambio”.

“Calvete adujo que Capote era ‘quien llevaba las actas de la sociedad’ y enfáticamente señaló: ‘La contabilidad de la empresa la llevaba H. C., que fue presidente del Banco Central, que esa era la seguridad que teníamos ahí’”.

Dice en otro momento: “No estamos ante el accionar de un contador bisoño, sino ante un profesional de extensa trayectoria y que supo ocupar cargos de máxima jerarquía en el sistema financiero”.

Usted pedía el procesamiento de Capote por “un delito continuado de apropiación indebida en calidad de coautor”. Sin embargo, fue dejado en libertad. El juez ya dio alguna explicación al respecto, pero me gustaría tener su análisis de esta parte de las actuaciones.

RM —En primer lugar, las expresiones “corazón”, “cocina” y “garantía”, las dos primeras corresponden a Francisco Sanabria, están entrecomilladas, y “garantía” corresponde a Nelson Calvete. Son palabras que se dijeron en el transcurso de las audiencias.

Francisco Sanabria, en esa declaración que yo indico como confesora, porque admite todas las responsabilidades desde el punto de vista formal, es muy gráfico con la expresión de la existencia de un trípode que sostiene la empresa: la parte gerencial Calvete, la parte legal en cuanto a prevención de lavado de activos en su momento era la doctora Longone –que se desvinculó de la empresa luego de la muerte de Wilson, según ella por no encontrar eco en [Francisco] Sanabria en las observaciones que hacía en cuanto a la mejora de los controles y el cumplimiento legal– y la contable Humberto Capote.

En ese marco, Longone, que fue la referencia en materia de cumplimiento de las normas bancocentralistas, lo refería como una persona de confianza de Wilson Sanabria y posteriormente del hijo.

Humberto Capote, por otra parte, deslindó cualquier tipo de relación con Wilson Sanabria, cosa que resulta un tanto inverosímil atento a que ambos ocuparon cargos de máxima responsabilidad en el mismo período de tiempo por una misma colectividad política. Y tampoco coincide con lo que dicen los restantes testimonios.

Pero aparte, el contador Capote, en todo su derecho porque así lo ampara la Constitución, se limitó a decir que él era un simple compilador de datos contables que recibía de la empresa y que no analizaba y no conocía la dinámica cotidiana de esta. Eso fue refutado por otros indagados, por testimonios y sobre todo por el informe preliminar del BCU, que no habla de recopilación, sino de que en esa recopilación hay ocultamientos deliberados de la existencia de las cuentas de terceras personas. Cuentas que, de haber sido presentadas contablemente de acuerdo a las normas vigentes, le habrían permitido al banco detectarlas y controlarlas.

EC —¿Por qué no termina produciéndose el procesamiento entonces el sábado?

RM —El doctor Souto entendió que necesitaba recabar más elementos probatorios respecto a este indagado y ordenará las pruebas que entienda del caso.

El dictamen que está publicado en la página web de Fiscalía no está completo, falta la parte final luego de que yo me expreso por los procesamientos, en la cual digo que, sin perjuicio de que el Ministerio Público entiende que todo lo relatado está semiplenamente probado y por lo tanto corresponde iniciar el proceso, ya pido nuevos medios de prueba para diligenciarse en el sumario, para no entorpecer, no dilatar el proceso, y los voy pidiendo: testimonios, peritajes, informes complementarios, faltan los informes de la DGI. Pero los pido para el sumario, estoy convencido de que lo que estoy diciendo ahora está […] probado. No sé si el doctor –porque todavía no he accedido al fallo, no me he notificado– dispuso alguno de esos medios que pedí para el sumario. Habría que estudiar el fallo una vez que me notifique y ver qué pasos dar respecto a ese punto.

EC —Hace esta aclaración a raíz de la pregunta que yo le hacía a propósito de lo que el juez termina resolviendo con respecto a Capote.

RM —Sí. Y se omitió esa parte en la publicidad de la vista para no perjudicar la posición de la Fiscalía en el proceso, para no perder algún medio de prueba que fuera importante.

EC —Entonces con respecto al contador capote las actuaciones van a continuar. ¿Qué más está previsto que ocurra en el juzgado de Maldonado?

RM —De mi parte, como le digo, pedí determinados medios de prueba que espero que sean diligenciados. Por ahora prefiero reservármelos, sin perjuicio de hablarlo nuevamente si lo estima importante. Continuarán las actuaciones respecto a los encausados y veremos qué pasa con el quinto indagado y con ese pedido de procesamiento.

EC —¿Esas nuevas actuaciones procuran obtener elementos que eventualmente adjudiquen otras responsabilidades a estos mismos procesados, o pueden derivar en el arresto y eventual procesamiento de más personas?

RM —Eso hay que evaluarlo. Porque también se inicia una investigación en la sede de Crimen Organizado, adonde sin duda irán en calidad de indagadas otras personas por otros delitos que no tienen nada que ver con los que yo relato en la vista de la que estamos hablando.

EC —Pero en las actuaciones que tiene previstas, ¿está pensando también en otros nombres?

RM —Por el momento no. Puede surgir alguno más y en ese caso procederemos conforme a derecho. En principio, la prueba que estoy pidiendo es para obtener la plena prueba respecto a los cinco indagados de que estamos hablando.

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