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Entrevista central, viernes 1º de diciembre: Luis Alberto Moreno, Orlando Dovat y Rafael Valdez

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EC —No llegan.

OD —No llegan, directamente. Entonces tenemos que encontrar solución a esos problemas. Por otro lado, la exportación latinoamericana, que hablábamos de ponerle valor agregado y salir hacia China, tenemos que pensar en estrategias logísticas para poner stocks en China. Por ejemplo, en el sur de China hay que ponerla en Hong Kong, porque hay facilidades para entrar desde Hong Kong a China, mientras que no es tan fácil entrar directamente con un correo decir “voy a mandar un kilo de café de Colombia a China por correo”.

EC —¿Y eso puede hacerse con los volúmenes chicos o relativamente chicos de producción que tiene Uruguay en distintos rubros?

OD —Sí, esa es la gran oportunidad. El e-commerce permite ir haciendo esos crecimientos.

EC —Pero se necesitan los centros de logística y distribución.

OD —Absolutamente, porque si no, no se va a llegar en los tiempos a que están acostumbrados. Los chinos están acostumbrados a recibir en 24 horas, en 48 horas todos los pedidos internos.

RVM —Estamos hablando de temas y de retos desde el punto de vista logístico, con plataformas digitales. Hablamos del caso de Alibabá como un ejemplo del Amazon chino, etcétera, pero creo que va más allá, porque finalmente en esa integración de la ruta de la seda, que es terrestre y hoy es marítima. Ahora comentaba el presidente Moreno el caso del intercambio comercial entre Filipinas, Manila y el puerto de Acapulco, a través de la famosa nao de China, ahora nao de Filipinas. Pero ese intercambio iba mucho más allá de la parte comercial, porque en esa época –siglos XVI, XVII– ese intercambio era también económico, transaccional, monetario. Durante 250 años, y la gente no lo sabe en América Latina, pero el medio de pago e China eran monedas de plata acuñadas por la Casa de la Moneda de México, que se utilizaban en China por contenido y por la certidumbre de ese medio de pago. Entonces cuando hablamos de monedas, cuando hablamos de transacciones, ese vínculo, ese puente es muy relevante. China no está lista ahorita para invertir sola en América Latina, si no es con el debido acompañamiento de la banca de desarrollo.

EC —Y ahí está el BID…

RVM —Ahí está el BID. Lo digo abiertamente, yo llevo 12 años metido en el tema China-América Latina en transacciones, fusiones, adquisiciones, inversiones extranjeras directas. Hoy tenemos proyectos en portafolio en construcción en eólico en México, Argentina, por más de US$ 600 millones. Y en el financiamiento tenemos que venir de la mano las multilaterales. En Argentina, donde somos los principales adjudicados en la primera ronda de energías renovables, el BID está estructurando el financiamiento, porque si no es a través del BID, los bancos chinos no vienen. Necesitamos forzosamente ese voto de confianza, porque esa capacidad a nivel dew dilligence, a nivel estructuración no la tienen todavía, están un paso atrás. Quizás en la próxima década puedan venir directamente los bancos comerciales, pero hoy si no es por el efecto catalizador y la confianza en instituciones como el BID, sería imposible.

LAM —Obviamente, apuntando a lo que decía Orlando, todavía tenemos un enorme desconocimiento, y por eso hemos dedicado tanto tiempo a trabajar con las autoridades chinas, a tener líneas de cofinanciamiento. Nosotros tenemos una línea de cofinanciamiento de US$ 2.000 millones contra la reserva del Banco Central chino, le presentamos un proyecto cualquiera, como el que mencionaba Rafael, y en 15 días nos dicen vamos o no vamos, con esa velocidad. Eso no lo logra uno con ningún gobierno europeo ni ninguno de los donantes nuestros. De manera que lo que hemos venido haciendo es eso, y todos estos intercambios de personas, porque al final del día son muy pocos los chinos que hablan inglés, y muchísimos menos aquellos que hablan español. Igualmente nosotros, entonces todavía tenemos un largo camino por recorrer. Orlando planteaba que hay que ir escogiendo los sitios adonde vamos llegando, es un país tan grande que uno tiene que ir escogiendo las zonas por donde va penetrando como región. Allí es donde están las oportunidades. El rol nuestro es un rol catalítico, lo que esperamos cada vez más es acompañar casos como el de Rafael, no solamente poner una parte de financiamiento nuestro, sino invitar a bancos chinos a que tomen parte de ese financiamiento. Eso los va haciendo entrar y estar más cómodos.

***

EC —El comercio da para mucho. Presidente Moreno…

LAM —En el comercio típicamente la normativa de aduana […] lo que se llama la cláusula de mínimos, que se estableció hace muchos años para permitir que las muestras comerciales llegaran sin trabas en las aduanas y pasaran derecho. Esto significa que son cosas inferiores a US$ 100. En este momento en la renegociación que está haciendo México con Estados Unidos en su tratado de libre comercio están aumentando ese monto a por lo menos US$ 700. No sé dónde finalmente quede esa financiación, pero el solo hecho de empezarlo a renegociar ha significado que una empresa como Amazon ya está poniendo un ancla en México, lo que va a generar en torno a 10.000 empleos. Porque es sobre lo que descansa toda la parte logística que mueve el comercio electrónico que muy bien describía Orlando. Él lo decía en el caso de Brasil, en Brasil hay unos problemas de las aduanas que hay que resolver.

El comercio electrónico te hace otra cosa, una empresa que está moviendo estos productos sabe exactamente toda la información sobre el proveedor, etcétera, de tal manera que es casi un dew dilligence, o una diligencia debida, mejor que la que podían hacer las mismas aduanas, porque no se va a embarrar por acomodar un pequeño productor. De manera que creo que esto es un tema de mentalidad, nosotros estamos tratando de trabajar con todos los países a través de lo que llamamos las ventanillas únicas –ya incluso en los países de la Alianza del Pacífico las hemos desarrollado– y hacer que se hablen entre ellas, de tal manera que los procesos de las aduanas sean mucho más rápidos y que eventualmente los grandes productores puedan tener alguna especie de fast track para mover su producción.

EC —Mencionaba el ejemplo de Amazon, que estaría por abrir un centro logístico en México que daría trabajo a 10.000 personas.

LAM —Creo que puede tener fácilmente, me corregirá aquí Rafael.

EC —Entonces tenemos que hacer el paralelismo posible con Alibabá, qué ocurriría con Alibabá instalando centros logísticos en América Latina.

LAM —Creo que ahí está la oportunidad. Los centros logísticos son una especie de anclajes que no pueden estar en todos los países. Los países que tengan la visión de entender esto y preguntarse dónde quieren colocarse van a poder atraer estos hubs. ¿Por qué no en Uruguay, por ejemplo, para surtir a Brasil y Argentina?

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