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Entrevista central, viernes 29 de diciembre: Danilo Astori

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EC —Se hace, pero se corre la fecha.

DA —Se corre para marzo, tres meses después. Espero que en tres meses estemos más tranquilos y podamos concentrarnos en lo que queremos trasmitir al auditorio.

ROMINA ANDRIOLI (RA) —Una duda a propósito del proyecto de los cincuentones: ¿cómo fue la discusión con el ministro Murro sobre ese tema? Fueron notorias sus discrepancias, Murro incluso llegó a declarar que desde el astorismo y el equipo económico se hacía terrorismo con las cifras sobre el costo de la solución. ¿Cómo vivió ese proceso?

DA —La única etapa en que discutimos con el ministro Murro y el presidente de la República fue aquella en que se presentó el primer proyecto de ley.

EC —En la previa de la presentación del proyecto.

DA —Exactamente, cuando se elaboró ese primer proyecto de ley. Que se elaboró con información inadecuada.

EC —“Inadecuada”… ¡Qué término extraño! ¿Inadecuada o incorrecta?

DA —No considero que sea incorrecta la palabra. Era información desactualizada y por lo tanto con problemas de fundamento respecto a un proyecto de ley tan importante como el que estábamos haciendo.

EC —Eso de que era inadecuada la información lo comprobaron después.

DA —Me parece que en este caso se puede usar la palabra inadecuada. No veo ningún inconveniente.

EC —No, pero me dio la impresión de que estaba cuidando mucho la búsqueda de términos.

DA —No, no estoy cuidando nada porque ya lo dije muchas veces: información inadecuada. Por desactualizada y por lo tanto por incorrecta.

EC —¿Responsabilidad de quién fue la inadecuación de esa información?

DA —Creo que el Banco de Previsión Social (BPS) no presentó a tiempo la información que debíamos haber tenido disponible para efectuar el proyecto de ley que luego llegó al Parlamento. Cuando el BPS propuso y ofreció la información que nosotros entendíamos actualizada y correcta, nos dimos cuenta de que los resultados cambiaban notoriamente. Yo me puse inmediatamente en contacto con el presidente Vázquez, el presidente Vázquez, a mi juicio en una decisión correcta, dijo que prefería no enviar otro proyecto de ley, sino que fuera el Parlamento el que lo trabajara. Y nos pusimos a trabajar con el Parlamento.

EC —Pero la pregunta de Romina era a propósito de cómo había sido la discusión, la relación con el ministro Murro. Porque la opinión pública visualizó un enfrentamiento duro entre ustedes dos.

DA —Sí, tenemos discrepancias sobre este tema, es evidente. Tenemos discrepancias sobre el sistema de seguridad social, y por supuesto, a la luz de esas discrepancias, tenemos discrepancias sobre instrumentos específicos de ese sistema, como es un proyecto de ley de este tipo.

EC —¿Hay diálogo entre ustedes dos?

DA —Sí, sin duda. Pero un diálogo que no puede ocultar que tenemos discrepancias. Yo no lo considero tan grave, porque en un gobierno puede haber discrepancias importantes de este tipo y al mismo tiempo tratar todos de impulsar un camino de recorrido común como el que en definitiva se logró. El ministro Murro terminó apoyando este camino que propusimos de modificación parlamentaria.

EC —El texto que salió incluye alguna sorpresa. Por ejemplo, el tope a las comisiones que cobran las AFAP, tomando como referencia para ello la más baja del mercado, que casualmente es la de República AFAP. Por ese motivo puede leerse como una primera perforación al sistema mixto de seguridad social. Un sistema que parecía consolidado, que hasta ahora se había blindado de las modificaciones y críticas que existen dentro del FA de algunos sectores. ¿Usted lo ve así?

DA —No, lo veo al revés. Porque lo que estaba erosionando al sistema últimamente era una enorme dispersión en el monto de las comisiones. Cuando llegó el proyecto al Parlamento entre la más barata y la más cara había 165 % de diferencia.

EC —Pero eso no estaba en el proyecto, no lo habían pensado originalmente.

DA —No estaba en el proyecto, surgió como consecuencia de la negociación en el Parlamento y sinceramente me pareció bien. Lo que no quiere decir que no podamos reunirnos con quienes representan a las AFAP, analizar el tema y buscar métodos de mejora.

¿Por qué poner un tope? Cuando hay una dispersión tan grande de comisiones, el poner un tope, un tope amplio, con un período de convergencia importante –tienen dos años para adecuarse–, es un mecanismo de defensa del consumidor. En definitiva, un mecanismo de defensa del trabajador.

EC —Las AFAP tienen otra visión.

RA —¿El hecho de fijar este antecedente no puede sentar un precedente de fijar topes de precios, algo que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) en otras ocasiones ha rechazado? ¿No vendrán luego planteos de topear el precio, no sé, de los alquileres, por ejemplo?

DA —Eso es rigurosamente cierto. Pero aquí no podemos perder de vista la dispersión enorme que tenemos. Eso no se justifica de ninguna manera, no tiene justificación posible. Y en un mercado que se entienda necesario defender para que funcione de la mejor manera posible tener mínimos mecanismos de regulación en defensa del consumidor es una parte muy importante de la regulación.

EC —Las AFAP privadas, las que van a reunirse con usted hoy, dicen que con esta ley “se agudiza la concentración del mercado, que ya fue agravada por la Ley 19.162, donde se impuso que los afiliados obligados se asignaran a la AFAP de menor comisión”. Es peligroso, agregan, que, por su escala, la empresa dominante, República AFAP, estatal, desplace a los competidores más pequeños.

DA —Desde ya puedo decir que República AFAP no va a practicar una política de desplazamiento de otras firmas que están operando en el mercado. República AFAP está para servir al consumidor de la administración de fondos de ahorro previsional de la mejor manera posible. Pero eso no pasa por hundir a los demás, en absoluto.

RA —Pero hay quienes pueden leer que esto no es un escenario tan improbable desde el momento en que en el FA hay muchos dirigentes que entienden que no debe existir el lucro en la seguridad social. Por ejemplo, en un próximo gobierno se podría designar un directorio de República AFAP que bajara sensiblemente las comisiones y terminara sacando del mercado a las AFAP privadas.

DA —Esa no es la posición del gobierno. Por lo tanto desde el punto de vista del gobierno, que integro, puedo afirmar que no vamos a actuar con ese objetivo, en absoluto.

EC —Otra objeción: dicen que hubo un cambio de reglas de juego que puede afectar las inversiones futuras y la imagen país. Este es un tema muy sensible para Usted, el clima de inversión. ¿Cómo ha visto esa interpretación?

DA —Si ubicamos la discusión sobre este punto en los reales parámetros dentro de los cuales tenemos que opinar y defender las posiciones al respecto, nos vamos a dar cuenta de que no va a haber un efecto de perjuicio sobre la llegada de inversiones al Uruguay. Es más, muchos países tienen el sistema mixto de seguridad social y tienen limitadas las comisiones de las AFAP. No quiero caer en el viejo razonamiento de “como los demás hacen esto, está bien que lo haga yo”, pero personalmente no creo que este tema sea un mecanismo que ahuyente decisiones de inversión en el Uruguay.

EC —Lo que se menciona es que se cambió la regla de juego sobre la marcha.

DA —Sí, se cambió la regla de juego sobre la marcha. Y esto puede pasar en un mercado que se distorsiona. Vamos a entendernos, el mercado de comisiones de las AFAP o de las AFAP tuvo una falla, hay que reconocerlo, y las fallas del mercado se corrigen con mecanismos regulatorios. No hay otra posibilidad. Uno no puede soportar que haya fallas del mercado y seguir operando con ellas. También hay fallas del Estado, por supuesto, en las políticas públicas.

EC —Otro ángulo de esta discusión sobre el proyecto que se aprobó y este punto en particular vino por declaraciones que hizo el ministro Ernesto Murro en Búsqueda.

RA —Murro expresó que lo que ganan las AFAP “es un disparate” que “solo obtiene el narcotráfico”. ¿Comparte esas declaraciones de un jerarca del gobierno?

DA —Creo que no merece ningún comentario esa afirmación. Así de sencillo.

RA —Usted se va a reunir hoy con las AFAP…

DA —Exactamente.

RA —Estaban muy preocupadas por este tipo de consideración.

DA —Esa comparación no merece ningún comentario.

EC —¿Ha sido motivo de algún tipo de conversación entre usted y el ministro Murro?

DA —No, no, no; no quiero ni referirme a ese tema.

EC —¿No ha charlado con él? ¿Ayer, por ejemplo, cuando se encontraron en esta reunión que armó el presidente de la República?

DA —No, no, cuando leí ese reportaje me sorprendí mucho. Por eso digo que no merece ningún comentario.

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