EC —Pero esa población que va a una colonia como esta del BPS ¿también mueve sectores privados cercanos, o focaliza su actividad turística en ese lugar del propio BPS?
BL —Ahí hay un derrame por ejemplo con los profesores de la Asociación Cristiana de Jóvenes, que son los que asisten con recreación y demás. Cuando se sale a hacer los paseos por la ciudad de San José están las compras y lo que desarrollen. Pero el BPS también hizo acuerdo con el Argentino Hotel de Piriápolis, lo que les permitió a los uruguayos recuperar cientos de miles de dólares. Porque el hotel tenía una situación crítica desde el punto de vista de la relación con el BPS, se acordó un precio y se acordó que lo que ingresara por prestaciones a jubilados o pensionistas iba en descuento de esa situación. Con eso se logró rescatar una deuda que era de cientos de miles de dólares.
Por otro lado, el BPS tiene acuerdos con otros hoteles en diferentes puntos del país, por ejemplo en Las Cañas. El BPS debe de llegar así a unas 26.000 personas al año. En los otros contratos no es que haya un subsidio, hay un agente financiador, la persona paga seis meses sin intereses y retoma.
Luego tenemos nuestros planes, que han implicado llegar a todo el país. Hoy prácticamente los 19 departamentos emiten turistas y reciben turistas. Ahí sí hay diferentes escalas según el nivel de jubilación que se recibe si son adultos mayores. Hay subsidios parciales para aquellos que reciben menos de equis cantidad de prestaciones del BPS, y otros que pagan completamente. Hemos discutido con el sector privado, porque en el caso del ministerio quienes comercializan el turismo social son empresas, agencias de viaje, hoteles, etcétera, que se han integrado al sistema. En otros casos particulares la financiación es distinta, como en el programa de quinceañeras. Eso implica que chicas cuyos padres son beneficiarios de alguna de las cajas –hemos ido ampliando, todavía nos quedan algunas por completar– y que cumplen 15 años tienen derecho a asistir en la medida en que tengan notas de promoción.
EC —¿A qué tienen derecho?
BL —A un fin de semana con todos los gastos pagos –pagan $ 700 por todo eso–. Implica el viaje, los animadores que acompañan el viaje, las visitas a los distintos lugares, la fiesta de 15, el baile de 15.
EC —El beneficio abarca a la cumpleañera y a ¿cuántas personas más?
BL —Es de quinceañeras, se anotan alrededor de 500 al año, se verifica que sus notas se corresponden con lo que deben tener, el BPS comparte con nosotros el beneficio para eso.
EC —Una movida y una gran fiesta.
BL —Exactamente. Son seis por año prácticamente, ocho ómnibus. Por otro lado tenemos viajes con las escuelas agrarias, los chicos pagan un monto, nosotros subsidiamos el ómnibus y van programadamente, es un viaje de fin de curso. Tenemos también el de trabajadores, en algunos casos con algunos fondos que tienen los sindicatos organizados y se benefician de los precios que nosotros negociamos con los operadores, se pone fecha. Incluso se llamó a una licitación, con lo cual dos empresas en Montevideo son las que administran las salidas de Montevideo y los viajes del interior hacia Montevideo. Una de ellas es COIT y la otra es Sierramar. Eso nos permite mover por año alrededor de 3.500, 3.600 personas.
También tenemos las colonias de vacaciones de Primaria, que mueven muchos miles de estudiantes, algunas colonias de vacaciones sindicales, el Parador Máximo Tajes, que es la colonia de vacaciones de las Fuerzas Armadas, y a su vez existen otros programas que coordinamos con el Mides que son los viajes al finalizar la salida laboral o algunas otras experiencias. En algunos casos hemos desarrollado salidas para trabajadoras domésticas, que tienen sus particularidades, porque muchas veces tienen que ser paseos por el día, no pueden tener más de un día; en algunos casos sí lo logramos, se ha ido a Colonia por un fin de semana. Hemos hecho también salidas con peones rurales, particularmente de la cuenca lechera. Todo ese universo implica las 90.000 o 96.000 personas que anualmente se mueven a través de distintos elementos. Entonces hay que formar un sistema.
EC —¿Cuánto pone el MT para el conjunto de estos programas?
BL —Debemos estar colocando entre US$ 200.000 y US$ 250.000 anuales de momento a través del transporte u otras prestaciones que brindamos.
EC —¿Y se sabe cuál es el impacto total, más allá de lo que el propio ministerio financia?
BL —A raíz de que dimos un monto en determinado momento, cuando se cumplieron 10 años, pero solo de lo que el ministerio movía con esto, nos pareció pertinente establecer un observatorio que nos permita medir el impacto económico del turismo social para que la sociedad uruguaya lo vea exactamente, incluso para que la sociedad vea que el BPS tiene acciones o prestaciones que van bastante más allá de lo que pensamos. Esta semana estuve reunido con el presidente y funcionarios del BPS y algunos otros organismos a los efectos de comenzar ese proyecto.
EC —¿Las cuentas están hechas?
BL —No, todavía no. Vamos a comenzar con eso y va a causar una sensación bastante importante el ver cuánto mueve el Sistema Nacional de Turismo Social.
***
RA —Este año se lanzó el Corredor de los Pájaros Pintados, una iniciativa del MT y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que procura un corrimiento de las propuestas turísticas concentradas en la costa atlántica para enfocarse en el litoral del país. La iniciativa comprende localidades de Soriano, Río Negro, Paysandú, Salto y Artigas. ¿De qué se trata?
BL —Para que el turismo se pueda materializar se tienen que dar dos aspectos excluyentes, si no se logran es muy difícil. Primero, capacidad de ahorro; segundo, tiempo libre. En el Uruguay han aumentado los ingresos de los hogares, no más tomen el número de autos que se han vendido en los últimos 10 años o más, por lo tanto ahí hay un factor de capacidad de ahorro y de movilización independiente, y por lo tanto hay la posibilidad de recorrer el Uruguay. Siempre se discutía que es más caro hacer turismo aquí que salir al exterior, etcétera. Eso en parte puede ser cierto, los números pueden dar eso…
EC —Hay coyunturas en las que alguno de los vecinos resulta más barato, Argentina, Brasil.
BL —Sí, pero no es el caso hoy. Y el otro hecho es adónde voy, entonces el tener oferta es determinante para capitalizar ese adónde voy. En segundo lugar, hemos entendido que esa generación de oferta tenía que abordar todo el territorio. Entonces se ha venido trabajando con el BID desde el año 2007, 2008 en el territorio, es la primera vez que el MT tiene representantes del programa del BID en distintos departamentos. Atendemos Río Negro-Soriano, Paysandú-Salto y en un fórceps un poco, como corredor del litoral, Artigas y Rivera. ¿Por qué lo de Artigas y Rivera, que incluso discutimos mucho con el BID? Porque por primera vez en la historia del Uruguay había la posibilidad de desarrollar una oferta turística asociada al turismo de compras en la frontera que no podíamos perder. Rivera recibe, o recibía, ahora ha recuperado una parte, más turistas que Colonia
