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Entrevista central, viernes 23 de diciembre: Gonzalo Casaravilla

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RA —El miércoles se cerró la operación por la cual UTE vendía acciones del parque eólico Valentines, que ya está operando, a la altura del kilómetro 229 de la ruta 7, en el límite entre los departamentos de Florida y Treinta y Tres. Se ofrecía el 80 % de las acciones de esta sociedad anónima; UTE mantiene ahora el 20 % restante. En otras ocasiones UTE ha constituido fideicomisos para salir al mercado de valores. ¿Por qué esta vez se optó por vender acciones de la sociedad anónima propietaria del parque?

GC —Es parte de la curva de aprendizaje probar todas las alternativas. Todavía no sabemos cuál es la mejor. Evidentemente los fideicomisos funcionaron muy bien, el fideicomiso genera de por sí una confianza de la gente, y el primero tenía que ser, como fue Pampa, con ciertas condiciones. Cuando vimos que Pampa venía bien, ya en el segundo, cuando fuimos al mercado de valores con Arias, sacamos una garantía para los minoristas. Y no tuvimos ningún problema, también colocamos muy bien el fideicomiso.

EC —El fideicomiso implicaba que la gente prestaba dinero.

GC —No, no. El fideicomiso y la sociedad anónima son exactamente lo mismo, es una forma de organización del trabajo, los dos eran negocios de riesgo, la única diferencia es que en el caso de Pampa los accionistas minoritarios, que eran del orden de la cuantía de UTE, que era el 20 %, tenían garantizada por UTE una rentabilidad de ese negocio de 4 %. Pero los socios mayoritarios nada, esto es a riesgo y verdad. Evidentemente es un negocio que si se hace bien tiene una rentabilidad y es bastante seguro desde el punto de vista de la rentabilidad que tiene.

En la última salimos con una sociedad anónima, en vez de tener certificado de participación de un fideicomiso tiene acciones de una sociedad anónima. Es una figura diferente, que es más flexible, da mucho más trabajo, nos dio muchísimo más trabajo que un fideicomiso, pero tiene otras prestaciones. Por ejemplo, después puede ampliarse a otros parques eólicos. El fideicomiso es para un parque eólico, la sociedad anónima puede ampliarse. La sociedad anónima después puede capitalizar en la bolsa de San Pablo. Hay cosas que las sociedades anónimas permiten que no permiten los fideicomisos. Además queríamos realmente probar diferentes vehículos de inversión.

Y hay una cosa que es subliminal y estuvo desde el vamos. Nosotros queríamos desarrollar la eólica, queríamos desarrollar el cambio de la matriz, y no queríamos quedar afuera por no tener espacio fiscal. Ahí hicimos sinergia con la gente del Banco Central, con el Ministerio de Economía, con el Ministerio de Industria, para ver si lográbamos desarrollar el ahorro nacional, el ahorro popular. Lo logramos, el objetivo se logró, la gente con muy poquita plata se asoció con UTE en un parque eólico teniendo una rentabilidad que en los papeles es 10 % y puede llegar a ser mejor por ser una sociedad anónima, porque cada cinco años se puede recapitalizar, y ahí uno puede retirar dividendos mucho antes, puede llegar hasta 13 %. Vamos a ensayar cosas.

EC —¿El 10 % está asegurado?

GC —Nada está asegurado.

EC —Es estimado a partir de la experiencia de UTE.

GC —A partir de la experiencia de UTE y de la experiencia de todos los actores que han desarrollado parques eólicos en Uruguay. ¿Por qué a nosotros nos va a ir peor que a los que invirtieron US$ 2.000 millones en parques eólicos en Uruguay? Tenemos las mismas reglas de juego: vendemos la energía, el parque eólico le vende a UTE la energía lo mismo que venden todos los demás privados.

EC —Podían haber recurrido a grandes inversores, a AFAP, pero optaron por ir a que la gente individualmente colocara dinero.

GC —Fuimos a los dos segmentos.

EC —Se bajó hasta a los US$ 100.

GC —Sí. Me eriza pensar que tengo 600 personas que pusieron US$ 100 para asociarse con UTE. Esos fueron el 15 % que fueron por Red Pagos, que era el canal que hizo SURA, uno de los corredores. Y 35 % fueron del interior. Es la primera vez que le damos a la gente del interior un instrumento de ahorro fácil, porque era tan fácil como inscribirse en la web, y en cinco minutos uno iba y llevaba la plata a un Red Pagos. Hubo 4.000 personas que fueron a Red Pagos con un promedio de US$ 1.000 y se asociaron con UTE en el parque eólico.

EC —Usted dice que lo que se buscó fue fomentar el ahorro nacional. Ahorro entre comillas, porque al mismo tiempo se está fomentando la experiencia empresarial de la gente. La gente es socia en una empresa y va a mirar cómo evoluciona esa empresa.

GC —Totalmente.

EC —Otra manera de verlo, teniendo en cuenta la discusión que teníamos hace un rato, es que aquí se va por el camino de una privatización “minorista” o “popular”. Teniendo en cuenta la resistencia que en algunos sectores genera el otro camino, el de los parques eólicos grandes que la propia UTE ha incentivado y en los cuales establece contratos de compra, etcétera, acá hay privatización pero a nivel de la gente.

GC —Mire, yo voté en los plebiscitos del año 90 y defendí las empresas públicas. Y cuando me tocó estar en una empresa pública traté de tener el mayor espacio de inversión y de hacer las cosas para que ese 10 % de beneficio se lo llevara UTE y pudiéramos hacer más inversiones o volcarlo al Poder Ejecutivo para que haga escuelas. No me importa, yo estoy muy tranquilo trabajando, sabiendo que todo el beneficio que obtenemos se lo queda el Estado. Evidentemente no teníamos ese espacio. Y si ahora me preguntan qué prefiero, si firmar un contrato de compra a un privado, porque no tengo otra alternativa, digo no, de eso el 20 % lo recupero y el 80 % lo distribuyo entre mis clientes, que quiero que tengan empatía conmigo, que se sientan más socios de lo que son porque son dueños de la empresa, y genero una sinergia, porque hoy ya tengo 10.000 personas que van a defender a muerte a la UTE. Y eso está bueno.

EC —Eso es lo que se busca, compromiso.

GC —Compromiso. Tenemos que hacer un balance, porque si ponemos todo en minoritario, que podría haber sido el caso, nos quedamos sin los inversores institucionales. Tenemos que dejar a todos contentos. Pero además, cuando le dijimos al minoritario “pagá 100, tenés un papel de 100”, no fue competitivo, fue por orden de tamaño, los ordenamos de menor a mayor y el que puso 100 llevó 100. El que puso US$ 2.552 para abajo obtuvo eso, los que querían comprar más que eso se quedaron US$ 2.552, lo hicimos para que fuera popular. En Pampa nos equivocamos, lo hicimos por prorrateo, entonces uno ponía US$ 2.000 y llegaba a la séptima parte de US$ 2.000. Ya apara Arias y para este ordenamos de esa forma. El diseño es para que sea popular.

EC —¿La respuesta los conformó? ¿Es la que esperaban?

GC —Sí. Yo decía jocosamente que les decía a mis gerentes “hasta que no logren un mecanismo por el cual uno vaya al supermercado y le digan ‘¿quiere dejar el vuelto en una acción en el parque eólico?’ no me aflojan”. Tengo que reconocer que tengo un equipo gerencial que se movió, se movió, se movió y consiguió los objetivos.

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