EnPerspectiva.uy

Entrevista central, martes 8 de noviembre: Gonzalo Mujica

Facebook Twitter Whatsapp Telegram

EC —Una de las razones por las cuales se especula con fuerza con que usted va a terminar yéndose del FA viene por otros planteos que ha hecho. Por ejemplo, ha dicho que el FA, en lugar de ir más a la izquierda, debería apuntar más “a la derecha” de lo que lo ha hecho en los últimos tiempos. ¿A qué se refiere, concretamente?

GM —A que el programa del Frente está siendo cuestionado también desde la izquierda del Frente, que está tratando de llevarlo a una especie de neokirchnerismo o chavismo a la uruguaya. Se vio en los planteos económicos que se hicieron desde el grupo de los ocho en adelante: aumentar impuestos a las empresas, aumentar IRPF, cuestionar las zonas francas, cuestionar la ley de inversiones. Hay una serie de planteos que van en una dirección que conocemos en la región, porque ya se ha practicado. Y yo creo que hay que mover el programa hacia la derecha, no hacia la izquierda.

EC —¿Más a la derecha de lo que lo ha corrido Astori, por ejemplo?

GM —Ah, pienso que sí, porque me parece que Astori en alguna medida ha ido hasta donde ha podido. En todo caso la referencia no es Astori, sino el mundo.

EC —Menciono a Astori porque dentro del FA hay sectores que lo miran de reojo y lo acusan de eso justamente, de estar desvirtuando la historia, la línea, el posicionamiento del FA.

GM —Creo que las mejores cosas de Astori vienen por este lado que yo digo. Me parece que una vez que se derrumba el paradigma latinoamericano que se había creado en torno a aquello que se llamaba socialismo del siglo XXI, etcétera –que básicamente si uno lo analiza era un intento de integrar América Latina al mercado mundial en las condiciones que fijara América Latina, las convenientes para sí misma, cosa que fracasó porque no tenía sustento económico, los países que iban a ser locomotoras de esa propuesta se derrumbaron todos–, que estamos ante una nueva situación latinoamericana y lo que nos queda es una decisión definitiva de integración al mercado mundial, las soluciones de los principales temas del país –la inserción internacional, muchos de los temas económicos, educación, seguridad, etcétera– quedan a la derecha de nuestro programa.

Naturalmente esto lleva a que, si tenemos sectores que pretenden mover el programa hacia la izquierda, hacia una visión kirchnerista, chavista, no importa el nombre, y yo estoy pensando que hay que moverlo hacia la derecha, luego en la acción política concreta vamos a tener fricciones todo el tiempo. Vamos a tener fricciones no solo en las investigadoras, tal vez las fricciones más grandes las tengamos en temas de política profunda.

Por ejemplo, en este momento estoy trabajando en un proyecto que voy a intentar presentar antes de fin de año, porque es un proyecto complejo y profundo, de modificar la política de topes jubilatorios. En base a que los topes jubilatorios existen antes de que se creara el IASS (Impuesto de Asistencia a la Seguridad Social), que es un impuesto progresional, y a que esos topes afectan a los mismos sectores que han hecho los mayores esfuerzos para sacar al país de la crisis del 2002 y a los cuales acabamos de recurrir en esta rendición de cuentas para pedirles que otra vez pongan para aguantar la economía en el momento de la caída. a esa gente, la clase media uruguaya, ¿cuándo le vamos a dar la luz al final del camino? Además de ser absolutamente injusto, porque yo estoy dispuesto a modificar las franjas del IASS, pero no tiene ningún sentido que usted se jubile y la tasa de reposición que tenga no sea la que le corresponde de acuerdo a sus aportes, porque además va a pagar un impuesto progresional sobre lo que reciba. Entonces tal vez acá tengamos un choque político bastante más profundo que el que tuvimos con las investigadoras.

EC —Justamente, teniendo en cuenta estos planteos que usted acaba de hacer, la pregunta es para dónde va. En los últimos meses se han producido varios movimientos a nivel político con la intención de formar alianzas nuevas o, incluso, partidos. ¿Está evaluando integrarse a alguna de esas posibilidades?

GM —No, no. He hablado con Pablo Mieres sobre lo que él está armando.

EC —Usted participó en las mesas redondas sobre socialdemocracia y la posibilidad de conformar un espacio de ese tipo con representantes de distintos partidos.

GM —Sí, aparte nos conocemos desde hace muchos años, él me explicó su idea. He hablado con batllistas que están interesados en ese proyecto, está bueno lo que están intentando hacer. He conversado, porque también soy amigo, con los intendentes blancos que están tratando de armar un sector dentro del Partido Nacional, wilsonista, progresista si se quiere, no sé cómo se lo puede caracterizar. En cualquier momento voy a conversar con Larrañaga, porque también lo conozco. Pero creo que la cosa va por otro lado.

EC —“¿Va por el lado de Novick?”, preguntan algunos oyentes en este mismo momento.

GM —No, no…

EC —Efectivamente, usted tuvo una aproximación, le llegó una aproximación del movimiento que encabeza Edgardo Novick. Concretamente la llevó a cabo el diputado Bianchi.

GM —No, Daniel Peña, que es amigo también, cuando me contó que se iba con Novick conversamos un poco. Pero ya lo he dicho en varios lados y lo repito acá: si me termino yendo del Frente me voy a quedar solo con mi banca hasta el final del período y punto, no me voy con nadie, primera cosa. Ya lo he dicho y lo reitero, no me voy a otro partido, me quedo en la banca haciendo política como yo la siento, como yo la entiendo y al final del período la gente va a decidir lo que hace conmigo. Punto.

EC —Esto queda grabado.

GM —Sí, sí, queda grabado. Respecto a lo que creo que hay que hacer, creo que el problema es de programa. Pienso que los partidos deberían… no pensar en un programa común, porque eso es muy difícil o tal vez imposible, pero tampoco creer que va a haber un programa que se pueda aplicar cuando triunfe el sector tal o cual. Hay 10, 15 puntos que todos deberíamos incorporar en nuestros programas, que es muy distinto de tener un programa común. Cada cual tiene el programa que quiere, la lista que quiere y los candidatos que quiere, pero hay 10 o 15 cosas –inserción internacional, política económica, política educativa, seguridad, defensa, vivienda y a salud, por ejemplo– que todos los que acepten deberían incorporarlas en su programa. Es distinto del programa común, cada partido lleva lo que quiere llevar, pero todos nos comprometemos a llevar 10 puntos determinados.

EC —¿Políticas de Estado?

GM —Por lo menos políticas de programática común que nos aseguren a todos que en un futuro gobierno hay algunos aspectos con los cuales todos tenemos un compromiso, todos peleamos por ellos, los tenemos en nuestro programa y por lo tanto los podemos compartir sin que haya un juego político de créditos y débitos y cosas por el estilo. Creo que eso es esencial.

EC —¿Esa va a ser una de sus líneas de trabajo?

GM —Va a ser una de mis líneas de trabajo. Incluso como independiente dentro del FA voy a plantear esto, y naturalmente también se lo voy a plantear al FA, no voy a excluirlo en esto. Creo que son cosas que es necesario hacer, es necesario planteárselas a la gente. Y no estoy hablando solo de los partidos, creo que las fuerzas sociales deben participar en la creación o en el acuerdo en torno a 10 o 15 cosas para asegurarnos de que la mayor parte de las fuerzas políticas que van a pugnar en la próxima elección las tengan en su programa. Me parece que eso es muy importante.

EC —Un gran acuerdo multipartidario sobre asuntos básicos.

GM —Sobre asuntos puntuales. Yo estoy en eso, se lo he contado a varios de ellos, a varios dirigentes de la oposición con los que he conversado, les parece una buena idea, es un poco llamativa porque es nueva, etcétera. Como además estoy en este otro debate no he tenido mucho tiempo tampoco para promoverla, pero es a lo que me quiero dedicar en los tres años que faltan. Dentro del FA como independiente, fuera del Frente como independiente, es lo que quiero hacer.

***

Comentarios