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Entrevista central, martes 11 de abril: Liliam Kechichian

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EC —Un estudio de Uruguay XXI indica que en 2016 llegaron a Uruguay 3.328.450 personas. Es un máximo histórico, porque el récord anterior en un año era de 3.000.000, que se había dado en 2011 y en 2015. ¿Cómo analiza ese número en particular?

LK —Nos genera varios desafíos. El programa de gobierno que sometimos a la ciudadanía tenía como objetivo en el MT llegar a 2.800.000 turistas. Por lo tanto superamos el compromiso programático que teníamos con la ciudadanía. Y cuando uno crece de esta manera el desafío de seguir creciendo al mismo ritmo es bastante difícil. Cuando tuvimos la cifra del 2016 inmediatamente nos propusimos mantenerlas en el 2017 e incrementar el gasto de los turistas, que siempre es un desvelo. El ingreso de divisas en todo 2016 fue de US$ 1.894 millones, y en los primeros tres meses del año 2017 llegamos a US$ 1.090 millones.

EC —Los números del primer trimestre indican que en el conjunto del 2017 es factible pasar por arriba de ese récord del año anterior.

LK —En cuanto a ingresos de divisas tenemos expectativas de superarlo, porque la balanza comercial se ha mostrado superavitaria. En los años duros de relacionamiento con Argentina la balanza había llegado a los US$ 300 millones, y hoy en los tres primeros meses del año estamos en US$ 788 millones. Por lo tanto, sí, tenemos expectativas este año, si todo sigue funcionando como esperamos, de superar esa cifra de US$ 1.800 millones que tuvimos el año pasado.

EC —Usted misma reseñaba recién que con esos números se superó holgadamente lo que había previsto el programa de gobierno del Frente Amplio. ¿Cuánto se debe a las políticas que sigue Uruguay en esta materia y cuánto a un crecimiento estructural que el turismo viene teniendo a nivel mundial? Según datos de la Organización Mundial de Turismo (OMT) el movimiento de personas viene creciendo significativamente en todo el mundo. En América, en particular, el año pasado el crecimiento fue de 4 %.

LK —Efectivamente, si uno piensa en los pocos millones que viajaban en la década del 50 y en los más de 1.000 millones que viajaron el año pasado se da cuenta, y lo dicen todos los que estudian las industrias, de que es una de las industrias del siglo XXI. El turismo y el espectáculo –y dentro del espectáculo, el deporte– están catalogadas como las dos industrias más importantes de este siglo. Por lo tanto eso es cierto. También es cierto que el Cono Sur ha ido creciendo a un ritmo parecido al que la OMT nos da como información, pero Uruguay ha crecido por encima de ese promedio.

EC —Es una tendencia mundial, ayer lo hablábamos con Andrés Gil, gerente general de Toc-Toc Viajes, él hablaba de cómo incluso internet y las redes sociales han propiciado el turismo en el mundo, porque la gente está cada vez más integrada al mundo, cada vez con más naturalidad conoce y luego desea destinos. El turismo, el viaje al exterior se ha convertido en un aspiracional importante para buena parte de la población cuando tiene sus ahorros. Gil hablaba también de cómo han venido bajando los precios de los boletos aéreos, de la competencia que se da entre compañías, de toda esa política de ofertas, de promociones especiales con precios ultrabajos si se compra en determinada fecha para viajar en tal otra. Son todos factores que están incidiendo, y están incidiendo en el mundo. ¿Qué otras razones ubican ustedes en Uruguay, para el ingreso a Uruguay, para que la gente venga a Uruguay?

LK —Escuché ayer el reportaje, me resultó muy interesante, tenía un conjunto de datos muy importante. Al interior del Uruguay ha habido un cambio cultural muy fuerte en estos últimos años. Los que somos hijos de inmigrantes, como en mi caso, sabemos que nuestros padres hicieron su primer viaje –por lo menos los míos– ya muy muy grandes, porque cuando sobraba algo de dinero en una familia en general se ponía en ladrillos. Había una cultura del inmigrante que no se permitía el ocio y la recreación.

En los últimos años en Uruguay el ocio y la recreación han pasado a jugar un rol importante, obviamente en el presupuesto de las familias que lo pueden hacer. Siempre hago esta aclaración, porque siempre va a haber gente que diga “yo todavía no puedo ir ni a la esquina”; para eso hemos tratado de diseñar los programas de turismo social. Pero sí hay un número importante de capas medias que antes no se lo planteaban y ahora se lo plantean. En Uruguay es clarísimo, junto con todas esas otras consideraciones, mayor conectividad aérea, pasajes más accesibles, precio del dólar, hay una cantidad de cosas que inciden.

EC —Eso está llevando a que muchos uruguayos viajen al exterior, hagan turismo en el exterior, como parte de una movida que existe en el mundo y que también termina beneficiando a Uruguay, termina trayendo turismo a Uruguay.

LK —Sin duda, esa misma movida trae turismo a Uruguay. Y desde nuestro punto de vista, Uruguay ha hecho en estos últimos años una campaña promocional inteligente, hemos salido un poco de la prensa escrita, hemos estado mucho en la radio –que es un enorme aliado para el turismo interno–, pero también en los países de la región. Hemos estado en los cables internacionales, en CNN, en Fox Sport, en ESPN, en History Channel. Y no solo mostramos las lindas playas o las termas o Colonia del Sacramento, sino que hemos elaborado contenidos, que están en esos cables internacionales, hablando de la energía eólica, del Carnaval, del Ceibal, de muchas otras cosas que Uruguay tiene para ofrecer y que hacen a la marca país. Cuando salimos al exterior, el Ceibal, la trazabilidad y la carne, la agenda de derechos, el matrimonio igualitario y obviamente el fútbol –no podemos dejar de mencionarlo– han construido una marca país muy interesante.

A eso le sumamos, repito, una herramienta que tienen muy pocos países –en América Latina creo que nadie todavía–, que es la devolución del IVA a las rentadoras de autos, a la gastronomía, a los hoteles, a la organización de eventos y de fiestas –este año hubo un récord de casamientos, por ejemplo de brasileños en Punta del Este–, todo ese conjunto constituye una promoción que se ha diversificado.

Además mayor oferta, porque Uruguay tenía una tradición de que el turismo era la costa atlántica, y hoy tenemos la posibilidad de tener un circuito patrimonial, al tener el frigorífico Anglo declarado Patrimonio Industrial de la Humanidad, junto con Colonia del Sacramento, pasando por las grutas del Palacio de Trinidad. Y pequeñas poblaciones, porque muchos turistas hoy no buscan solo las grandes ciudades, buscan esas cosas más identitarias de los lugares, entonces Nuevo Berlín, San Javier, Villa Santo Domingo de Soriano, Belén, Constitución, San Gregorio de Polanco, muchos lugares. Hemos diversificado una oferta que era casi solo de sol y playa con lo patrimonial, con lo histórico, con las termas, con el turismo idiomático, con el turismo LGBT. Hay una diversificación de la oferta que nos ha permitido conquistar nuevos mercados. El turismo náutico, el Corredor de los Pájaros Pintados en el río Uruguay, donde desde el punto de vista de la institucionalidad nos da un orgullo muy grande que cinco intendencias de diferente signo político estén coordinando de una manera fantástica un producto que se va consolidando y que vamos a trabajar para que se siga consolidando.

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