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Entrevista central, miércoles 7 de febrero: Javier Miranda

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EC —Vamos a otro pasaje revulsivo que tuvo su alocución del domingo.

JM —¿Tan revulsivo le pareció?

EC —Sí, hubo frases, sí.

JM —Mire usted…

EC —Por ejemplo, esta: “Debemos estar alertas frente a los que pudieran verse tentados –y no estamos libres– de las aventuras desestabilizadoras de la institucionalidad política. Sin miedo, con firmeza, debemos responder con responsabilidad a esos trasnochados, con más democracia, con más política”. Esto, dicho en el contexto de las movilizaciones de los autoconvocados, dio pie a interpretaciones distintas. Por eso ayer llamamos a Marcelo Nougué, uno de los voceros de este movimiento. Señalaba esto:

(Audio Marcelo Nougué)

En el caso de Miranda, me parece que si hace esas referencias, lo que debería hacer, por el cargo que ocupa en una fuerza política, sería dar nombre y apellido. Para decir quiénes son los que están desestabilizando, incluso para que el propio movimiento esté alerta y los pueda ir sacando. Hacer una acusación de ese tipo genérico no conduce a nada y no corresponde.

(Fin audio)

EC —¿Usted tiene nombre y apellido, como pide Nougué?

JM —No. Lo que acaba de decir Nougué es exactamente lo que dijo el presidente del Honorable Directorio del Partido Nacional (PN), exactamente, las mismas palabras. Y creo que lo dijo el senador García también. El mismo día que estábamos celebrando el acto vandalizaron el comité de base de La Floresta, en forma muy violenta, con escritos “Astori (palabras irrepetibles)”, etcétera. ¿Hay trasnochados? Sí, claro que los hay. ¿Yo estoy diciendo que el movimiento de autoconvocados es un movimiento violento, desestabilizador? De ninguna manera. Lo que digo es que hay algunos trasnochados y que tenemos que estar alerta. Hubo una de estas peliculitas que salen en WhatsApp en la que agarraban un cordero, lo castraban, lo capaban y decían “Vení, Astori”. Eso es fomentar la violencia. ¿Esa es la actitud del PN? De ninguna manera. ¿Es la actitud del PC? De ninguna manera. ¿Es la actitud de los autoconvocados? De ninguna manera. Pero hay trasnochados.

EC —Pero ¿por qué subrayaba recién que la pregunta que hacía Nougué es la misma que hizo el presidente del directorio del PN, la misma que hizo Javier García?

JM —Porque creo que se está manipulando, [creo que lo que hay es cómo empiezan a jugar los actores políticos, la movida política]. Esto no debe ser y no es la intención mía ni la del FA un contraste entre el FA y los autoconvocados. Nosotros discutimos en términos de partido, el FA es un partido político, es una fuerza política. Su interlocutor de debate son los otros partidos políticos y en los proyectos de país. Desde luego tomamos nota de la realidad, uno tiene que escuchar el movimiento social incontestable, insoslayable, que se reunió el 23 de enero, no lo puede subestimar, hay reivindicaciones que son legítimas, hay reivindicaciones que no son compartibles, pero la discusión en el terreno político es en el terreno político. Hay también intentos de jugar en el terreno político a través de las movilizaciones. Eso también está dentro de las reglas de juego. Pero yo no voy a contestarle al movimiento de autoconvocados, de ninguna manera.

EC —Entonces, ¿quiénes son los desestabilizadores?

JM —¡Estos tarados que pintan los comités de base! ¡Estos imbéciles que ponen estas cosas en WhatsApp! Los que dicen “tenemos que llamar a los muchachos”. ¡Es una alerta!

EC —Ahí quizás usted está…

JM —Abriendo el paraguas.

EC —No, ahí quizás se está deteniendo en personas, en locos sueltos.

JM —Sí, claro, porque no quiero que crezcan y que se conviertan en […] y por eso genero la advertencia.

EC —Sí, pero hizo un planteo un poco más general, dijo: “En países del subcontinente han avanzado los nuevos restauradores del orden injusto, sin miramientos al orden democrático. En Honduras, en Paraguay, en Brasil, entre otros, se han alzado contra la democracia y contra el pueblo, derrocando gobernantes electos para restaurar modelos económicos de desregulación laboral y de recuperación de los privilegios. Y no pararon frente a las instituciones, eso también nos desafía a todos los uruguayos”. Y fue después de todo esto que dijo “debemos estar alerta frente a los que pudieran verse tentados de las aventuras desestabilizadoras”.

JM —Y sí.

EC —Parece aludir a algo un poco más organizado, un poco más global.

JM —No, no, estoy abriendo el paraguas, porque yo no creo en brujas pero que las hay las hay. No quiero caer en el maniqueísmo de decir “aquí viene lo mismo que sucedió en Brasil, lo que sucedió en Paraguay”. Lo que quiero es alertar.

EC —Según la crónica de El País, en la reunión de la Agrupación Nacional de Gobierno, ese mismo domingo…

JM —El País no es el órgano […].

EC —… Juan Castillo, el secretario general del Partido Comunista (PCU), habló de esto mismo y dijo: “Ahora vienen por nosotros”, “hay un desafío de las clases dominantes”.

JM —Eso es un posicionamiento del PCU, deberá consultar a Juan Castillo y está bien. Lo que yo digo es: atenti.

EC —¿Se está hablando de “las clases dominantes”?

JM —Yo no hablé de las clases dominantes, dije acá hay –estoy convencido y quiero que no sea más que eso– una serie –lo digo en términos casi burdos– de tarados que creen que con la polarización y con medidas como la del comité de La Floresta generan un clima de inestabilidad que es muy malo para la política. Incluso digo que eso nos desafía a todos los uruguayos, no al FA. Cuando hablo de la antipolítica, también digo “y acá nos va la vida a todo el sistema político”. Yo creo en el sistema institucional político, puedo tener enormes diferencias con el PN, con el PC en cuál es el modelo de país, pero quiero discutir en términos de democracia con el PN y con el PC cuál es el camino. No quiero los atajos que algunos han intentado. ¡Pero no es una historia nueva! Lo que estoy haciendo es abrir el paraguas, no digo que esté sucediendo. Digo: ojo, no caigamos en la tentación de, de la que no estamos libres.

EC —Hablando de reacciones políticas, ayer consultamos al diputado Pablo Abdala, del PN, que había comentado que ese tipo de declaraciones podían funcionar como “profecías autocumplidas”. Agregó esto:

(Audio Pablo Abdala)

De pronto no hay desestabilización, pero de tanto hablar de ella y de tanto denunciarla, quien en todo caso se supone que es víctima termina siendo quien finalmente la genera. O la protagoniza. Creo que apelar a ese tipo de recursos dialécticos es peligroso, porque termina generando en la sociedad una suerte de división entre amigos y enemigos, entre buenos y malos, entre los que están de un lado y los que están del otro. Y todos tenemos el deber –el Gobierno lo tiene más que nadie, pero también lo tenemos los partidos de la oposición– de construir alternativas de integración en nuestra sociedad política y en la sociedad en general. Y por lo tanto no generar grietas, no dividir.

(Fin audio)

EC —¿Qué dice?

JM —Estamos totalmente de acuerdo, no hay que dividir, no hay que fogonear.

EC —¿De hecho no se corre el riesgo de estar dividiendo, de estar ampliando la grieta?

JM —No, creo que no, yo estoy alertando de hechos objetivos. Me gustaría escucharlo al senador Abdala condenar el atentado al comité de base de La Floresta y decir “ese no es el camino, nosotros no estamos dispuestos”. Quiero escuchar a estos legisladores decir “condenamos el video en el que aparecía un cordero que había sido capado”. Atajemos la violencia, pero no para instalarla, sino para prevenirla. El sistema político no acompaña de ninguna manera los movimientos violentos, los movimientos que nos generan un mal clima. Yo quiero discutir a muerte, el FA quiere discutir a muerte con los distintos actores políticos en términos de ideas. Pero condenemos todos, y por eso apelé y fui preciso y por eso el discurso es leído, no es un discurso improvisado, nos va la vida al sistema político.

EC —Pero un planteo como ese también puede verse como un recurso para generar unidad, para abroquelar al FA agredido, presuntamente agredido desde afuera, etcétera.

JM —Se puede ver así, no digo que no, pero insisto en que la preocupación es otra. El mismo día había un comité vandalizado, vean las redes sociales, hay que cortar. Algún abogado con búsqueda de fama dice que el Gobierno y el FA son una organización criminal. Ese tipo de jugadas en el discurso público son complicadas para una democracia. Defendamos la institucionalidad democrática todos los partidos políticos, y después discutamos nuestros distintos proyectos de país. Esa para mí es la clave.

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