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Entrevista central, miércoles 30 de agosto: Carolina Cosse

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EC —La famosa paramétrica.

CC —Sí, la famosa paramétrica.

EC —Que se cuente con una paramétrica transparente.

CC —O lo más cercano posible, porque las empresas tienen información que no es información, que son datos. Me gustaría que la población contara con buena información, transparente, fácil de entender, de cómo una variación en el tipo de cambio puede afectar o no todos los aspectos de la empresa, no solo la tarifa.

EC —Está bien, pero el precio de los combustibles no es solo el reflejo de los costos y de la utilidad de la propia Ancap; muchas veces, en los últimos años sobre todo, inciden otros factores, inciden necesidades fiscales. El precio también incluye esa variable.

CC —El precio del combustible al usuario final incluye un porcentaje muy importante, cercano al 50 % o al 40 %, de carga impositiva, y eso no lo podemos tocar porque tiene que ver con el equilibrio fiscal del país. Por lo tanto Ancap tiene poco margen para incidir sustantivamente en un cambio importante del precio. Por eso me parece importante que estas cuestiones se manejen de manera transparente. Además, me parece que una reflexión interesante es que la empresa empieza a estar en condiciones de trasladar a la tarifa estos gaps del tipo de cambio y del precio del petróleo, manteniendo un margen razonable como empresa. No podemos tener una empresa tan grande contra la pared en los márgenes y pedirle que además sea competitiva en las tarifas. Tenemos que tener una empresa saludable para que las tarifas sean competitivas. Y desde el punto de vista industrial, creo firmemente que necesitamos que las tarifas sean competitivas.

EC —Según la consultora SEG Ingeniería, que cada tanto difunde sus cuadros, seguimos teniendo las tarifas de combustible más altas de la región. El gasoil en Uruguay está a US$ 1,34 por litro, cuando entre nuestros vecinos el más caro es el de Argentina, a US$ 0,95, después el de Brasil, a US$ 0,93, y el de Chile, a US$ 0,72. La nafta en Uruguay está a US$ 1,60 por litro, cuando en Argentina está a US$ 1,19, en Brasil a US$ 1,11 y en Chile a US$ 1,13.

CC —Sí, tenemos que trabajar en eso. Cada país tiene su particular realidad, Uruguay tiene la suya. Hay que trabajar en la competitividad de las tarifas a la uruguaya, con nuestra realidad. Tenemos una empresa que tiene que ser más eficiente, y hay un camino que se está andando que demuestra que se está trabajando en eso con resultados.

EC —En el acto de presentación del balance la ingeniera Jara dijo: “En este primer semestre no se utilizaron ingresos de la tarifa (de combustible) para financiar otros negocios”.

CC —Es así.

EC —¿Eso es un indicador de que se acerca una rebaja, de que es posible pensar a corto plazo en rebajas, efectivamente?

CC —No me gusta alentar falsas expectativas. Lo que puedo reiterar es que se está logrando sacar a la empresa del estrés financiero, se está logrando reorganizarla y hay una intención de este ministerio y de los directores de Ancap de que la cuestión sea más transparente. Es un camino que estamos demostrando que lo estamos recorriendo y vamos a seguir. No puedo anunciarle “se van a rebajar las tarifas”, no puedo, porque no sería serio.

EC —El otro comentario que surgió después de que se divulgaran los números del primer semestre, junto con el de cuándo van a bajar los combustibles, es: ojo, no se olviden, acá hubo que capitalizar a Ancap de manera importante. Casualmente, en el fin de semana, en una recorrida que hizo por el Día del Comité de Base, el hoy vicepresidente de la República, Raúl Sendic, atribuyó parte de los resultados positivos de Ancap a las inversiones que se hicieron durante su gestión. Incluso se preguntó: “¿Qué tiene de malo que se capitalice a una empresa del Estado después de que hace un proceso de inversión de US$ 1.200 millones”? ¿Usted está de acuerdo con ese diagnóstico?

CC —Usted ha dicho muchas cosas, ha dicho varios diagnósticos en uno. Si yo estuviera obligada a emitir a un juicio único sobre la cantidad de diagnósticos que usted ha dicho diría que no estoy de acuerdo.

EC —Vamos por partes. El razonamiento de la gente es: está bien, por suerte Ancap está acomodando sus números, pero los uruguayos tuvimos que poner plata cuando estuvo al borde de la quiebra, hace un año y pico nada más. Y Sendic responde: ¿qué tiene de malo capitalizar si hicimos un proceso de inversión tan grande, de US$ 1.200 millones? ¿Usted ata una cosa con la otra? ¿O la capitalización fue necesaria porque había problemas muy serios de gestión?

CC —Está mezclando los diagnósticos, con todo respeto.

EC —Sepárelos usted.

CC —Sabe que no quiero separarlos, y le voy a explicar por qué. A ver cómo lo digo, porque me parece que esto es importante para el país. Capitalizar una empresa no está mal, sucede en todos los ámbitos, públicos y privados, en el ámbito privado sucede a menudo. Lo que… a ver cómo lo expreso… qué difícil pregunta me ha hecho, me ha puesto en un brete. Porque yo estoy convencida de que el mejor proyecto para este país y en algunos aspectos el único proyecto de este país es el que lleva adelante el Frente Amplio (FA), por lo tanto como frenteamplista todo el tiempo me pregunto si lo que hago o lo que digo ayuda o no a la unidad del FA, que creo que es el principal capital. Porque creo que el Frente es mucho más que un partido político o que un coalición de partidos.

Así que, ocupando una posición de responsabilidad en este gobierno, que no es el gobierno de los frenteamplistas, es el gobierno de todos los uruguayos, pero respondo a un programa que llevó a este gobierno a esta posición… En ese sentido, además de adherir al programa del FA en la ejecución de mi responsabilidad, trato de proteger por todos los medios, con mis declaraciones o con mi acción, la unidad del FA.

EC —¿Qué quiere decir? ¿Que si contesta esta pregunta que le estoy haciendo en este momento, en este contexto, usted va a estar generando “ruido”, problemas en la interna del FA?

CC —No, le voy a contestar con todas las letras: quiere decir que en muchas opciones, ejerciendo mi responsabilidad, he encontrado lo que a veces definiría como un silencio activo. Porque hay un silencio pasivo que es no opino porque no me interesa o porque no sé qué, y hay un silencio activo, que es yo trabajo en los temas y guardo silencio porque creo que cualquier opinión personal mía no aportaría a la solución del tema, más allá de trabajar en el tema, o al revés, no aportaría a la unidad de la fuerza política. Mantener un silencio activo en varios temas o en algún tema para mí es un ejercicio de madurez.

EC —¿Y usted se va a quedar en un silencio activo en este punto?

CC —No, le digo lo que he venido haciendo. No comparto que los resultados positivos de Ancap se deban a temas de la gestión anterior. Y no voy a decir nada más sobre el tema, porque puedo mantener esa madurez y puedo trabajar en el tema hasta cierto punto, por eso le estoy diciendo eso. Y le pediría cambiar de tema.

EC —Voy a agregar en todo caso una frase suya que de algún modo complementa lo que venía diciendo. Durante el acto de presentación usted dijo: “De un año a esta parte, no solo se gestionó, sino que se dirigió la empresa con un rumbo”.

CC —Sí, porque creo eso en general de todas las empresas.

EC —Pero implícitamente está diciendo que antes ese rumbo no existía, está hablando de que acá hubo un cambio cualitativo en la gestión de Ancap desde que asumieron las nuevas autoridades.

CC —Estoy marcando que una cosa es gestionar y otra cosa es dirigir. Cuando uno gestiona, gestiona, administra; cuando uno dirige, uno marca un rumbo y en función de eso alinea la gestión. No se hace de un día para el otro, no digo que sea fácil ni digo que haya mala intención de otros; se puede ser muy buen gestor y no dirigir bien, o al revés. Yo siempre trato de construir, quiero construir, estamos construyendo.

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