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Entrevista central, miércoles 31 de agosto: Constanza Moreira

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EC —Lo cierto es que si el presupuesto tiene los inconvenientes que tiene –ojo, no digo que sea escaso el presupuesto, pero no alcanza para mantener el equipamiento al día– lo que las Fuerzas Armadas pueden hacer, la Fuerza Aérea en este caso, es muy poco, es casi simbólico.

CM —Hay muchas cosas mezcladas acá. Primero tienen que tener una administración cristalina de los fondos. Yo no quiero seguir despertándome en las mañanas leyendo sobre las compras en la Armada, ya hemos tenido unos cuantos líos.

EC —Ese es todo un capítulo en el caso de la Armada Nacional, lo de las compras fantasma que han terminado en el procesamiento y la condena de varios oficiales y comandantes en jefe.

CM —Entonces yo necesito una administración cristalina de los recursos del Estado, porque los recursos del Estado son pocos, porque son sagrados, porque los pagan todos los uruguayos, entonces lo primero que necesito es que el MDN tenga una administración cristalina. Es el ministerio que más observaciones del Tribunal de Cuentas recibe, es el ministerio que menos ha incorporado el sistema de transparencia que el Estado aplica para todos sus ministerios. Tenemos todos los sueldos y la plata la tenemos en la web, eso forma parte del hábeas data, del derecho de la gente a informarse sobre en qué se gasta la plata del Estado. Porque tiene que haber normas de transparencia para saber en qué se gastan la plata los privados, pero la plata del Estado tiene que ser completamente transparente. Entonces primero pediría eso, transparencia en el uso de los recursos públicos.

En segundo lugar, sobre el tema de las inversiones, creo que las Fuerzas Armadas tienen que debatir la misión de la defensa en un marco civil. Esto no puede ser una discusión de militares, por supuesto que los militares tienen que estar, pero para dónde va el rumbo de la defensa de este país tiene que ser una discusión civil. Por eso las discusiones con Huidobro, nunca pude tener una discusión con Fernández Huidobro, el ministro de Defensa ya fallecido, porque cada vez que alguien intentaba hablar de las Fuerzas Armadas nos descalificaba a todos, nos trataba de ignorantes.

EC —Sí, el intercambio entre ustedes dos en particular fue muy crispado.

CM —Entre nosotros dos, de él con las organizaciones de derechos humanos… Tiene que ser un debate sereno.

EC —Está pendiente ese debate. Un colega suyo, Julián González Guyer, él sí experto en seguridad internacional y defensa, dijo que, a pesar de que se promulgó la Ley Marco de Defensa Nacional, “no se ha avanzado en establecer estratégicamente cuál es el rol que deben cumplir las Fuerzas Armadas, más allá de esa normativa, que es de carácter general. Lo que hay que saber es qué queremos de las Fuerzas Armadas, qué estrategia de defensa tenemos y para qué. Eso permitiría definir qué capacidades se requieren y cuánta gente se necesita”.

CM —Exacto. Pero yo voy a una comisión de Defensa del FA, he ido algunas veces, y allí aparece una especie de plan de la defensa nacional vinculado a la Ley de Defensa. Tenemos esta discusión dentro del FA, hay muchos compañeros del FA que creen que las Fuerzas Armadas están para defender los recursos naturales, para apoyar las situaciones de emergencia nacional…

EC —De hecho juegan ese papel.

CM —Exacto. Las Fuerzas Armadas son una institución total; una institución total es aquella en la cual los individuos viven, comen, duermen, se educan, la persona hace toda su vida ahí adentro. Una iglesia, un convento, un manicomio son instituciones totales, la gente hace su vida ahí adentro. Y la idea es que la democracia destotalice estas instituciones. Creo que la idea por izquierda es descorporativizar a las Fuerzas Armadas, que compartan la vida con la población civil. Pero el problema que se produce en estas instituciones es que tienden a colonizar, se dice que las Fuerzas Armadas tienden a colonizar. Quiere decir que tienen unas misiones reducidas, pero luego las van ampliando. Y la verdad es que en el plan de defensa que fue presentado oportunamente por Fernández Huidobro aparecían funciones de las Fuerzas Armadas que no son de las Fuerzas Armadas.

EC —¿A qué se refiere, por ejemplo?

CM —La misión de las Fuerzas Armadas en la Ley de Defensa es la defensa de la integridad territorial del país, esa es la definición marco. Luego la defensa de la integridad territorial del país implica a, b o c, pero nunca pudimos tener eso, porque cuando se trató de armar el Presupuesto Nacional por programa y se armó por programa, el Ministerio de Vivienda decía “eliminar el hacinamiento y reducir los asentamientos a la mitad”, y el MDN no hizo nada, no elaboró un presupuesto por programa, se perdió la oportunidad histórica de bajar a tierra qué quiere decir “defender la integridad territorial del país”. Obviamente, colaborar con el Mides no es parte de defender la integridad territorial del país y las Fuerzas Armadas lo hacen, pero lo hacen todos, lo hacen los municipios, lo hacen los bomberos, lo hace la policía, lo hace la educación. Todos tenemos funciones extra asignadas en esta sociedad que no son aquello para lo que estrictamente estamos. Por eso las sociedades funcionan también, no porque cada uno haga solamente aquello por lo que le pagan, sino porque hace un montón de otras cosas que tienen que ver con la solidaridad social. Entonces, ¿cuál es la misión de las Fuerzas Armadas? Eso es lo que debe ser serenamente discutido, racionalmente discutido. Quizás no sea el momento una discusión de presupuesto, pero el problema es la capacidad que tienen las fuerzas de entrar en una discusión civil cuando existe toda esta desconfianza con lo civil y que los civiles no entendemos nada del tema.

EC —Pero entonces, ¿cómo salimos de este brete? Porque usted más temprano, cuando yo le preguntaba a propósito de las carencias de las Fuerzas Armadas en materia de equipamiento –aviones obsoletos, naves obsoletas en el caso de la Armada–, empezaba mirando los gastos en personal, en sueldos, y por ejemplo destacaba que el Ejército es demasiado grande, que tiene demasiados funcionarios y una estructura de cuarteles excesiva. Pero para llegar a esa conclusión primero hay que saber qué queremos que haga el Ejército. ¿Es tan obvio que es un ejército grande?

CM —Sí, es obvio con los números.

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