EC —El estudio es una encuesta, pero muy particular.
AM —Es una encuesta un poco particular y fuimos cambiando la metodología a lo largo de los años. Al aumentar tanto la penetración de internet y al haber tantos usuarios de internet, nos pareció absurdo que una encuesta sobre los usos de internet no se hiciera por internet. Pero nos faltaba un dato primordial, que es cuál es el porcentaje de usuarios de internet, porque sigue habiendo un porcentaje de la población que no es usuaria. Entonces combinamos dos técnicas de relevamiento, por un lado hicimos una encuesta que llamamos offline, que la hicimos por teléfono, a números de celulares elegidos al azar pero respetando las cuotas de mercado de cada una de las tres operadoras, de forma de tener una muestra aleatoria de personas mayores de 12 años en todo el país. De ahí extrajimos la penetración de internet, qué porcentaje de la población es usuaria de internet.
Pero también sacamos un dato que nos resultó muy importante a la hora de corregir el sesgo que tiene cualquier encuesta hecha online. La encuesta telefónica fue de 1.700 casos y le agregamos una encuesta de 2.200 casos hecha online reclutando gente a través de las redes sociales, básicamente Facebook e Instagram. Quiere decir que esa muestra reclutada a través de avisos contratados en Facebook, que la red social pone aleatoriamente en el muro de cualquier persona con el perfil que nosotros buscamos, tiene un sesgo; obviamente son todos usuarios de internet, pero hay un sesgo por la tasa de uso. Tenemos muchos más altos usuarios de internet que en la encuesta offline, porque el alto usuario de internet se engancha más fácilmente con contestar una encuesta online que el bajo usuario. Entonces los datos de la encuesta telefónica nos servían también para corregir ese sesgo.
EC —Es una combinación de técnicas.
AM —Una combinación, hay 1.700 casos telefónicos y 2.200 casos online.
EC —Por lo tanto, ¿cómo termina siendo el margen de error acá?
AM —El margen de error de una muestra reclutada online no es calculable, al no ser una muestra aleatoria. Como no es una muestra en la que cualquier persona tiene exactamente las mismas posibilidades de salir sorteada, no es posible calcular el margen de error muestral. Si esa misma muestra fuera probabilística, el margen de error estaría por debajo del ± 2,2 %.
EC —El resumen ejecutivo que distribuyeron comienza diciendo: “Si en los años anteriores la mayor revolución en el uso de internet fueron las redes sociales, este año podemos afirmar que es la explosión del uso de smartphones”. Repasemos los números que dan cuenta de esta realidad nueva.
AM —Esa realidad nueva es sorprendente. El año pasado ya habíamos dicho que la evolución de la cantidad de smartphones era una verdadera revolución. Este año hicimos mucho más énfasis en esa parte del cuestionario, hicimos muchas preguntas sobre el uso de smartphones, y nos dimos cuenta de que hoy el teléfono celular dejó de ser un teléfono, no es un dispositivo para hablar sino un dispositivo que tenés en el bolsillo que te permite conectarte a internet; ni siquiera conectarte a internet, porque la gente no hace el razonamiento de que se está conectando a internet. Es un dispositivo que te permite estar conectado con el mundo y hacer una cantidad de cosas en cualquier momento, desde cualquier lugar, a la hora que quieras, en el ómnibus, en la fila del supermercado o en un bar.
