EC —Usted habló, en una de las primeras reuniones, de la política carcelaria, de que ahí se jugaba buena parte de este partido.
EN —Y sí, las cárceles hoy son una escuela de robo, los presos no tienen la obligación de estudiar ni trabajar, entonces, ¿qué hacen todo el día?, aprenden a delinquir, se juntan con los presos más grandes y empiezan a delinquir. Tiene que haber más cárceles. Claro: si hoy estamos para 11.000… Uruguay tendría que tener, hoy, en las condiciones en las que está y con los procesamientos, va a tener que tener rápidamente lugar para 15.000 o 20.000 presos, hoy no lo tiene.
Mire, mandaron presos de Montevideo para la cárcel de Rivera, porque [allá] había lugares. En Rivera no había muchas rapiñas. Mandaron a los presos para allá, fueron las familias de los presos para Rivera y hoy hay delitos en Rivera, porque las familias que están allá para estar cerca de los presos empezaron a delinquir. Hay rapiñas y robos, lo que nunca pasó. Eso lo tenemos que tratar, es uno de los temas que se va a tratar rápidamente.
EC —Ahí sí hace falta plata, tanto para construir nuevas cárceles como para llevar adelante esos planes de formación y recuperación de los presos.
EN —¿Sabe una cosa? Han despilfarrado el dinero. Hace un año, en este programa, yo fui el primero en hablar de Ancap, cuya deuda había aumentado de US$ 200 millones US$ 2.200 millones. La gente me decía que estaba mintiendo. Despilfarraron los dineros. Ancap hoy debe US$ 2.000, dicen que perdió US$ 1.000, pero las otras inversiones, que están mal, yo las seguiré discutiendo. Ni hablemos de otros casos, muchos más, en los que se gestionó mal. Este país se puede gestionar mucho mejor y poner el dinero donde se debe, no están cuidando los dineros, y eso es lo que la gente quiere.
Hablemos de los empleados públicos: el Frente Amplio puso 70.000 nuevos empleados públicos en la administración. Cuando en una empresa cada vez se necesitan menos trabajadores administrativos por el tema digital, resulta que en diez años el Frente Amplio puso 70.000 empleados públicos. ¿Sabe cuánto le cuestan al país? ¡US$ 1.000 millones por año! ¿Sabe cuántas escuelas se podrían arreglar, cuántas cárceles se pueden hacer, a cuánta gente se puede ayudar –o en casos como el de Dolores–, a cuántos productores lecheros –que hoy están sufriendo la baja [del precio] del producto se puede ayudar? Los gobiernos han despilfarrado el dinero, y si uno empieza a cuidar los dineros como lo hace en su casa o en su negocio, este país, estoy seguro, puede cambiar.
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Transcripción: Andrea Martínez
