EC —¿Y en estos últimos casos, si hay problemas éticos, si hay problemas de violación de normativa del Estado?
RGI —Ahí tenemos que ver en qué encaja. Si encaja en algo del decreto 30 del 2003 y es sancionable, nos dirigiremos a quien tiene la potestad de sancionar, que puede ser el mismo organismo u otro, para decirle: señor, acá hay algo que viola normas vigentes; se lo trasladamos para que ustedes hagan lo que corresponda hacer. O podemos decir: queremos ampliar esta información, señores de Ancap, por favor, amplíennos esto.
EC —¿Ustedes pueden llegar a citar a Raúl Sendic, por ejemplo? Porque Sendic compareció esta semana ante el Tribunal de Conducta Política del Frente Amplio, y en su entorno en su momento se anunció esa disposición como un gesto importante. Está bien que declare ante su fuerza política, pero ¿no tiene que declarar en otro ámbito, en un ámbito institucional, en la medida en que fue presidente del directorio de Ancap y ahora es el vicepresidente de la República? ¿Podría declarar ante la JUTEP?
RGI —Nuevamente, prefiero no hablar de nombres, porque nosotros no estamos concentrados en nadie en particular. Si surge que interesa hablar con él, para que nos aclare algo, eventualmente podemos citarlo. Después veremos, pueden pasar dos cosas, que la persona se avenga a la situación sin problema o que diga “ustedes no son quiénes para citarme a mí”, lo fundamente. Ahí lo veremos, pero en la primera opción, que podamos conversar con la persona sobre la cual nos surgió alguna duda, conversaremos.
Creo que lo que tú decías y también con carácter general es que acá estamos hablando de funcionarios públicos que eventualmente hicieron algo que no estaría bien. Creo que ahí al que hay que darle respuesta es al ciudadano uruguayo, más allá de que cada uno con su fuerza política hace lo que le parece pertinente. Si mañana, Ricardo Gil, presidente de la JUTEP, tiene un problema, tengo que dar una explicación a los ciudadanos uruguayos, que son los que me pagan el sueldo y los que me pusieron acá, por vía indirecta, frente a ellos tengo que responder. Me parece que eso también es un mensaje fuerte de esta época en que la corrupción nos tiene que preocupar a todos, los funcionarios públicos tenemos que estar dispuestos a que los ciudadanos nos exijan más de lo que exigían hace 20 o 30 años, cuando la cosa estaba mucho más light.
EC —El decreto del año 2003 también dice: “El funcionario está obligado a rendir cuenta documentada y comprobable de la versión, utilización o gestión de los fondos recibidos”. Por lo visto, estas normas de conducta en la función pública no se cumplen del todo, no se las vigila del todo. Lo digo porque también está muy cuestionado lo poco exigente que se es en cuanto a las boletas en la rendición de cuentas de los viáticos, por mencionar un rubro en el caso del Parlamento, un caso del que nos ocupamos en estos días. ¿Qué dice de esa otra situación?
RGI —Es un tema interesante. Si yo estuviera buscando votos, tendría que decir que hay que apretar a todo el mundo para que presente la boleta de cuánto gasto hizo. Como yo no busco votos, no tengo carrera por delante ni me interesa, tengo que decir una primera cosa: ¿qué dicen las normas uruguayas sobre ese tema? Y hasta donde yo sé, que soy contador, no abogado, hay un decreto, que si no me equivoco es el 401 del año 91, que dice que rendir cuenta de los viáticos es demostrar que viajaste, es presentar las boletas de que viajaste, o sea tique de embarque, pasaporte, etcétera, pero no tenés que presentar las boletas de los gastos ni tenés obligación de reintegrar. Me puede gustar o no…
EC —Es un segundo decreto que vuelve menos exigente de lo que parecía esta disposición del artículo 34 del decreto del año 2003.
RGI —Sí, pero este es genérico y el otro es específico de los viáticos al exterior. Si no me gusta, lo tengo que cambiar, pero al que no rinde no le puedo decir “usted está violando la norma”, porque la norma, hasta donde yo sé, no le exige que lo presente. Ese es un tema que también, podemos hacer tiroteos políticos, pero hasta donde yo sé no tienen obligación de hacerlo. Si no rinden –pero eso es presentar los pasajes, no la boleta de en qué gasté–, el importe de los viáticos se incorpora al cálculo del IRPF.
EC —Esa es otra historia, también hay que tenerla en cuenta.
RGI —Es otra historia. Es más complicadito, es fácil hablar de esto y decir “hay que exigirles más” y “se están llevando la plata”. Porque además –yo trabajé en organismos regionales– eso puede ser una cosa de nunca acabar, porque si me exigís que te presente la boleta, después me vas a preguntar por qué fui a este hotel y no fui a este otro que es más barato. Entonces hay que ser muy cuidadoso y tener mucho sentido común de no montar un sistema que después nadie cumpla –porque los sistemas se montan para que se cumplan– o que el que quiera violarlo busque la vuelta y siempre caiga en la red el que no quiere hacer las cosas mal.
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