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Entrevista central, viernes 23 de diciembre: Gonzalo Casaravilla

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RA —Se ha señalado que en ese aporte a Rentas Generales no todos están tirando del carro de la misma manera. Se ha planteado que la suba de UTE se está usando para subsidiar ineficiencias y números rojos, complicados, en otras empresas, como OSE o Ancap. ¿Por qué debería UTE hacer este subsidio? ¿Qué les argumentaron a ustedes? ¿Cómo se ha manejado a nivel de gobierno?

GC —De eso no voy a opinar, no me corresponde. Yo tengo que mostrar los números de UTE. Esto es un tema de política de Estado, para eso tenemos los ministros, que además me consta y a ustedes les consta que todos los días están saliendo a explicar estas cosas como corresponde.

EC —Pero hay otros actores en este debate. ¿Leyó el comunicado de AUTE (Agrupación UTE), el sindicato de UTE?

GC —No, no he tenido tiempo, pero a partir de las preguntas que me hace la prensa constantemente puedo hacerme una idea de cuáles han sido las declaraciones.

EC —El sindicato de funcionarios de UTE emitió un comunicado en el que lamentó que con la tarifa no solo se pague el costo del servicio eléctrico, sino también “una política que subsidia a los grandes consumidores y les garantiza rentabilidades increíbles a los capitales privados que le hincaron el diente a la generación de energía eléctrica”. Según AUTE, el ente “promueve” contratos “absolutamente abusivos” con los generadores privados de energía, comprometiéndose a comprar “toda la energía que se genere, incluso si no se necesita, por un plazo de 20 años, a un precio fijo en dólares”. ¿Qué responde a este tipo de argumentos?

GC —Primero, que los contratos sean abusivos, si hay algo que tenemos bien claro en UTE es cuál es el negocio que hay atrás de un contrato de eólica. De hecho, el 34 % de la energía eólica que hoy está en el Uruguay ha sido desarrollada por UTE. Y no solo eso, sino que de frente y mano fuimos al mercado de valores con parques eólicos diciendo cuál era la rentabilidad. Conocemos con ocho lugares después de la coma cuál es la rentabilidad que tienen, es una rentabilidad de 10 %. Esa es la rentabilidad que da el que decide, porque es convocado a ese efecto, poner un aerogenerador y venderle la energía a UTE.

El que planifica el sector energético es el Estado, el que dice cuánto tiene que haber de eólica es el Estado. Si queríamos tener el mínimo costo por esos contratos de compra de energía no podíamos pretender hacer como están haciendo en otras partes del mundo y les está yendo muy mal, decir “usted venga, instálese y en función de lo que sale el costo cada hora de la energía –porque el costo hora a hora va cambiando– usted va a tener la remuneración”. Eso en el mundo no está funcionando, en el mundo funciona que el que tiene el riesgo, el que maneja el riesgo, el que toma las decisiones de cuánta eólica, cuánta solar, cuánta térmica, cuánto esto, cuánto lo otro, es el que planifica. Por suerte en Uruguay el sector energético lo planifica el Estado, y el que tiene que proveer energía tiene que preocuparse de poner un buen molino, ponerlo donde haya viento, operarlo, mantenerlo y entregar la energía.

El sindicato dice que es abusivo. Si un negocio en el cual un privado pone en el orden de US$ 2.000 millones de inversión y va a sacar una rentabilidad de 10 % –que por supuesto me hubiese encantado hacerlo desde UTE– y decimos que es abusivo, evidentemente no entendemos cómo funciona el mundo.

Respecto a que nosotros, generen o no generen, les pagamos, pongámoslo al revés: ¿alguien hubiese venido, a los precios que conseguimos acá en Uruguay, si el contrato no le garantizara que si hubiera restricciones operativas –que a eso hace referencia el comunicado– le íbamos a pagar? Eso es así, pasa en un sistema serio.

EC —¿Puede explicarlo mejor? Porque por lo visto hay una confusión, tal cual está planteado en el comunicado.

GC —Primero, se está diciendo que es abusivo, creo que por el precio no es abusivo. Y segundo, que nosotros le pagamos la energía, genere o no genere, durante 20 años. Efectivamente está previsto…

EC —No, dice “se le paga incluso si no se la necesita”.

GC —Exactamente. Es el Estado el que define el quantum, el otro tiene que generar. Si yo me pasé, porque instalé de más, ¿se lo voy a transferir al inversor? No, esa decisión la tomé yo.

EC —Dice el comunicado: “Este año estuvimos literalmente tirando agua de las represas porque estábamos obligados a comprarles la energía a los privados”.

GC —Eso está así en el diseño. Y como le digo, no habríamos logrado el cambio de la matriz eléctrica si no hubiésemos hecho contratos que minimizaran el costo para que efectivamente la rentabilidad solo fuera 10 % y nada más que 10 %. Son las mismas reglas de juego que van a tener los parques eólicos que desarrolló UTE y por los que fuimos al mercado de valores.

EC —Sobrevolando esta crítica de AUTE está la posibilidad de que estas inversiones las hubiera hecho la propia UTE, para no tener que asumir este tipo de compromisos, esta rentabilidad de 10 % con los privados, que fueron los que hicieron las inversiones. ¿Qué responde sobre ese otro camino alternativo?

GC —Primero, que en primera persona puedo decir que hice hasta lo increíble para que eso fuera así. Y cuando pude encontrar un espacio, pusimos el parque eólico Juan Pablo Terra, que fue una inversión de US$ 140 millones que hicimos. Todavía se están preguntando cómo la hicimos, pero la hicimos, porque hicimos una optimización de los recursos que nos asignaron a inversión.

De 2010 a 2019, en esos dos quinquenios, UTE va a haber invertido US$ 3.000 millones. En ese mismo período, para transformar la matriz eléctrica del Uruguay, los privados, que a la postre habrán puesto del orden de 900.000 megavatios, hicieron una inversión de US$ 2.000 millones.

EC —UTE invirtió US$ 3.000 y los privados US$ 2.000.

GC —Pusieron US$ 2.000 solo en eólica, porque también hay fotovoltaica como US$ 500 millones. Yo lo planteé, lo planteé a Kreimerman y al presidente Mujica, quería hacerlo. Dije: US$ 3.000 millones en la historia del Uruguay… veníamos de un rezago de inversiones no hechas y si no las hubiésemos hecho estaríamos como países de la región que hoy están planificando los apagones. Bien, US$ 3.000 millones, y dije “quiero US$ 2.000 más”, “no, pibe, buscale la vuelta”. Y le buscamos la vuelta. Entonces cuando pudimos compramos un parque eólico, Juan Pablo Terra. Cuando pudimos trajimos como excusa la asociación estratégica con Electrobras, hicimos un parque 50 y 50, y ahí está funcionando Artilleros. Cuando pudimos hicimos un leasing, sobre fin de año se está terminando Palomas, estamos alquilando máquinas para convertir viento en energía eléctrica. Eso nunca nadie lo había hecho en el mundo, lo hizo la UTE, porque queríamos estar.

Y en determinado momento dijimos “no queremos quedar afuera” e inventamos el tema Pampa, Arias y Valentines y desarrollamos el ahorro nacional. Todo eso porque tenemos hambre de estar en la cancha y buscamos hasta el último resquicio del espacio fiscal que nos dieron. Entonces capaz que me pongo del mismo lado que el sindicato y podría estar en la misma tribuna diciendo lo mismo. Pero hay alguien que tiene la responsabilidad de que las cosas pasen y hay otro que puede sentarse cómodamente en la vereda de enfrente y tirar piedras. Nosotros estamos construyendo.

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