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Entrevista central, miércoles 15 de marzo: Martín Vallcorba

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EC —Algo ya contestó sobre este tema, pero viene esta consulta de un celular terminado en 254: “¿Por qué existe un monopolio a la hora de arrendar el POS? ¿Modificar eso no bajaría los costos?”.

MV —Esa ha sido una preocupación central desde que comenzamos a trabajar en los temas de inclusión financiera en el sentido de generar mejores condiciones de competencia en el mercado. Es cierto que hay problemas de competencia, en el caso de las redes de POS hay una red que tiene una posición dominante porque tiene la mayor cantidad de terminales. La respuesta de las políticas públicas frente a esa situación ha sido igualar la cancha y generar condiciones para que cualquier red de POS pueda competir. Después son estructuras de mercado. Lo que tenemos que evitar es que haya un abuso de posición dominante, que a partir de esa posición dominante se bloquee la entrada de competidores, que era lo que sucedía antes. Porque cuando una red de POS dominante, que además está asociada a las principales tarjetas del mercado, dice “mis tarjetas solo pasan por mi red de POS, y por mi red de POS no pasa otra tarjeta que no sea la mía”, se está haciendo un abuso de esa posición dominante que bloquea a la competencia, tanto en las redes de POS como en las tarjetas.

A partir de la reglamentación de la interoperabilidad eso se ha limitado. Por lo tanto la respuesta que desde las políticas públicas se ha dado a esa situación, que no es de competencia perfecta –la realidad en los mercados es que no hay competencia perfecta, acá hay situaciones de poder de mercado–, es regular para generar condiciones que aseguren la posibilidad de que se compita en igualdad de condiciones. En eso hemos avanzado, hoy estamos dando la posibilidad de ingresar al que lo quiera hacer.

EC —Pregunta otro oyente: “¿En qué está la implementación de las billeteras electrónicas?”.

MV —En todos estos casos es muy importante la iniciativa de los actores privados y es muy importante que las políticas públicas faciliten el desarrollo de esas iniciativas. Nosotros hemos hecho una apuesta muy importante a que la experiencia de restricción del uso de efectivo en los taxis sea una especie de piloto que permita apalancar y potenciar el uso de las billeteras electrónicas, sobre todo de los pagos móviles, los pagos a través de celulares. De hecho en los próximos días va a ser posible en todas las unidades de taxi pagar directamente desde el celular, sea a través de una aplicación, sea a través de mensajería en los celulares más sencillos. Por ahí hay todo un desarrollo, que es también por donde está yendo el mundo, a utilizar el celular como plataforma de pago.

EC —Sí, incluso hasta terminar con las tarjetas, hay quienes dicen que las tarjetas tienen sus días contados.

MV —Por lo pronto la tarjeta como la conocemos hoy físicamente seguramente sí, de hecho ya muchos países han avanzado a que la tarjeta esté incorporada al celular, a que a través de la tecnología de contacto yo pueda pagar con mi tarjeta desde el celular sin tener que tener la tarjeta en la mano. Realmente la tecnología avanza y avanza a una velocidad muy importante y es fundamental que nuestro país acompañe esos procesos de modernización porque tienden a generar un sistema de pago más eficiente, más moderno, más seguro. En esa línea creo que hemos avanzado muchísimo en estos años. El uso del celular es algo que se viene, seguramente no nos podemos imaginar hoy cómo será el sistema de pago dentro de unos pocos años.

EC —¿Y ese sistema no baja los costos?

MV —Sin duda, todas estas nuevas tecnologías reducen costos. Eso nos ha permitido dos cosas. Por un lado, el avance hacia la universalización en el acceso a los servicios financieros; hace 10, 15 años era imposible plantearse el desafío de que toda la población, cualquier trabajador, cualquier pasivo, cualquier comercio, por más chiquito que fuera, pudiera tener una cuenta gratuita, porque los costos operativos eran muy elevados. El avance en las tecnologías de la comunicación, el desarrollo de todos estos avances tecnológicos ha permitido ese desafío de la universalización gratuita, sin costo. Y por otro lado, ha bajado sustancialmente el costo de los aranceles, como comentábamos. Entonces sin duda este proceso vino para quedarse y la tecnología es un aliado para seguir avanzando en la inclusión y reduciendo costos a favor de las personas y de los comerciantes.

Video de la entrevista

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Transcripción: María Lila Ltaif

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