EC —¿Hay docentes que no saben de la materia?
DPM —No, pero es una de las cosas que sí tienen que entender y mostrar, la conceptualización. Pero si uno sabe de periodismo pero no puede diagnosticar las necesidades de los alumnos, no va a enseñar bien periodismo. El diagnóstico es la segunda aptitud que utilizamos. Tenemos que observar y preguntar a nuestros alumnos cómo son, qué necesitan, etcétera.
EC —Observar y preguntar cómo son, qué necesitan, ¿y cómo están registrando lo que reciben también?
DPM —Exactamente, evaluación formativa. También tenemos que mostrar la aptitud de coordinación o gestión efectiva, tenemos que preparar el espacio para el aprendizaje.
EC —¿Qué es esto?
DPM —Si estoy preparando materiales para investigar alguna cosa, tengo que decidir cuáles van a ser interesantes, relevantes, cuáles van a valer la pena para el aprendizaje, para la oportunidad para aprender. Y para preparar un clima sano, limpio, ordenado.
EC —¿Qué es eso del clima?
DPM —El clima del aula cuando entramos, por ejemplo en un colegio con muchas dificultades de vez en cuando hay algunas aptitudes que no se muestran tanto. Si entro en una secundaria caótica puedo ver que la gente no está apoyada para aprender. Eso afecta todo lo que pasa en el ambiente escolar, porque no es que todo tenga que estar en su lugar exactamente, pero debe ser un lugar adonde se pueda entrar, donde se pueda aprender, donde se pueda enseñar.
EC —Hay factores que no dependen solo del docente, este no depende solo del docente.
DPM —No, pero el docente puede controlar cómo gestionar el espacio.
EC —¿El docente puede sobreponerse a condiciones en la institución de enseñanza que no sean las más indicadas?
DPM —Creo que sí, uno puede cambiar el ambiente a su alrededor.
EC —¿Puede crear un microclima?
DPM —Exactamente. También estoy muy dedicada a formar directivos, porque hay dos escalas de cambio, se puede cambiar esas aptitudes a nivel docente y también a nivel directivo, porque creo muy fuertemente que el directivo también es docente, docente de docentes. Entonces él o ella también tienen que conceptualizar el sistema escolar, diagnosticar las necesidades, gestionar los espacios.
EC —¿Qué otras aptitudes?
DPM —Comunicación clara, tengo que comunicar claramente para enseñar y para asegurarme de que mis alumnos están aprendiendo. Con la tecnología también, cuando pienso en las TIC (tecnologías de la información y la comunicación), pienso en cómo apoyar mis estrategias de comunicación con tecnología, cómo voy a compartir lo que estoy haciendo con mis alumnos con el mundo entero con la tecnología.
Y la quinta, pero quizás la más clave, es la interacción inclusiva. Si yo entiendo matemática, puedo diagnosticar las necesidades, puedo gestionar espacios, puedo comunicar, pero no muestro fe, no muestro confianza, no muestro solidaridad con mis alumnos, no voy a ser buen docente. Tenemos que tener estas cinco a la vez. Entonces lo que tenemos que hacer es educar, desarrollar, evaluar y autoevaluar estas cinco aptitudes, a cada rato durante la formación docente, y después también.
ADRIANA ARISTIMUÑO (AA) —Cuando decías que el docente tiene que saber de su materia Emiliano se sorprendió y dijo “¿no es evidente?”. Claro, es bastante evidente.
EC —Sí, algunas de estas aptitudes parecen obvias, evidentes.
AA —La gracia de este enfoque es que forman todas las aptitudes juntas. Porque de repente tú tenés profesores que son muy buenos en la materia, en la disciplina, que saben muchísimo, pero que son malísimos en la comunicación. O que no tienen esa empatía o esa cuestión inclusiva que también es importante, sobre todo en los alumnos de edades más bajas. El enfoque de Alverno es muy interesante porque se esfuerzan por llevar todas estas aptitudes a la vez en la formación. Y el resultado final creo que es muy integrado como docente. Entonces quería pedirle que nos cuente, porque es muy ilustrativo, cómo funcionan en la realidad algunas instituciones donde ella ha estado trabajando, incluso en Argentina, que es interesante por la similitud cultural con nosotros.
