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Entrevista central, miércoles 5 de abril: Pedro Bordaberry

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EC —Usted mantuvo con los Sanabria, en especial con Wilson Sanabria, un enfrentamiento muy duro durante años. Solía situarlo como un ejemplo de la “vieja política” que VU venía a cambiar. Y él llegó a decir que usted era “un hombre de dudosa fe democrática”. Intercambiaron golpes fuertes. En la campaña de 2009, en particular, en Maldonado, las polémicas fueron muy crudas entre VU y Propuesta Batllista (ProBa).

PB —Sí, llegué a labrar actas con escribano público en esa elección.

EC —¿Qué le parece? En 2013, sin embargo, eso cambió: llegaron a un acuerdo, la agrupación de Wilson Sanabria –que estaba en ProBa– se integró a VU, y Francisco formó parte de la lista de VU en Maldonado como primer suplente de Germán Cardoso.

PB —No me gusta corregirlo, le explico. En esa instancia la única condición que puse fue que Wilson Sanabria no fuera en nuestras listas, que quedara fuera de cualquier acuerdo.

EC —¿Por qué puso esa condición?

PB —Obviamente habíamos tenido una historia muy mala con él. Cuando vienen los compañeros de VU en Maldonado en el año 2013 me dicen: “Cada vez que se habla del PC en Maldonado es por peleas entre nosotros y el grupo de Sanabria, entonces vienen y te dicen todo el tiempo que estamos peleados, los colorados peleados no van a ningún lado, que es puro lío el partido, que no sirve. Entonces tenemos la posibilidad de lograr la paz y nos parece que es muy importante”. Yo dije: “es complicado”, “No, mirá que el partido peleándose así…”. No había ninguna denuncia penal, ninguna denuncia de problemas comerciales, no había nada de eso. Les digo: “Yo con Wilson Sanabria no voy en una lista, que les quede claro”. Entonces me dijeron: “Wilson se baja de la política, no tiene más nada que ver con la política”. Digo: “Está bien, si quieren traer dirigentes”. Y me dicen: “¿Y Francisco?”. Y ahí tuve la duda, dije: ¿lo voy a acusar al hijo por los problemas del padre?

EC —Un razonamiento que remite a su experiencia personal.

PB —¿Lo voy a acusar por eso? ¿Es justo? Le pregunto a usted: ¿es justo acusar al hijo, de quien no conocía ni una sola mala actividad, por el mal relacionamiento que tenía con el padre? Me pareció que no. Y si usted va a las listas presentadas al Senado y a Diputados en el año 2014, verá que Wilson Sanabria no figura en ninguna, en ningún lugar, ni siquiera allá atrás. Dije: “La única condición que pongo que él no esté en las listas”. Y le di la oportunidad. Mi error fue haberle dado una oportunidad a alguien de quien no conocía nada malo en su parte personal. Esa es la situación. Evidentemente me equivoqué. Como me equivoqué con otros que después siguieron otros caminos o no acompañaron después de la elección. Y bueno, está bien, me equivoqué. Por eso lo asumo.

EC —¿Cómo se llegó a aquel acuerdo de agosto de 2013 entre VU y la agrupación de Wilson Sanabria en Maldonado?

PB —¿Cómo cómo se llegó?

EC —Qué visión política compartían, teniendo en cuenta la forma como habían estado distanciados.

PB —En primer lugar, al integrarse, los procedimientos en la elección iban a ser los que marcáramos nosotros. Y fueron. Ellos ni siquiera se integraban para liderar, se integraban para apoyar a nuestro candidato a diputado en Maldonado. Eran una de las tres listas que se integraban para apoyarlo. Y la forma de proceder en ese momento la marcamos nosotros y eso fue satisfactorio. Ya no hubo aquellos hechos que marcaron aquellas diferencias, recuerdo que en la campaña del 2009 incluso tuve que mandar un telegrama colacionado, tuve que labrar actas para que no utilizaran imágenes mías. Actuamos como venimos procediendo nosotros, en ese sentido no hubo problemas. Y no hubo acusación de nadie de problemas en la elección. Se acabaron los problemas, esa es la verdad.

EC —Pero… ¿coincidencias? Daba la impresión de que eso era un “matrimonio por conveniencia”.

PB —No, eso es una conclusión suya apresurada, creo yo. Me parece que está equivocado; discúlpeme.

EC —¿Dónde estaban las coincidencias?

PB —La coincidencia es que hay un joven abogado, empresario de Maldonado, que decide apoyar como muchos otros al candidato a diputado. Y en ese sentido lo apoyaba, entendía que Germán Cardoso era el mejor candidato a diputado y que tenía que trabajar en eso. Y eso fue todo a lo que accedió con nosotros. Después de eso, ¿cuáles eran las coincidencias? Supongo que si juntó votos para nuestro programa de gobierno nacional y departamental las coincidencias son en el programa y en la forma de actuar. Me parece que decir matrimonio por conveniencia es un poco agresivo de su parte. Conveniencia política para lograr objetivos sanos. Otra cosa no, eso me parece un exceso.

EC —En principio lo digo por motivos políticos. Ustedes estaban logrando un funcionamiento más pacífico, más ordenado del PC en Maldonado después de años de enfrentamientos. Pero resulta que circula otra interpretación, y es que la clave de ese entendimiento fue en el fondo económica. De eso se ha hablado mucho en estas semanas, se alude a que VU tenía por delante dificultades serias en materia de fondos y que la familia Sanabria puso cifras importantes de dinero, además de los medios de comunicación que ellos controlaban en Maldonado y que hasta ese momento habían sido base del ataque a VU.

PB —Para mi campaña presidencial y al Senado no pusieron un peso. A la campaña a diputado de Germán Cardoso, que no la controlo yo, sí pusieron y está declarado. Como ponen todos los candidatos que van en una lista, todos consiguen recursos.

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