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Entrevista central, martes 18 de julio: Sebastián Peaguda

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EC —En estas consideraciones cuando usted habla de las AFAP y su experiencia en manejar los recursos de los trabajadores afiliados termina abarcando también a República AFAP, ¿no? Usted acá está representando a las estrictamente privadas, pero ese concepto es el mismo, vale también para República AFAP.

SP —El concepto de la especialización que hay en los mercados financieros, por supuesto, no es naturalmente diferente. Tal vez la consideración mayor es que el fideicomiso sea dentro de BPS, habíamos visto en algún otro caso, ha habido experiencias de creación de un fondo, en la Ley de Minería de Gran Porte se hizo un capítulo específico diseñando un fondo para que el 70 % de los recursos que se dieran fuera volcado en el largo plazo, etcétera, pero no quedaba en el ámbito de un único organismo sino que estaba bastante articulado entre muchas contribuciones, que hoy en día se podrían usar para esto. Capaz que algo de eso sería más coherente, no meterlo adentro de la lógica del BPS, que va a tener que ver cómo ingresa los aportes, cómo los saca, etcétera. Si fuera de esa manera, sería bueno que los aportes que ya se sabe que van a estar incurriendo en un futuro se vayan acumulando, o sea, que los aportes del Estado no lleguen después de que se agoten los fondos sino que lo vayan haciendo a medida que los fondos se van ahorrando, porque son compromisos que se van asumiendo, de la misma manera que hacen las aseguradoras con las rentas vitalicias: reciben el fondo y lo reservan para pagar las obligaciones que le vienen.

EC —En definitiva, lo que ustedes dicen es que ese manejo de esos fondos de los cincuentones, por más que sea en un fideicomiso, no necesariamente va a tener el mejor resultado.

SP —No lo sabemos, hay que adquirir de vuelta experiencia, mostrar cómo uno performa en este mercado, nosotros lo hacemos todos los días y todos los meses nos comparamos entre nosotros. Ahí mostramos que tan bien lo hacemos unos contra otros. ¿Vale la pena volver a construir algo, otro actor?, si es para favorecer la competencia, bienvenido, pero en realidad creo que no es ese el punto sino poder seguir mejorando el sistema mixto de jubilaciones.

EC —Esa es una de las críticas que ustedes le hacen a la fórmula, la otra tiene que ver con el momento en el que el cincuentón va a tener que elegir.

SP —Es que es crítico, porque de alguna manera vamos a estar haciendo optar a la persona por salir de un sistema e irse al otro con una promesa porque no lo pueden asegurar porque nadie sabe cómo va a ser la vida activa de ese trabajador hasta que se genere el causal jubilatorio. Si lo hacemos optar con 51 años le dejamos todavía, en promedio, 12 años de vida activa para poder ver cuál es el resultado.

EC —¿Cuándo van a tener que elegir según el plan?

SP —No está definido, los trascendidos indican que tal vez en dos años como para poder hacer esa ventana de tiempo.

EC —O sea, van a tener que elegir en base a estimaciones, a un asesoramiento que se les suministre sobre cuál terminaría siendo su caso a la hora de jubilarse.

SP —Exacto. Y de la ley de revocaciones, que tiene cierto paralelismo con el espíritu de esta iniciativa, queda que de la gente que va y consulta en BPS para hacer su estimación se termina yendo el 20 % o 25 %, a lo sumo, entonces, yo no veo una gran preocupación en que las personas se vayan a ver estimuladas a asesorarse, porque es algo manejable. El tema es básicamente que cuantas más personas pasen de un sistema a otro van a ser necesarios más recursos del Estado para financiar sus pensiones, cuando lo podrían hacer por sí mismas. Evidentemente, el Estado no puede contemplar eso, porque no lo pudo hacer para los cincuentones, que teníamos un público bien contenido de 30.000 personas, con un perjuicio objetivo, si lo hubiera podido hacer ya habría estado la solución y no se hubiera requerido el ahorro en las AFAP. Entonces, cuando pase todo esto se va a poner más en jaque, si se quiere, el financiamiento del sistema.

EC —Pero, además, al tener que elegir ahora, en un plazo de dos años, ¿no se corre el riesgo de que después, cuando llegue el momento efectivo de jubilación, la persona concluya que se equivocó?

SP —Pero claro, es un poco lo que decía. Esas estimaciones [del BPS] son estimaciones y mientras lo conteníamos dentro de la gente que tenía un problema objetivo, era parte de lo que se podía hacer, no porque fueran muchos o pocos sino porque ya tenían un perjuicio, lo tuvieron durante 20 años, ¿qué diferencia podía hacer dejarlas elegir al final de su vida activa para que optaran por la puerta del BPS si fuera lo conveniente?

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