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Entrevista central, lunes 7 de noviembre: Austen Ivereigh

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Entrevista con el doctor Austen Ivereigh, biógrafo del papa Francisco.

Video de la entrevista

EN PERSPECTIVA
Lunes 07.11.2016, hora 8.15

EMILIANO COTELO (EC) —El 13 de marzo del año 2013, la atención del planeta estaba puesta en la plaza de San Pedro, en Roma.

(Audio Jorge Bergoglio, en italiano)

El deber del cónclave era darle un obispo a Roma. Parece que mis hermanos cardenales han ido a buscarlo al fin del mundo. Pero aquí estamos.

(Fin audio)

EC —Es la voz de Jorge Bergoglio, que en ese momento se convertía en el primer latinoamericano nombrado como la máxima autoridad de la Iglesia católica, una religión que profesan más de 1.200 millones de personas en el mundo.

¿Quién es el papa argentino? ¿Qué ha hecho en estos tres años y medio? ¿Qué puede esperarse de él?

Esas van a ser las preguntas básicas en la charla que ahora iniciamos. Una conversación con quien puede considerarse uno de sus biógrafos, Austen Ivereigh, escritor y periodista británico, doctor en Filosofía y autor del libro El gran reformador. Francisco, retrato de un Papa radical.

Conviene comenzar aclarando desde qué posición escribes a propósito del papa Francisco y de la Iglesia católica. Tú eres un católico muy activo. Por ejemplo, eres uno de los fundadores de Catholic Voices. ¿Cómo defines a esa organización?

AUSTEN IVEREIGH (AI) —Voces Católicas nació en el 2010 en Inglaterra cuando esperábamos la visita del papa Benedicto. Había mucha reacción en contra de su visita y creamos un grupo para responder a las críticas contra la Iglesia. Preparándonos para esa visita y saliendo en los medios, desarrollamos una metodología y un curso de formación que realmente funcionó muy bien, ahora estamos en 23 países. Uruguay es el último, este fin de semana he estado capacitando a un grupo acá, que son buenísimos, listos, disponibles para hablar sobre cualquier cosa, sobre la Iglesia católica. Es un servicio a la Iglesia y también a los medios, una especie de intermediario, existimos para mejorar la comprensión de la gente sobre las posturas de la Iglesia, las más comprometidas.

EC —De algún modo, esa organización recoge o toma como base tu propia experiencia: tú tienes años dedicado a comentar asuntos vinculados con la Iglesia católica en distintos medios de comunicación del mundo.

AI —Así es, soy periodista de profesión, pero he trabajado también en la Iglesia como director de Asuntos Públicos para el entonces cardenal arzobispo de Westminster de Londres, y antes de eso era director adjunto de una revista semanal católica conocida, entonces me invitaban mucho a los medios a hablar sobre esas cuestiones. Entonces a lo largo de los años desarrollé cierta comprensión de cómo funcionan las cosas.

EC —¿Y cuál es a esta altura tu vinculación o tu relación con el propio papa Francisco?

AI —Antes de su elección no tuve ningún contacto con él. Hace 25 años hice mi tesis de doctorado en la Universidad de Oxford sobre la Iglesia argentina y la política. En ese entonces todo el mundo me preguntaba por qué me interesaba ese tema tan marginal.

EC —Me deja muy tranquilo saber que todos te hacían esa pregunta, porque es la misma pregunta que me hice yo al repasar tus antecedentes.

AI —Sí, porque no tengo ningún familiar en América Latina, no sé nada.

EC —¿Qué hacía un británico, a principios de los años 90, resolviendo que su tesis de doctorado iba a ser a propósito de la Iglesia católica argentina?

AI —Primero me había interesado en la literatura argentina, después en la historia, y después había viajado bastante en Argentina, había vivido allí enseñando inglés y cosas. Entonces elegí hacer mi tesis sobre eso.

EC —No había vínculos familiares.

AI —No, ninguno, yo soy británico-británico, no tengo ningún lazo. Pero, no sé por qué, nací con un corazón latinoamericano, siempre me he sentido muy identificado con América Latina, una fascinación. Siempre me he sentido muy en casa y muy a gusto acá. Sumando varias visitas hace 25 años, pasé como dos años en Buenos Aires y ahí se me pegó un poco el acento rioplatense. Pero no volví más. En esa época a Bergoglio recién lo habían nombrado obispo auxiliar. La primera vez que oí de él fue en el 2001-2002, cuando la gran crisis económica argentina. En ese momento él ya era cardenal, recién lo habían nombrado, y ya era una figura bastante destacada en la vida pública argentina.

Después me olvidé un poco de Argentina, hasta la noche de la elección, cuando estaba haciendo comentarios para un canal de noticias británico y salió un papa argentino.

EC —Pero llegado ese momento, cuando lo eligen papa, ¿tú habías tenido contacto con él?

AI —No, no, ninguno. Sí sabía un poco de él, en parte porque se había destacado, su nombre había sonado en el cónclave del 2005, y el cardenal para el cual yo trabajaba estaba muy interesado en él en el 2005. Muchos años más tarde me di cuenta de que él había sido uno de los cardenales que habían promovido la candidatura de Bergoglio en ese cónclave del 2013, pero solo después descubrí eso. En parte ese fue el motivo para escribir el libro, en el que narro cómo fue elegido Bergoglio, cuál fue el movimiento de los cardenales a favor de su elección.

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