EC —En el concierto de mañana estará El Padrino, de Nino Rota. Y estará también la música de Vértigo, de Bernard Herrmann. ¿Por qué?
JS —Porque es exquisita, es absolutamente extraordinaria. Tiene función en la película y si uno la escucha por su cuenta es como escuchar a Tchaikovski o Rajmáninov, está inspirada en esa época. Es una obra que por su cuenta es lo más hermoso que se puede escuchar.
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JS —Es muy importante: el único objetivo es recaudar fondos para el Teatro Solís, que lo necesita. Es organizado por la Asociación de Amigos del Teatro Solís y más que nada por iniciativa de la señora Vera Heller, que es una de los miembros de la Asociación de Amigos del Teatro Solís, para recaudar fondos para cosas que el teatro debería tener desde hace mucho tiempo, como la electrónica necesaria para poder hacer funciones, que no existe. Es un teatro histórico, por supuesto, mucho más antiguo que el Teatro Colón, y uno de los más antiguos de toda América.
EC —¿Qué opinión tiene sobre la sala, a los efectos de un concierto?
JS —Es extraordinaria, en todo sentido. Es una sala histórica. Y para mí hacer un concierto en el Teatro Solís es un gran honor.
EC —O sea que su dirección mañana al frente de la Orquesta Filarmónica es una contribución para que puedan recaudarse estos fondos que completen, mejoren el equipamiento de la sala.
JS —Exactamente.
