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Entrevista central, miércoles 1 de junio: Pablo Bartol

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Entrevista con Pablo Bartol, fundador y director de Los Pinos.

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Video de la entrevista

EN PERSPECTIVA
Miércoles 01.06.2016, hora 7.49

EMILIANO COTELO (EC) —“Un país donde todos los niños y jóvenes tengan la oportunidad de dar el máximo de su potencial independientemente de su lugar de nacimiento…”

Esa es la visión que guía al Centro Educativo Los Pinos, una institución que se levantó hace casi 20 años en lo que entonces era un basural y por la cual hoy pasan a diario más de 300 alumnos, entre niños, adolescentes y jóvenes, todos ellos provenientes de la zona de Casavalle.

Hasta aquí hemos llegado esta mañana con el equipo de En Perspectiva. Para empezar, nos hemos instalado en la biblioteca, un ambiente muy acogedor, donde además tenemos un buen punto de observación tanto de la entrada del centro y su enorme jardín ubicado al frente como hacia el fondo, donde están ubicadas las canchas de fútbol, básquetbol y rugby.

Nos acompaña el fundador y director de Los Pinos, Pablo Bartol.

Contanos con tus propias palabras qué es Los Pinos.

PABLO BARTOL (PB) —Los Pinos es un centro educativo que al instalarse aquí en Casavalle ha buscado responder a las necesidades educativas del barrio, tanto de los niños como de los jóvenes, y a la vez ha ido dándoles lugar a un montón de docentes que tenían ideas muy innovadoras de cosas para hacer aquí, ha sido como abrirles la cancha a todos esos docentes. La Olimpíada de Matemática, por ejemplo, bajo el liderazgo de Gustavo Bentancor, un gran docente de Matemática, es haberle dado cancha para que desarrolle todo su potencial y una actividad que este año ya está llegando a 11 departamentos. Lo mismo con la parte de deporte, todo lo que es inclusión social atrás del deporte ha sido darles cancha a docentes de educación física, de fútbol y de rugby para que logren llevar a los chicos a competir a todo nivel. Hemos llegado a ir a Buenos Aires a campeonatos del colegio Los Molinos en la zona de San Isidro, un campeonato al que van niños de muchas provincias argentinas. Ha sido eso, ir respondiendo a necesidades del barrio y también darles para adelante a docentes que tenían algo nuevo para proponer.

EC —¿Quiénes son los que acuden? ¿Cómo podemos definir el público de Los Pinos?

PB —El público de Los Pinos es el público que rodea Los Pinos en Casavalle, es gente que vive muy cerquita. Es gente que tiene una inquietud por salir adelante, sobre todo sus padres o sus abuelos o quienes estén a cargo, gente que claro que la educación es lo que la va a sacar adelante. Y cuando ven en el barrio una iniciativa que apunta a apoyarla, a mejorar, la gente se acerca buscando eso, salir adelante, tener algo mejor, una nueva oportunidad en su vida.

EC —¿Se selecciona a los alumnos?

PB —Sí, hay una selección que hacen las trabajadoras sociales. Se hace en función de la necesidad de la familia y el compromiso que se ve que va a tener con lo que hacemos aquí. Tiene que haber una identidad entre lo que nosotros buscamos y lo que busca la familia. Nosotros buscamos apuntar alto y que salgan adelante, la familia tiene que apuntar en el mismo sentido, ese es básicamente el criterio de selección. También hay, obviamente, un tema de necesidad, hay familias que tienen una necesidad más imperiosa.

Te diría que la selección es la tarea más ardua que hay acá en Los Pinos. En apoyo escolar y liceal tenemos 240 niños de entre 6 y 16 años y lo que nos importa es que la familia realmente quiera apoyar lo que hacemos. Pero tenemos esos 240 aquí y 300 en lista de espera. Es una tarea muy tensionante decidir, entre esos 300 que quieren entrar, a cuál decirle que sí y darle un lugar, el resto tiene que esperar. Por suerte yo ya no hago esa tarea, que era la que más me estresaba, la más angustiante. Ves un montón de familias que tienen una necesidad enorme de que su hijo participe en estas actividades y tenés que elegir, tenés que tratar de identificar quién va a tener el mayor compromiso.

EC —¿Qué tipo de actividades tienen lugar acá a lo largo del día?

PB —En la mañana tenemos sobre todo capacitación laboral, son jóvenes de entre 18 y 24 años que reciben seis meses de capacitación y después les aseguramos un trabajo en una fábrica. De tarde tenemos apoyo escolar y liceal. Los fines de semana tenemos inclusión social a través del deporte. Y luego tenemos la Olimpíada de Matemática, que es una actividad distinta, en la que intervienen escuelas públicas de todo Montevideo y este año estamos llegando a 11 departamentos del interior. Es una actividad muy distinta y que apunta a un público mucho más amplio. Este año van a participar unos 25.000 niños en esa actividad.

EC —¿Qué tipo de comidas tienen los niños, los adolescentes, los jóvenes en este lugar?

PB —Los que vienen temprano tienen el desayuno, luego todos los que vienen de las escuelas y los liceos almuerzan aquí, y antes de irse, 4.30, 5.00, tienen la merienda.

EC —Rosario, ¿dónde estás?

RC —Me vine al cuerpo más cercano a Mendoza de estos edificios en ladrillo, tan característicos del lugar, porque aquí es donde están instalados los talleres y es la hora en que entran los chicos mayores de 18 años, que son casi adolescentes. Las clases empiezan a las 8 hs, ya están todos los profesores en su salón, y acá están los alumnos, pegaditos a la pared, para evitar la correntada, tan forrados que no les veo más que los ojos, esperando lo que habrá de ser, en un instante, el inicio de la clase de ayudante de laboratorio. Enfrente están los que van al curso de electricidad.

EC —En la biblioteca veo otro movimiento de ingreso. Están pasando alumnos, profesores. Este es el momento en que se prepara la actividad.

RC —Exactamente. Recién están llegando, llegan caminando desde camino Mendoza o San Martín, algunos a campo traviesa por la zona de verde y de canchas. Hasta aquí llegan forrados porque el viento y el frío esta mañana son crueles.

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