EC —Dijimos hace un rato, mirando esto, que se parece a una panadería.
PB —Exactamente, decimos que una industria farmacéutica es muy parecida a una panadería, porque mezcla masas, mezcla productos, después los corta, los cocina, los seca.
EC —Lo digo por algunas de las máquinas que se ven acá.
PB —Exactamente, son las máquinas reales con las que trabajan, eso es parte de la actividad y de la capacitación específica que reciben, con máquinas reales, del mundo real.
EC —¿Cómo seguimos? Buen día.
CAMILA CASCARDO (CC) —Les cuento un poco lo que aprenden acá los chicos. Básicamente les damos la capacitación, tienen 140 horas de laboratorio para aprender lo básico para entrar a una industria farmacéutica de operarios. Eso implica que tienen que aprender normativas, la parte de cuán importante es mi trabajo y la responsabilidad que implica fabricar un medicamento. Un medicamento se le da a un paciente que generalmente ya está en una condición de salud riesgosa, entonces necesitamos que eso llegue con determinadas características de calidad que son muy altas, son estándares muy altos. Enseñamos cómo tiene que ser mi trabajo hacia ese medicamento, el cuidado que tengo que tener para que eso salga bien. Y toda la normativa, toda la parte de procesos, cómo se fabrica un comprimido, todos los procesos físicos que hay detrás. Básicamente eso es lo que salen sabiendo. Por suerte ya hay varios chicos que están trabajando en la industria con muy buenos resultados.
EC —Repasemos qué formación tienen hasta ahora, de dónde vienen.
CC —Vienen básicamente con tercero aprobado. Hay algunos que tienen un poco más de escolarización, pero lo que se exige como mínimo es tercero. Aparte de laboratorio tienen otras materias que los ayudan a hacer el proceso de insertarse en un medio laboral.
EC —¿Cuáles son esas materias?
CC —Tienen la parte en la que se les da herramientas con apoyo psicológico sobre cómo encarar una entrevista o cómo armar un currículo, tienen informática, electricidad, porque la mayoría de las máquinas que van a utilizar son eléctricas, entonces tienen la parte de trifásica. También tienen la parte de comunicación, que empiezan ahora.
Con eso básicamente se arma un combo de competencias que los va a habilitar para trabajar, en este caso específico, en la industria farmacéutica. Por eso este curso tiene 140 horas de laboratorio, porque hacemos el mayor hincapié en que manejen todos los procesos que están detrás de la fabricación de medicamentos y la normativa.
EC —¿Cuál es la duración?
CC —En total son tres meses y medio, cuatro meses.
EC —¿Podemos hablar con algunos de ellos? ¿Quién se anima a hablar?
¿Cómo te va? ¿Qué edad tenés?
ESTUDIANTE I —Diecinueve.
EC —¿Dónde vivís, a qué distancia del centro?
E (I) —Vivo en Las Acacias.
EC —Tenés que caminar bastante.
E (I) —Sí, son como 20 cuadras.
EC —¿Cómo venís?
E (I) —Vengo en ómnibus.
EC —¿Qué habías estudiado hasta ahora?
E (I) —Tenía tercero de liceo aprobado, y cuando me enteré de Los Pinos vine para acá.
EC —¿Y cómo te largaste a esta especialidad en particular? ¿Por qué esta opción?
E (I) —Un amigo me contó que hizo el curso acá y ha tenido buenos resultados. Yo aproveché la oportunidad y vine a ver si conseguía los mismos resultados que él o mejores.
EC —Buenos resultados por el lado del empleo. Esta es una de las características que tienen estos cursos cortos, que en general terminan con ellos trabajando, por lo menos tienen una opción laboral a su disposición. Y algunos trabajan incluso mientras están estudiando.
Así que la posibilidad de tener un puesto de trabajo fue el gran gancho, pero ¿tenías estos temas de la industria farmacéutica, etcétera?
E (I) —No, nunca me dediqué a estudiar esto, pero siempre quise tirarme para el lado de la industria farmacéutica, por el lado químico. Tenía pensado hacer bachillerato, terminar el bachillerato y estudiar una carrera relacionada con eso.
EC —O sea que alguna inclinación por esta opción tenías.
E (I) —Claro.
EC —¿Y cómo te está resultando? ¿Te llevás bien?
E (I) —Sí, por suerte me va un poco bien. Ya me consiguieron trabajo.
EC —¿Dónde estás trabajando?
E (I) —Arranco hoy en Laboratorio Haymann.
EC —¡Hoy mismo! […] ¿Cómo va a ser el horario?
E (I) —De 14 a 20 hs, porque me dan la posibilidad de terminar el curso. Después cambio el horario y empiezo a hacer ocho horas.
EC —Así que en las próximas semanas tenés una jornada bien intensa.
E (I) —Claro, al palo.
EC —Estudiando primero y después trabajando. No te asusta.
E (I) —No, le doy para adelante.
EC —Felicitaciones y suerte.
¿Hay alguno más que se anima?
¿Cuál es tu caso? ¿Terminaste el liceo?
ESTUDIANTE (II) —Hasta sexto año de liceo, me quedan unas materias para dar.
EC —¿Por qué elegiste este curso?
E (II) —También, un amigo hizo el curso aquí y me lo recomendó porque está muy bueno y salió con trabajo. Tomé la decisión de hacerlo y también me gustó bastante.
EC —¿Tenías alguna noción o algún gusto por esta temática?
E (II) —No, al principio no, quise innovar un poco en conocimientos y ver cosas nuevas. Es todo nuevo para mí.
EC —¿Te ha ido bien?
E (II) —Sí, bastante bien, sí. De hecho ya tuve entrevista de trabajo también y quedaron en llamarnos para firmar contrato.
EC —O sea que te parece que vas a trabajar ahora nomás.
E (II) —Sí, esperemos que me llamen, así ya empiezo en el mundo laboral.
EC —¿Algo para comentar a propósito de cómo son estas clases?
E (II) —Excelentes, excelentes clases, recomendadas para todos los que quieran venir que tengan tercero aprobado. Y los que no, que intenten terminar tercero de liceo, porque realmente da resultados buenos.
EC —¿De dónde sos tú exactamente en toda esta zona?
E (II) —Vivo aquí cerquita, en un complejo de viviendas a dos o tres cuadras.
EC —Tú la tenés fácil para llegar.
E (II) —Sí, bastante fácil.
