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Entrevista central, viernes 16 de diciembre: Enrique Iglesias

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EC —A propósito del diagnóstico podríamos seguir charlando un rato más, pero tengo la impresión de que lo principal ya está dicho. Propongo completar la charla mirando hacia delante.

Usted hablaba ayer de tres grandes desafíos. Uno de ellos es el que tratábamos recién, el avance del proteccionismo. ¿Algo más sobre esta posibilidad?

EI —No, hay que esperar que las cosas acontezcan. Estamos trabajando sobre hipótesis de declaraciones de campaña electoral y pregobierno, hay que llegar a los momentos de instalación para ver por dónde van. Es un ejercicio muy teórico, porque hay que tener bases concretas. Hay que dejar que el gobierno se instale, que vea las realidades por dentro, porque ahora las ve por fuera. Es muy posible que muchas de estas cosas se maticen y tengan menos profundidad de la que parecen tener ahora. Ya terminada la campaña, el presidente electo está matizando algunas cosas que había dicho antes.

EC —De todos modos, el gabinete que nombró muestra todo lo contrario.

EI —Sí, totalmente de acuerdo, el gabinete no vuelve atrás. Hay que esperar que se enfrenten a las realidades. Por ejemplo, creo que tenemos que asumir que la actitud que EEUU tome con México no es un tema solo de los mexicanos. En esas cosas somos todos latinoamericanos y debemos hacerlo saber. No se trata de entrar en los detalles de lo que es una negociación bilateral, pero sí de entender que la apertura de un frente con México nos afecta a todos. Y en cierta manera también nos afecta a todos si el diálogo con Cuba, que empezó serenamente y tiene mucho por recorrer, se interrumpe.

EC —Usted dice que los países de América Latina tienen que estar atentos y activos. ¿Qué quiere decir? ¿Qué habría que hacer?

EI —Simplemente hacer saber que América Latina no es indiferente a las políticas que puedan surgir en este momento con los dos vecinos inmediatos de EEUU. Son América Latina y nos importa a todos la forma como esto se encare y se reforme.

EC —¿Qué antídotos puede haber contra el avance del proteccionismo?

EI —Nuevamente, el único antídoto que creo ahora con claridad es que no han tenido en cuenta suficientemente la interacción que hay entre los intereses americanos en todo el mundo. Que no es solamente la autarquía la que ahora puede prevalecer, es la interacción con el resto del mundo. Si ellos quieren regularla a través de acuerdos bilaterales vamos a tener muchas dificultades, si quieren seguir actuando con los organismos multilaterales como los que se crearon, pueden reformarse, pueden revitalizarse, es otra cosa, pero si el camino es ir por el acuerdo bilateral, eso va a tener dificultades importantes.

Además, el mundo fragmentado es un mundo de zonas de influencia. Yo decía ayer que lo que ha terminado es esta pax americana, que los EEUU después de la Segunda Guerra Mundial se hicieron cargo de ciertas responsabilidades, por su cuenta, de defender la democracia, defender los derechos humanos, entrar en conflictos. Creo que eso está en retirada, EEUU se retira de todo eso, y queda un enorme vacío que debería llenar la negociación internacional. Si en cambio prevalece la fragmentación, vamos a tener problemas, porque vamos a tener zonas de influencia, países que cuidan una cierta región. Todo eso pone al mundo nuevamente en el camino de la confrontación. Creíamos que eso se había superado, pero por lo menos en el tema comercial no parece ser así. Tampoco hay que desesperarse, hay que dejar que las cosas acontezcan y ver cómo se van iniciando los diálogos.

EC —Esa arquitectura de gobernanza internacional está en cuestión, ¿no?

EI —Lo mencionaba ayer, hay un desencanto con los organismos internacionales. Puede haber elementos válidos, y seguramente los hay…

EC —Perfectos no son.

EI —No. Y puede haber burocratización, pérdida de relevancia, todo eso desde ya. De todos modos, el mundo está un poco mejor hoy de lo que estaba en el 45 cuando empezamos esta aventura de construir un gran bosque de relaciones internacionales. Porque hay que mirar también los aspectos enormemente positivos. El mundo de hoy es un mundo mucho más asistido en la salud, en la educación, en los recursos naturales. El cambio climático es el producto de un mundo multilateralizado, el mundo no puede dar las espaldas al cambio climático, sería terrible. Escapar de toda esa estructura nos volvería a una selva de potencias con sus zonas de influencia, y eso sería una cosa bastante negativa.

Claramente el mundo de hoy no es el del 45 y hay una transferencia de poder económico histórica del Occidente al Oriente, que nunca se dio en esa proporción en la humanidad. Este siglo que viene es el siglo de Asia. Esa transferencia de poder obliga a reconocerlo, a reconocerlo en el mando de los organismos internacionales. Y en cierta manera también vamos a tener que negociar valores, porque las convicciones que tenemos nosotros sobre nuestra forma de hacer política, nuestra forma de administrar nuestra democracia no coinciden exactamente con la que tienen ellos.

EC —Ese punto es muy interesante. Usted dice que en los organismos internacionales hay que reconocer el peso creciente de Oriente en la economía mundial.

EI —La diversidad.

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