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Entrevista central, martes 16 de agosto: Mohamed Odeh

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EC —¿Por qué? ¿Qué es lo que usted destaca de esa resolución?

MO —Uruguay reconoció a Palestina según la resolución 181, la de 1947; quiere decir que otorga a la Autoridad Nacional Palestina (ANP), a los palestinos, más superficie de terreno de lo que controlan hoy día. Originalmente la repartición les daba a los palestinos 44 % de la superficie de Palestina histórica, a los israelíes 54 %, y el 12 % restante era el Estatuto de Jerusalén. Hoy día los palestinos están ejerciendo la soberanía sobre un 22 % de la Palestina histórica. Quiere decir que Uruguay, con su reconocimiento, otorgó más terreno al gobierno palestino, el Estado palestino ocupado.

EC —¿Cómo hay que entender eso? ¿Fue un error? ¿O no, o fue una decisión que buscaba decir algo?

MO —No es un error, de ninguna manera. Uruguay desde siempre ha tenido un papel fundamental en respetar las leyes internacionales. Usted recordará aquella conferencia, aquel congreso que se celebró en Uruguay en 1932 o 1933, en que se sentaron los inicios de la legalidad internacional, de las leyes internacionales. Por lo tanto Uruguay, acorde con sus principios, con sus valores, reconoció la legalidad internacional.

EC —¿Qué ha pasado desde ese momento? ¿Cómo vienen evolucionando los vínculos?

MO —Se sabe que estamos bajo ocupación, que el pueblo palestino lleva sufriendo muchos años y que cualquier tipo de relación con el exterior se dificulta por las actuaciones de la ocupación. Ahora para materializar e implantar las embajadas respectivas, la de Uruguay en Ramala –temporalmente, porque estamos esperando que Jerusalén Oriental sea nuestra capital– y la palestina en Montevideo, se necesita tiempo para empezar a trabajar. Puedo asegurar que los representantes de Uruguay en Palestina han ido muy rápido, han sido muy firmes en el trabajo de fortalecer las relaciones. Las relaciones entre estados tienen vías claras, que la gente sabe cuáles son, y entre los pueblos puede haber otras vías.

El pueblo palestino y el pueblo uruguayo comparten principios y valores desde siempre, incluso en la época de lucha contra la dictadura había vínculos entre los dos pueblos. Pero hablando de gobiernos las cosas cambian, empezamos a hablar de cómo avanzar en materializar un intercambio de culturas, de comercio, de inversiones, y surgió la idea de invitar a (Carlos) Enciso a Palestina, el intendente de Florida, que hizo un acto único, que ningún dirigente político del mundo había hecho: visitar solamente Palestina, no visitó Israel y no usó a Palestina como un punto de paso, anunció claramente en Ramala que había ido a visitar Palestina.

EC —¿Es el único intendente de nuestro país que ha visitado Palestina?

MO —No solo de vuestro país, es el único político del mundo que ha visitado Palestina y solo Palestina, no hizo una visita partida entre Palestina e Israel. En Ramala se le preguntó cuál era la causa, y dijo: “Los que me invitaron fueron los palestinos, los israelíes no me invitaron; si me invitan voy gustosamente”. Esto enfadó a los israelís, porque todo tenía que pasar por ellos. Incluso cuando vino aquí y trajo la delegación de inversores fue objeto de ataques políticos de la representante israelí en Montevideo. Se retractó luego, pero el hecho ya había pasado.

EC —En estos días de visita a Uruguay usted ha tenido contactos con todo el sistema político. Concretamente, mantuvo reuniones con el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Colorado, con el Partido Independiente, con el Directorio del Partido Nacional, con la Comisión de Asuntos Internacionales del Frente Amplio y con el partido Unidad Popular. ¿Para qué? ¿Qué mensaje pretendía trasmitir?

MO —Yo traigo dos mensajes. Uno, para servir a mis dos compañeros que admiro, el embajador de Uruguay en Palestina, el señor Enrique Ribeiro, y Enciso, el intendente de Florida, por el trabajo valioso que han hecho, pues tenía que apoyarlo. Cualquier inversión extranjera en cualquier país necesita dos tipos de apoyos: primero un apoyo oficial, gubernamental, y luego apoyo político. Si no logramos que la sociedad uruguaya a través de sus partidos políticos acepte que hay inversión en este país y no la ayuda y la hace prosperar, no puede suceder. Por lo tanto uno de los objetivos de mi visita a Uruguay es recabar apoyos de los partidos políticos a esta iniciativa de Enciso para hacer inversiones palestinas aquí.

El otro mensaje es un mensaje político y de agradecimiento. El pueblo palestino está muy agradecido por la postura oficial y popular de Uruguay con respecto a la causa palestina. El mensaje político que traigo es que lo que está pasando en la zona, en Oriente Medio, el río de sangre que está pasando por Siria, por Irak, por Libia, por Yemen, ha dejado a la causa palestina al margen a nivel de la comunidad internacional. Pero la causa palestina es una causa viva desde hace muchos años y no puede estar a un margen, tenemos que volverla a la mesa de todos los foros, de todas las negociaciones que surgen a nivel mundial. Por lo tanto traje el siguiente mensaje de nuestro presidente, de la cúpula directiva de la ANP, del Estado Palestino bajo ocupación, con su presidente, el Comité Ejecutivo de la OLP: hemos optado por la paz y por la vía de negociaciones única y exclusivamente. Sí usamos nuestro derecho a la lucha, una lucha pacífica, no violenta y popular.

Esto los israelíes no acaban de entenderlo –estoy analizando, no estoy dando información–, quieren que su sociedad mire a los palestinos o como trabajadores o como terroristas. Y a la vez quieren que los palestinos vean a los israelíes o como colonos armados que están robando sus tierras o como soldados en los puntos de control. Estamos trabajando en la sociedad israelí para cambiar esta idea, porque hay muchos israelíes que no son ni soldados ni son colonos, como hay palestinos, muchos, la inmensa mayoría, que no son ni trabajadores en Israel ni terroristas.

Sobre este tema estamos hablando con todos los partidos, buscando apoyo para la iniciativa francesa para mover el asunto palestino. Una iniciativa que no es una maravilla, pero es mover las aguas estancadas para buscar el apoyo. El único país interesado en el tema y que no está apoyando es Israel, no quiere ninguna conferencia. A mi juicio, al gobierno de extrema derecha de Israel no le interesa hacer la paz.

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