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Entrevista central, martes 13 de diciembre: Federico Arregui y José Legaspi

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EC —La campaña publicitaria que el Grupo Ideas hizo a favor de la candidatura de Javier Miranda en la interna hizo su ruido, ¿cómo era aquella…?

JL —“Basta de mentiras, basta de acomodos, basta de…”, enumeraba una serie de errores en los que ha caído el FA. Hoy hace 100 años del nacimiento de Seregni, Seregni trazó una línea muy clara de la ética y la responsabilidad en la política, y el FA hoy, cada día más, desde hace un tiempo, miente, protege a quienes han mentido, como en el caso de Raúl Sendic.

El Grupo Ideas es muy diverso. De hecho, en la campaña para la interna había gente que después de esto que contaba Federico llamó a no votar en la interna, caso de Esteban (Valenti), por lo que fue llamado desertor; yo sin embargo sostenía que había que apoyar a Javier porque parecía la mejor opción. La vida demostró quién tenía razón y quién no. Pero el Grupo Ideas es más que los fogones, los fogones son una corriente que va en una dirección paralela, todos vamos aportando desde distinto lugar. Los fogones se han definido como un atractivo para los frenteamplistas desencantados o indignados, a mí me parece que hay otro sector de la población que apostó por el FA en su momento, que son de origen batllista, de origen blanco, y que no hay por qué perderlos o dejarlos en manos de otras opciones.

EC —Algo ya dijeron a propósito de lo que fue la campaña en la interna, pero ¿qué es lo que los ha desencantado? ¿Cuáles son los motivos de disconformidad?

FA —Dejando constancia de que uno habla a título personal, sin pretender representar a nadie, pero sabiendo que muchos de los oyentes de En Perspectiva van a sentirse identificados con lo que uno dice, quiero ser bien preciso. En mi caso personal, cuando explota el caso Ancap y las pruebas son irrefutables y evidentes, uno comienza a sacarse la venda de los ojos. De buena fe, uno tenía una venda en los ojos. Y con lo del título también.

EC —El título de Raúl Sendic.

FA —El no título de Raúl Sendic. Y cuando el plenario del FA apoya de manera unánime y no hay ninguna voz, de ningún grupo, uno comienza a desmoronarse y se le rompe el corazón, que es lo que les está pasando a muchas compañeras y a muchos compañeros que se definen como frenteamplistas. Se les partió el corazón, porque los frenteamplistas siempre dijimos éramos diferentes de los partidos tradicionales, que defendíamos la verdad, que queríamos ética. Hoy es el cumpleaños número 100 del general del pueblo, del otro general del pueblo, porque está José Artigas y está el general Seregni. En el libro de Gerardo Caetano Un artiguista del siglo XX –por Seregni–, cuando lo describen de joven, como oficial militar, Caetano y Neves dicen que el joven Seregni tenía siempre, en cada decisión que tomaba, una brújula moral y ética en la mano, que en cada decisión que tomaba estaba la brújula ética y moral en su mano. Esa brújula ética y moral yo qué sé dónde está, la tiraron o está guardada o se rompió y no la mandaron refaccionar.

Después resulta que no era solo el título de Sendic. También está el no título –aunque lo aclaró, pero fue un título que se usó durante muchos años– del hoy secretario político del FA, Gonzalo Reboledo. Después surgieron no títulos de trabajadores del Sirpa, que también eran sociólogos y resultó que no lo eran, y ahí vimos un doble criterio –que es lo que me escandaliza–, porque a esos dos sociólogos del Sirpa el Ministerio del Interior los denunció penalmente, mientras que estos dos señores uruguayos, iguales a los otros, uno es defendido unánimemente y el otro sigue campante, el presidente del FA ni la estructura, nadie le dijo “te equivocaste, da un paso al costado”. Es impensable que Seregni hubiera tenido como secretario político a alguien que se hubiera arrogado un título sin tenerlo.

EC —Casualmente Legaspi, cuando yo decía que fue candidato al Parlamento y estuvo en el séptimo lugar de la lista a la cámara de Diputados por Montevideo, estaba trabajando con Gonzalo Reboledo.

JL —Sí, claro.

EC —El primer candidato de esa lista era Reboledo.

JL —Exacto, fue así. Yo no sabía que era sociólogo, porque no se ponía eso de por medio, pero después escuché el audio de una entrevista que tú le realizaste cuando estabas todavía en otra radio con el programa, lo presentaste al aire como sociólogo y él no dijo nada, y eso fue para la campaña electoral del 2014.

EC —¿El episodio de Reboledo fue motivo de ruptura con ese sector político en el caso suyo?

JL —Sí… yo ya había decidido alejarme. Cuando el receso de la campaña de la interna por lo que ocurrió en Dolores, que fue bastante discutido, porque había gente que quería seguir haciendo campaña, y a la mayoría nos parecía, incluso a Javier Miranda, un dislate salir a pedir el voto para una elección interna en pleno caos y en plena situación terrible de mucha gente, me separé del equipo de campaña porque ya vi que la mano no venía como había sido al principio. Y cuando escribí una columna sobre lo de Gonzalo Reboledo, le avisé la noche anterior a Gonzalo: “Escuché al audio de la entrevista de Cotelo y vi los documentos que presentó Carlos Peláez de cuando entraste a la Intendencia ostentando un título que no tenés. La columna va sobre eso”, y lo tomó mal. Pero hay un elemento más, que es la colonización que se ha dado en el FA por parte del MLN, porque es un elemento de mucho peso en el FA.

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