EC —El Instituto Cuesta-Duarte, un instituto de formación.
LA —Me parece que es por ahí, capacitando.
RA —¿Por dónde va tu perfil a la hora de plantarte como representante en la Mesa Representativa del PIT-CNT? ¿Qué temas hacés pesar? ¿Cuánto implican los aspectos vinculados a cuestiones de género?
LA —Me interesan, me preocupan, pero me preocupa todo, me preocupa todo el tema político, todo lo que es trabajo, me preocupa todo lo que atañe a temas sindicales, no solamente de mi sindicato. Me preocupa cómo trabajan las compañeras domésticas, me preocupa cómo trabajan los compañeros de los cítricos, me preocupan los compañeros de la madera, me preocupan los compañeros del Molino de Dolores. Me preocupan todos los temas sindicales, no solamente los temas de género. Me preocupan y voy a discutir y voy a tratar, pero me preocupa todo lo que son temas sindicales.
EC —Hablemos de la manifestación más dura de la desigualdad mujer-hombre, hablemos de la violencia de género. Hablábamos del acoso, de los piropos, toda esa historia, pero esto es mucho más crudo. ¿Qué pasa en el Sunca en esa materia? ¿Cómo lo han venido abordando, cómo han metido el tema?
LA —Es un tema que nos preocupa mucho. Hace años que participamos con las compañeras de Mujeres de Negro. Ahora tenemos contacto con la Comisaría de la Mujer para ver cómo podemos abordar como sindicato ese tema, porque sabemos que es un tema que es de toda la sociedad, como el acoso callejero, sabemos que la violencia está en todos los ámbitos, pero a veces no sabemos cómo abordarla desde los trabajadores porque a veces no sabés si ese trabajador o esa trabajadora… Te puedo hablar de un caso personal. Vienen las compañeras, nos llaman, “tengo un caso de violencia doméstica”.
EC —Tu compañera te dice “yo soy víctima de”.
LA —“Yo soy víctima”. A veces sabemos, por ejemplo tenemos los teléfonos, y rodeamos ese caso, pero a veces no sabemos. Por ejemplo, el otro día vino una compañera a decirme que tenía una amiga en el interior que sufría violencia doméstica. Vos quedás como que no sabés hacia dónde llevarla o hacia dónde guiarla. Por lo menos yo personalmente siento que a veces no sabemos bien cómo guiar eso.
EC —Es curioso que una dirigente sindical no esté al tanto de los mecanismos de apoyo a alguien que es víctima de violencia doméstica.
LA —Sabemos los teléfonos, sabemos todo, pero a veces no sabés el después.
EC —Cómo ampararla, cómo protegerla una vez que da el paso de la denuncia.
LA —Sobre todo en el interior, acá en Montevideo tenemos más, pero en el interior es totalmente distinto, porque es un pueblito. Siento que nos falta muchísimo más en el interior, el tema de la violencia doméstica en el interior es muchísimo más difícil que en Montevideo, están mucho más arriesgadas que acá en Montevideo.
EC —Tú estabas comentado los dilemas que tienen a la hora de procesar una situación concreta, un hecho de alguien, una mujer en este caso, víctima de violencia doméstica, violencia de género. Pero el sindicato puede hacer otra cosa, puede trabajar también en la prevención, combatir las tendencias, la cultura que puede haber en determinado sector de los obreros de la construcción concretamente en materia de violencia doméstica. Lo digo teniendo en cuenta otro estereotipo, porque hace un rato hablábamos del estereotipo del obrero de la construcción piropeando o acosando en la calle, pero hay otro estereotipo, que tiene su base en la realidad, que es el alcohol, el consumo de alcohol…
LA —Hace años que trabajamos en ese sentido.
EC —… y el consumo de alcohol, a su vez, muchas veces deriva en la violencia contra la mujer o es una de sus causas.
LA —Hace mucho tiempo que trabajamos en ese tema con talleres, con cursos. Cuando hablamos de cursos de capacitación, hablamos de talleres de seguridad laboral, lo primero que hacemos es enfatizar en temas de alcohol, drogas. Los compañeros tienen claro el tema del alcohol y de la droga. Cuando hablamos de violencia doméstica lo que podemos hacer es eso, intentar educar.
EC —¿Lo tienen como un asunto permanente de trabajo?
LA —Sí, claro; estaría bueno tenerlo todo el año. Tenemos que ver campañas sobre violencia doméstica. Hemos tenido reuniones con varias organizaciones para ver cómo encarar ese tema, porque no es fácil. Es como el acoso callejero, no son temas fáciles para llegar, sobre todo a los hombres. Tenés que ver cómo lo encarás, cómo le llegás a la persona, cómo le llegás al hombre, sobre todo, porque al ser mayoría hombres… Te contaba el tema de las situaciones porque nos ha pasado y a veces no sabés, si bien hemos rodeado, como sindicato hemos trabajado en la brigada solidaria en muchas casas de compañeras con violencia doméstica dando una mano. En ese sentido los compañeros no dudan ni dos minutos, como sindicato participamos y estamos convencidos de que es por ahí. Pero en el tema de campaña hay que poner pienso, no es largar un pegotín, eso lo hace cualquiera. A ese tipo de campaña tenés que ponerle más cabeza y hacerlo a largo plazo.
EC —Ahí hay una asignatura pendiente todavía.
LA —Creo que sí.
EC —¿Del Sunca y del PIT-CNT en general?
LA —Y no solamente, porque el 25 de noviembre todos nos ponemos el moñito violeta, pero para ese tipo de cosas son campañas, más que nada educar. Es un tipo de tema de campaña.
EC —¿Va a ser una de tus banderas en la Mesa Representativa?
LA —Siempre, el tema de violencia doméstica es una de mis banderas, sobre todo de vida. Claro que sí. Los compañeros del sindicato saben que es una de mis banderas.
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EC —¿Hoy qué vs a hacer? ¿Cómo es tu día?
LA —[] Suspira. Hoy es un día de locos. A las 11 tengo otra entrevista, no sé en dónde, y de tarde tengo una entrevista con Obaldía en la tele, y espero que sean las últimas, porque no estoy acostumbrada a todo esto y espero que sea todo por hoy. Y después seguir en la militancia nomás, en el sindicato y trabajando todos los días.
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Transcripción: María Lila Ltaif
