EnPerspectiva.uy

Entrevista central, lunes 9 de octubre: Daniel Sturla

Facebook Twitter Whatsapp Telegram

EC —¿La inquietud iba por ese lado, no por una grieta que pueda percibirse a nivel político en la sociedad?

DS —Creo que no, más allá de que obviamente la Iglesia observa estas situaciones políticas también. Pero fundamentalmente, y más allá de todos los desencuentros que también se dan a ese nivel, hay en Uruguay un nivel de diálogo político y de terminar acordando que no hay en otros lugares. Entiendo que hay reclamos que hoy están sobre la mesa y que es importante atender también, los grandes temas nacionales en los que tendríamos que ponernos más de acuerdo: educación, seguridad, grandes inversiones como la de UPM ahora.

***

EC —En el Encuentro con María de ayer de mañana se pasó en las pantallas un video de un saludo del papa Francisco a los uruguayos que había grabado usted mismo en Roma la última vez que se encontró con él.

DS —Exacto, estuve la semana anterior en Roma, la semana que culminó el 1.º de octubre, me fui el 26 de setiembre, fueron cinco días. Había pedido una audiencia de 10 minutos con el papa, ya le había pedido un mensaje por carta. Cuando estuve ese rato con él, se prolongó por benevolencia del papa, porque yo quería ser muy acotado en los tiempos, pero él siguió conversando y haciéndome preguntas. Y en un momento le dije: “Santo padre, ¿y el mensaje para el Congreso en Montevideo?”, y me dijo: “Lo pasé a la secretaría de Estado. ¿Es para fin de mes?”. Y le dije: “No, es para la semana que viene”. “Ah”, me dijo, y le dije –yo ya lo tenía pensado porque más vale pájaro en mano que cien volando–: “¿Qué le parece si filmo ahora el mensaje?”. “Dale, dale. A ver, mostrame de qué se trata”. Yo había llevado el libro del Congreso, él vichó, leyó la consagración y me dijo: “Esperame un poquito”. Y se puso el solideo –esa especie de gorrito blanco–, la faja, y ahí yo, que creo que era la primera vez que filmaba en mi vida con el celular, salvo una vez que filmé un mensaje que tuve que trasmitir, lo filmé. Ni sabía que tenía que ponerlo horizontal, eso fue una complicación después, pero con mucho cariño el papa grabó ese mensaje que nos llena de alegría. Porque si se dice que los argentinos en general nos quieren mucho a nosotros, puedo asegurar que el papa nos tiene un enorme cariño a los uruguayos y a la Iglesia uruguaya.

EC —Mientras tanto, sigue siendo un misterio en qué fecha vendrá el papa a Uruguay…

DS —Por supuesto que la pregunta se la hice, y me dijo: “No, no, no, por ahora no”. Obviamente es Uruguay y Argentina, porque ahora va a Chile y Perú.

EC —Cuando venga va a venir en doblete, Argentina y Uruguay. Hay una especulación, una versión muy fuerte circulando de que sería el segundo viaje del año que viene, en el primer semestre o fines del primer semestre.

DS —Yo le pregunté específicamente por el primer semestre del año que viene y me dijo “no, no, no, en esa fecha no”.

EC —Comienzos del segundo, entonces.

DS —Exacto. Gente cercana al papa me dijo: “el viaje a su país –que está unido al viaje al nuestro– el papa lo va a anunciar con poca anticipación”. No quiere todo el tipo de especulaciones a que puede dar lugar su próxima venida, y en la medida en que el tiempo previo sea más largo se van a dar a más cosas. Creo que eso es lo que nos complica que el papa venga a nosotros.

EC —Hemos estado comentando estas actividades que tuvieron lugar en el fin de semana. Pero ahora mismo ya vienen otras, el sábado que viene está previsto algo que ustedes llaman rosario peregrino, que irá de Montevideo a Durazno, pasando por Canelones y Florida. Casualmente, la salida de la capital implicará otra concentración en la Aduana de Oribe el sábado al mediodía, se sale de ahí.

DS —Exacto, es la tercera vez que se hace. También es organizado por un grupo de laicos fundamentalmente, obviamente con el apoyo de los obispos. Ha ido reuniendo cada vez más gente que se va uniendo a lo largo del camino, los que salen de acá son poquitos y en Durazno después ya hay mucha gente. Yo participé el año pasado en toda la recorrida, este año solamente estaré en el lanzamiento.

EC —Lo menciono para ir a lo que planteaba hace un rato, esta especie de movilización intensa que están teniendo. Hace unos años los obispos estaban preocupados por la competencia que significaban las iglesias de origen brasileño y otras, algunas simples sectas, pero con mucho poderío económico. Da la impresión de que últimamente la Iglesia católica ha ido armando una estructura de actividades que tiene a sus fieles muy efervescentes y que pasa a mostrar una institución más viva, más fuerte que antes. ¿Está ocurriendo eso?

DS —Creo que sí, es evidente que hay una movilización fuerte, que se da por una serie de factores. Rescato además que a las actividades de la Iglesia se suman actividades con mucha presencia juvenil. Hoy en Montevideo hay al menos 16 grupos que me constan de jóvenes en su mayoría que de noche se reúnen en las parroquias, hacen la olla y la llevan a personas en situación de calle.

EC —Ese es un ejemplo, en el programa nos hemos ocupado de algunos de esos grupos, imposible abarcarlos todos.

DS —Sí.

Comentarios