EC —Él ha insinuado algo de eso, ha dicho que no va a estar en el cargo demasiado tiempo. ¿En qué términos lo ha planteado?
AI —Desde el principio ha dicho que tiene una intuición de que el suyo va a ser un pontificado corto.
EC —Pero eso puede interpretarse de distintas maneras, que se va a morir o que va a renunciar. ¿Puede terminar renunciando, puede ser un segundo papa que renuncie?
AI —Totalmente. Yo estoy convencido de que sí, a menos que haya alguna enfermedad terrible, él va a renunciar, estoy convencido de que si llega el momento de desgaste, si siente que no tiene la capacidad, va a renunciar. Ahora en diciembre va a cumplir 80 años, no es un hombre joven, yo estuve con él la semana pasada en el avión papal y se le notó el cansancio, esa es la gran diferencia, ahora se cansa más fácilmente y se nota. También se recupera rápido, sigue siendo un hombre básicamente de buena salud, pero pensando en dos, tres años, creo que va a pensar en el buen momento para renunciar, simplemente por la capacidad física.
Otra cosa es que a las personas cercanas a él siempre les ha hablado de un plan de cinco años. Dicen que ahora se ha dado cuenta de que necesita por lo menos siete años para cumplir con ese plan, por la resistencia. Pero creo que va a buscar el momento de renunciar, tal vez en dos, tres años. Un factor importante es que en Roma dicen que tiene que morir primero Benedicto, porque no puede haber dos papas eméritos en el Vaticano, los canonistas mueren de un infarto.
EC —¿Cómo es eso?
AI —Los que ya tienen dificultades en aceptar la existencia de un papa emérito, con dos… Los jesuitas dirían también que una cosa es tener al papa Benedicto como papa emérito, pero es difícil imaginar a Francisco como un papa jubilado. Veremos, creo que va a ser un momento muy interesante.
EC —¿Y qué es lo que cabe esperar para lo inmediato, para el corto plazo en la gestión de Francisco?
AI —Creo que estos años son los centrales del pontificado. Este año es el Jubileo de la Misericordia, que para él es fundamental para ese cambio de cultura en la Iglesia del que hablábamos, él quiere que la Iglesia se enfoque primariamente en las periferias, el sufrimiento y la enajenación. Ha hecho un montón de cosas, casi todos los días dice cosas y hace gestos que demuestran la importancia de primero aceptar, de acoger, es decir, de una Iglesia no tan enfocada en la defensa de sus normas y doctrinas de una supuesta contaminación. No cuestiona las verdades, no es un papa que cuestione las verdades y las doctrinas a la Iglesia, pero quiere mostrar la otra parte del mensaje cristiano, que tal vez se ha perdido, que es la acogida incondicional, el perdón incondicional y la necesidad de integrar.
Voy a dar un solo ejemplo porque es muy impactante. Hace un año recibió a un hombre español transgénero que le había escrito para decir que en su parroquia había gente que lo había tratado mal. El papa lo invitó de inmediato a ir a verlo con su esposa –el hombre había tenido un cambio quirúrgico– y habló hace poco de ese encuentro con él. Hablaba de “él que era ella”, un lenguaje que para ciertos católicos es muy desconcertante. Pero el mensaje que está dando Francisco, lo que le dijo a este transgénero –Diego Neira se llama– es: “los que te apartan de la Iglesia son los que tienen el problema, no tú, tú eras un hijo de la Iglesia, Dios te ama tal como eres”. Eso es difícil para algunas personas que creen que el papa debería ser una figura que juzgue más, pero lo que está demostrando Francisco es que la misericordia tiene que venir primero, primero necesitamos saber la cosa más importante: que Dios nos ama, nos acepta tal como somos. Esto nos da luego el espacio para cambiar, y todos necesitamos cambiar, porque todos tenemos necesidad de salvación y perdón. Pero primero la acogida.
Eso es un cambio sustancial, no tanto en el mensaje de la Iglesia, sino en cómo es vista la Iglesia y el papel del papa, el papel del pastor universal, cuyo papel primordial no es salvaguardar las fronteras, la doctrina, sino demostrar esa compasión y ese amor incondicionales de Dios a su creación.
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EC —De tus palabras deduzco que a corto plazo puede haber medidas, puede haber novedades, resoluciones del papa Francisco que desconcierten.
AI —Es una figura desconcertante. Yo he hablado del papa en muchos países y he encontrado en algunos países –especialmente en EEUU y en Polonia– mucha resistencia al papa, hay una oposición muy fuerte a él, dentro de la Iglesia misma. Esto es muy del Evangelio, la resistencia a Jesús fue mayor entre los llamados doctores de la ley, Jesús era un buen judío pero fue resistido oficialmente por las autoridades religiosas de su época.
EC —Estás trabajando en otro libro…
AI —Estoy trabajando en un libro sobre el pontificado visto desde América Latina, en parte por eso estoy por aquí.
EC —¿Para cuándo?
AI —Va a salir a fines del año que viene, de 2017.
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Transcripción: María Lila Ltaif
