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Entrevista central, viernes 1º de diciembre: Luis Alberto Moreno, Orlando Dovat y Rafael Valdez

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EC —Rafael, tú has vivido en China varios años.

RAFAEL VALDEZ MINGRAMM (RVM) —Sí, tuve la oportunidad de vivir siete años en China. Me mudé a Shanghái en 2015, tuve la oportunidad de vivir, de estudiar, de emprender, de arrancar una cámara de comercio y ahora de participar dentro de una organización china privada y ser la persona responsable de traer esa inversión a América Latina. Entonces me ha tocado vivir esa transformación, en que instituciones como el BID y otros grandes ejemplos –Zonamérica es uno– han sido motores que han permitido generar la confianza necesaria para venir, […] la distancia, no solo geográfica, sino también cultural y de idioma.

EC —¿En cuántas de estas cumbres has participado?

RVM —He participado en 10 de 11. A excepción de la primera, en Chile, participé en todas las demás, en China en todas y en América Latina en todas las demás, y he acompañado al BID en diferentes foros y capacidades aquí. Soy ferviente admirador de esta causa.

EC —Justamente, Moreno, ¿qué implica América Latina para China en comparación con otras regiones del mundo? ¿Es para China una zona prioritaria?

LAM —Lo primero que hay que entender respecto de China es que ellos tienen la mirada puesta en el largo plazo –qué bien nos haría en América Latina concentrarnos mucho más en el largo plazo– y para ellos no hay dudas, ven una enorme oportunidad en América Latina. Tanto es así que basta mirar lo que era el comercio entre China y América Latina hace escasamente 17 años, en el año 2000 no era más del 2 % o 3 % de la totalidad de nuestro comercio, y hoy está casi en el 18 %. Y si observamos el buen momento que tuvo América Latina en la última década y media, buena parte de la respuesta está en el alto precio de los productos básicos y los enormes volúmenes de crecimiento que tuvieron esos productos básicos hacia China. Y de China hacia acá, no hay duda de que no son solamente las exportaciones que está haciendo China a América Latina, que son muy importantes, sino la enorme inversión extranjera. Este tipo de eventos justamente van aterrizando esto cada vez. Porque nosotros estamos muy lejos, pero realmente necesitamos ir creando los canales de comunicación. Y del otro lado, el aparato productivo chino está cambiando muchísimo. Por ejemplo, en la parte tecnológica es el país que más está avanzando en inteligencia artificial, tienen una mirada muy clara puesta en que van a ser la primera potencia del mundo en inteligencia artificial. De manera que ya no es la China que nos imaginábamos antes, que en buena medida era una economía rural, hace escasamente 15 años el 70 % de los chinos vivían en el campo. Hoy en día ese número es algo así como el 47 %.

EC —Tampoco es la China que producía industrialmente artículos de calidad mediocre. Ese es otro estereotipo que quedó muy antiguo, muy viejo, muy desactualizado ya.

LAM —Así es. Esa es la otra gran transformación, porque ellos lo han hecho adquiriendo muchas empresas alrededor del mundo y no solamente importando tecnología, sino también incorporando tecnologías que ellos mismos han venido desarrollando.

EC —¿Qué dicen los demás a propósito de esta relación China-América Latina? Que es desapareja, Chile por ejemplo está muy avanzado en ese vínculo, a partir de un TLC, nada menos, uno de los primeros TLC que se firmaron en Chile a principios de los años 2000. Es un caso quizás extremo. ¿Qué dicen?

RVM —Creo que la relación es país por país, porque son economías, son realidades, son intercambios comerciales muy distintos. Chile es un buen ejemplo, es una economía en la que el sector minero tiene un peso fundamental, y China es el principal importador de cobre de Chile del mundo, […] claramente se generan una serie de incentivos derivados de ese intercambio de un insumo muy particular. Argentina en el pasado tenía una producción similar, no de mineral sino de soja. En un momento llegó a exportar 40 millones de toneladas de soja al año. Pero un país como México no necesariamente es el caso, porque no depende tanto de commodities, de materias primas, […] tiene una relación de competencia con China en temas de manufactura, compiten ambos por mercados como el norteamericano. Ahí la relación ha sido un poco más dolorosa, más tormentosa, pero ha derivado en oportunidades de otra naturaleza, de sociedades estratégicas que hoy permiten incluso a empresas chinas invertir en México para desde México exportar a la región. Y hay casos como la empresa Lenovo, que tiene una de sus principales plantas de manufactura en Nuevo León, en México, o como nosotros, que estamos invirtiendo en desarrollar proyectos de energía renovable, en eólico en particular, y viendo México como centro de operaciones para toda América Central y el Caribe, y ahí eventualmente fabricar aerogeneradores y exportarlos a Estados Unidos. Y lo mismo ha estado haciendo América del Sur.

Entonces la relación ha venido evolucionando mucho, como menciona el presidente Moreno, de una relación primordialmente basada en materias primas cada vez más hacia productos de alto valor agregado, de alto contenido tecnológico, que permite capitalizar, porque ya China no necesariamente es el país donde se puede producir al menor costo. Es un país que tiene ya tecnología avanzada, ha invertido muchísimo en innovación, que necesitamos de este lado, y […] América Latina un mercado de crecimiento para productos de esta categoría.

EC —Orlando, ¿qué dice la experiencia de Zonamérica?

OD —El tema del comercio internacional con América Latina se ha dado fundamentalmente en commodities. Fundamentalmente me refiero al interés que tienen los chinos y la mirada que tienen los chinos sobre América Latina.

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