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Entrevista central, martes 10 de octubre: Julio Bocca

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RC —El tema es que la renuncia de Martín rápidamente fue solucionada con el nombramiento de Diego Nasser al frente de la orquesta, y sin embargo el Ballet no logra todavía un director, porque los ofrecimientos han fracasado. ¿Qué esperanza tenés tú? Ya no te meterás con el nuevo director, pero de alguna forma estás dependiendo de él en la medida en que seguís vinculado al cuerpo de baile.

JB —Por supuesto, a mí también me llamó la atención que para la Orquesta enseguida se solucionó el tema y en el Ballet estamos en espera todavía.

RC —Tú tenías dos propuestas.

JB —Había tres propuestas, estaba Igor Yebra, estaba María Noel Riccetto y estaba Sofía Sajak.

RC —A María Noel se lo ofrecieron y dijo que no. ¿Qué pasa con Sofía y el español?

JB —Igor todavía está esperando una contestación oficialmente más clara si se acepta la propuesta de él. Y de Sofía tampoco se sabe nada. Pero creo que lo importante en esto es decir que la Orquesta tiene un nuevo director, y por supuesto me voy a juntar con él, porque hay una programación el año que viene y quiero saber si va a estar la Orquesta. Por supuesto, mi intención es que Martín García siga dirigiendo el Ballet, porque él sabe dirigir un ballet, y eso es muy importante para el bailarín, que se sienta cómodo con los tiempos. Y por supuesto espero que ya que solucionaron el tema rápido, que todo el cambio que necesita la institución también se haga con esa velocidad, como se encontró un director de orquesta.

EC —¿De qué está dependiendo eso?

JB —Yo soy el director del Ballet nada más.

EC —Pero llama la atención que se demore tanto esta resolución, de vuelta aparecen veinte preguntas sobre qué es lo que está en juego.

RC —Hablemos a calzón quitado, ¿cuánto tiene de burocrático ese nombramiento?

JB —No sé, yo lo único que pretendo es que tomen la decisión para todo. Para mí deben de estar viendo si van a hacer un cambio, y creo que lo principal en esto no es encontrar el director del Ballet, sino también saber por dónde van a querer seguir.

RC —O sea, es gestión.

JB —Es una gestión importante que hay que hacer.

EC —Y dirección, el tema del rumbo.

JB —Hay que decir: de acá a 20 años, ¿dónde queremos estar? ¿Qué se necesita para hacer este cambio? Entonces, ¿qué?, ¿vamos a cambiar, vamos a ser todos presupuestados o vamos a ser todos contratados? Hay un montón de cosas en las que tienen que ser claros, precisos, para que esto siga. Porque mantener ese auditorio no es barato y si eso no tiene una vida constante de espectáculos, de acciones, de ritmo, de cambio, la gente no va a ir. Ahora va a tener una nueva competencia, el Antel Arena, que va a tener unos megashows, y quizás cantantes que venían acá porque era el lugar donde había más localidades se vayan para allá. Se van a perder muchas cosas acá, si no tenés dentro una programación en que haya seis óperas, siete ballets, […] conciertos y una programación extranjera, ¿cómo hacés para mantener eso? Creo que hay que ir para ese lado, y ahora mirar hacia delante.

EC —Esas decisiones faltan en los niveles que están por encima: Consejo Directivo, Ministerio de Educación y Cultura… ¿Nunca pensaste en encontrarte directamente con el presidente de la República, José Mujica en el período pasado, Tabaré Vázquez ahora para plantear esta situación y reclamar el golpe de timón que está faltando?

JB —No, eso no. Sí me junté con él al principio para decirle que me iba, y también que presentara el proyecto de la escuela, porque también se necesita un lugar de donde se saque para alimentar al Ballet, al Coro, a la Orquesta.

RC —Pero eso seguía funcionando con Pablo Aguilar, que tú pusiste.

JB —Sí, la idea es un edificio donde el niño pueda hacer primaria, secundaria, hacer las cosas bien, con comodidad, y seguir apostando a la cultura y a la educación. Creo que cualquier país lo merece, cualquier persona lo merece, y ese es el tema, ir por ese lado. Pero no, no me junté con el presidente para estos temas. Creo que ya no me corresponde a mí, ya corresponde a mis superiores.

RC —Al que venga al lugar que ocupaste tú, al que nombren.

EC —No, él está hablando de más arriba. Pero llama la atención que no haya una reacción en el máximo nivel del gobierno ante esta cantidad de hechos, noticias, declaraciones, como las que está formulando hoy, que no son las primeras. Parecería que se necesita que alguien tome las decisiones del caso.

JB —Sí. Quizás lo están trabajando, lo están viendo. Estamos en octubre, quedan noviembre y diciembre, se terminó…

EC —En junio del año pasado, cuando te entrevistamos aquí en En Perspectiva, decías que tu objetivo era dejar a la compañía entre las 10 mejores del mundo. ¿Hoy dónde está en ese ranking?

JB —Hoy no llegamos ahí, pero tampoco se está tan lejos. Una compañía latinoamericana como es el BNS está en una posición donde uno hace una audición y viene gente de todas partes del mundo. En este momento tenemos a Ciro Tamayo bailando como invitado la Sirfield en el English National Ballet, se fue por dos semanas. Esas cosas hacen a que el nivel de la compañía, la forma de la compañía haya llegado y esté en boca de todo el mundo, en el mundo, y con un respeto y una curiosidad por el trabajo que se viene haciendo y que se hizo en estos siete años. Es una compañía que tiene mucho para crecer todavía, tenemos mucho para trabajar.

RC —Pero tú vas a seguir trabajando en ello.

JB —Yo voy a seguir viviendo en Uruguay…

RC —Y trabajando como maestro, porque esa fue la gran desesperación, el nivel técnico.

EC —Queda claro, por lo que dice Julio, que él quiere seguir trabajando como maestro junto con el BNS, pero hay circunstancias que también van a influir en eso.

JB —Pero no quiero seguir viviendo lo que se vivió en estos siete años, sabiendo que no hace falta vivir esas cosas porque hay gente talentosa.

RC —Era más de escritorio, yo llegaba al Sodre y lo encontraba en una cajita de cristal sentado en un escritorio. Y lo que él quiere es estar en el salón de clase.

EC —Tu idea de seguir como maestro depende de algún modo de quién sea el nuevo director artístico.

JB —Primero hay que ver quién es el director, qué forma de trabajo quiere tener, qué visión, adónde quiere ir. Justamente, uno nombra a un director artístico en Ballet, en Coro y en la Orquesta, para darles la libertad de hacer una programación y mostrar su visión de lo que es el arte en cada rubro. Entonces hasta que no se sepa eso no vamos a saber un montón de otras cosas, porque hay que esperar a ver cuál es la visión y cuál es el camino que quiere seguir.

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RC —Lo único que falta es el Cascanueces para fin de año.

JB —Sí, hacemos la gira nacional todo noviembre, la gira internacional por Argentina, después nos vamos a Tenerife, Vicenza y cerramos el año con la apertura del Festival de Danza en Cannes, con Quijote completo, con toda la compañía, viajamos 65 personas para ese festival maravilloso, y volvemos y hacemos Cascanueces con la Orquesta Juvenil del Sodre.

EC —Te leo el último mensaje que llegó, de Sandra: “Gracias por todo, Julio, ha sido un orgullo contar contigo”. Y por ahí hay varios.

Video de la entrevista

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Transcripción: María Lila Ltaif

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