EnPerspectiva.uy

Entrevista central, lunes 5 de febrero: Eduardo Blasina

Facebook Twitter Whatsapp Telegram

EC —Jubilados, ahí aparece un punto, porque hasta ahora usted venía enumerando una lista en la que básicamente hay empresarios. ¿Están también los trabajadores o no? Porque el PIT-CNT está haciendo un llamado de atención y está marcando que a los trabajadores rurales hay que contemplarlos, pero que no están en esta historia. ¿Qué dice de ese punto?

EB —Creo que por un lado hay una estrategia de dividir que me parece muy penosa. De dividir productor grande y productor chico, productor y trabajador, de decir que hay intereses contrapuestos. En realidad una crisis siempre le viene bien al grande, porque esta situación lo que hace es que el pequeño y el mediano terminen abandonando y compre uno grande. Entonces corregirla socialmente sería muy bueno y creer que esto son los grandes que quieren privilegios contra los chicos o contra los trabajadores un grave error.

¿Están los trabajadores o no? No puedo opinar por los trabajadores, pero hay un problema social hoy que es que nadie está dispuesto a contratar a alguien. Se percibe contratar a alguien como un riesgo enorme y como algo que implica un salario, pero además un montón de cargas adicionales muy grandes. Entonces hay una detención de la generación de empleo, que es lo que es socialmente complicado. Qué piensan los trabajadores no lo sé, pero no veo esa contradicción, me parece que para el sector trabajador lo mejor es que el agro o el interior esté dinámico y pensando cómo crecer y cómo contratar. Hoy lamentablemente no es ese el estado de ánimo.

EC —¿Cómo observa las repercusiones, ahora sí, teniendo en cuenta que se desarrolló el acto, que el presidente Tabaré Vázquez recibió a los delegados de los autoconvocados que fueron a llevar la plataforma a la Torre Ejecutiva –fue una sorpresa, no se sabía, finalmente Vázquez ahí estaba–, estuvo reunido con ellos 40, 45 minutos, que el lunes siguiente el gobierno anunció algunas medidas de apoyo a sectores del agro –que a su vez fueron criticadas por las gremiales, que las consideraron insuficientes–, y hubo por otro lado el lanzamiento de una mesa de trabajo con gremiales del agro y representantes de los autoconvocados? ¿Cómo observa este paquete de repercusiones?

EB —Creo que hay dos estrategias o dos enfoques. Uno es jugar para la tribuna, agitar a la barra brava y decir “esto es la derecha que conspira, la derecha internacional que injustamente sacó a Dilma y Lula y ahora está buscando patear el tablero”.

EC —¿Dónde ubica esa reacción?

EB —En el diario La República típicamente; en la senadora Constanza Moreira, que salió a pegarme con el tema marihuana, una cosa sorprendente; en los sectores que creen en la religión de la lucha de clases, que se frotan las manos y dicen “esto es lucha de clases, vamos a azuzarla y a enfrentar”. Es como aquello del diputado Pablo Anaya, “vamos a repetir oligarca todo el tiempo”.

EC —Ayer Javier Miranda en su discurso habló con preocupación de tendencias de desestabilización que corren por América Latina y que han hecho lo suyo contra gobiernos de izquierda. Hoy cuando entrevistábamos al diputado Alejandro Sánchez, del MPP, la consulta era a quiénes se refería, y él decía: “No es a los autoconvocados, es a alguna gente que se ha subido a esa movida y ha realizado ese planteo del tipo ‘esta es la oportunidad para que se vayan, para sacarnos de encima a la izquierda’”.

EB —Sí, si uno entra a WhatsApp o se pone a buscar audios, encuentra disparates, como traer las ovejas a Montevideo, etcétera. En los dos extremos siempre el dar manija y el tratar de promover el enfrentamiento para pescar en el río revuelto. Me parece que en general son figuras políticas muy menores que buscan medrar en un conflicto y azuzar cada uno a un bando. Yo trato de hacer todo lo contrario, en vez de azuzar, trato de decir “siéntense a conversar y busquen la solución”, porque si esto se toma como boxeo perdemos todos, pero si el gobierno lo toma con una actitud de aikido, de decir “vamos a tomar esto y vamos a tratar de revitalizar la inversión en seis meses, vamos a agarrar las diez mochilas y vamos a ver qué podemos hacer en cada una” y en seis meses tenemos al sector agropecuario invirtiendo, electoralmente saldría muy bien parado.

Comentarios