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Entrevista central, martes 10 de octubre: Julio Bocca

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RC —Entre las cosas que tú impusiste estuvo un horario extendido para el Ballet. Eso no lo lograron los otros cuerpos estables, por ejemplo.

JB —No sé si lo propusieron.

RC —¿No se hablaba de eso en esas reuniones? “La Orquesta tiene que trabajar tantas horas, porque así coincide con el Ballet”.

JB —No, eso lo podía decidir yo, como hablo y soy yo de decir las cosas.

RC —Pero lo propusiste en algún momento.

JB —Sí, lo propuse, trabajar en una orquesta seis horas o que el coro solo trabajara creo que dos horas y media. Es muy difícil programar esas cosas. Por eso creo que es una propuesta que se tiene que hacer, tiene que venir de arriba una aceptación y decir: se va a hacer de esta forma, o no se va a hacer de esta forma, pero ser claros. Yo tengo la programación para el 2018, pero todavía no tengo confirmado si voy a tener orquesta. Entonces el año que viene abrimos con una gran producción de Bella durmiente, viene la diseñadora Ágatha Ruiz de la Prada, que está haciendo vestuario, ya vamos a empezar a hacer el vestuario.

RC —¿Tiene que ser con orquesta? ¿Viene condicionada, como venía Romeo y Julieta?

JB —Vas a hacer Bella durmiente… Sería maravilloso hacer todos los ballets con orquesta. El músico en vivo tiene otra vida, otro calor que no te da una grabación. Si en la institución hay una orquesta, ¿por qué no se puede usar, combinar esas cosas y tener una programación con tiempo? Si tenés una programación con tiempo que se respete esa programación, y después si tienen funciones con la Filarmónica o con otros cuerpos que sea lo secundario, que no sea lo principal. Eso es muy importante.

EC —Hablando de la Orquesta, las presentaciones de Romeo y Julieta estuvieron en riesgo por diferencias con la Orquesta que se dieron durante los ensayos.

JB —Sí, ya a principio de año tuve que cancelar Romeo y Julieta, que venía Alexandra Ferri a bailarlo, porque faltaba dinero para músicos de contratación. Siempre tenemos 14 funciones y a fin del año pasado nos dijeron que dos martes no podían trabajar porque tenían concierto. Por eso también el estreno fue un miércoles, no un jueves, para tener una función más. Es una producción cara, para poder cubrir los gastos. Y a principios de este año de golpe no se tiene el dinero. Digo: yo tengo que saber porque tengo que hablar con Deborah MacMillan, explicarle la situación; tengo una invitada como Alexandra Ferri, tengo que explicarle la situación. ¿Qué va a pasar?, ¿sí o no? Me dicen que no, perfecto, se cancela, se hace otra obra, no hay problema. Porque Romeo y Julieta no se puede hacer con grabación.

EC —“Perfecto, se cancela” no es tan así, lo estás diciendo con una bronca contenida que se entiende. Era una puesta en escena muy interesante, muy valiosa y hubo que dejarla sin efecto.

JB —Sí, por supuesto, pero yo nunca voy a cancelar una función. Estamos acostumbrados a tener plan B, plan C, plan D, se soluciona, cambiamos, vemos qué hacemos. Eso se solucionó, de un día para otro se solucionó. Perfecto, volvimos a hacer Romeo y Julieta, volví a escribir a Deborah McMillan, Alexandra Ferri ahí ya no podía, no pudo venir. Antes de estrenar Romeo y Julieta saqué el tema de los horarios de ensayo. Cuando hicimos Romeo y Julieta hace dos años la orquesta aceptó trabajar cuatro horas. Es un ballet largo, en dos horas y media no lo podés hacer, dura casi tres horas, es muy difícil ensayar. Entonces se habló y aceptaron esas cuatro horas, se trabajó.

Este año llegamos y de golpe las cuatro horas no estaban, era el régimen normal de tres horas que tiene la Orquesta. Entonces digo: lo hicimos hace dos años, ya se sabe la estructura de trabajo que se tiene en esta obra, tiene que ser un protocolo saber que Romeo y Julieta son cuatro horas. Esto hace un año y medio que está programado, ya se hablaba, ya se arreglaba. Entonces se tuvo que empezar a arreglar eso.

EC —Y por el camino de los ensayos aparecieron otros inconvenientes, otras reclamaciones.

JB —Llegó el momento del ensayo, en que supuestamente la comunicación debida por parte de los músicos, por parte de gerencia, se pasó el mail con la comunicación de las cuatro horas y ya el primer ensayo hubo una asamblea, fueron al foso y uno se levanta y empieza. Algunos no estuvieron tanto tiempo, no vinieron a la asamblea y después vino el tema de las bombitas de los atriles y después el olor de la comida. El olor de la comida lo sufrimos nosotros también, no solo ellos, hay una cosa estructural que va a llevar un tiempo y ojalá se solucione, porque salís, estás en el escenario y sentís un churrasquito, y vos te estás cuidando y estás trabajando…

EC —No está bien aislada la cocina de la cafetería.

JB —No está.

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