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Entrevista central, viernes 5 de agosto: Gonzalo Casaravilla

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EC —Es un frente que están cuidando permanentemente.

GC —Permanentemente. Hay un análisis de riesgo, destinamos una inversión a esa tarea, que no es poca, tenemos cuadrillas específicas todo el tiempo para eso. En principio tenemos 51 faltas por año asociadas a líneas que salen por temas de aves. Últimamente las aves están llevando a sus nidos hilos conductores de los alambrados eléctricos del campo, que son livianitos, de plástico, pero con un poco de metal, son conductores en definitiva. Eso es lo que causa la mayoría de los problemas hoy en día. La realidad es que los pájaros causan fallas. Uno pone en el navegador “falla torre energía eléctrica” y salen un montón de fotos de cigüeñas, que son las que generan problemas en el hemisferio norte, donde está la mayoría de la información que aparece en Google.

EC —¿En Uruguay cuáles son las aves causantes de problemas? ¿Son los caranchos?

GC —Tenemos al menos tres aves que hacen mayoritariamente nido. Una es el espinero, que afecta tanto en alta tensión como en baja tensión; después tenemos los caranchos y después los loros.

EC —¿El problema siempre es ese, la forma como construyen el nido, en el que llegan a incluir elementos metálicos, por ejemplo hilos de pastoreo?

GC —Los espineros cuando están cerca de una obra donde quedaron muchos clavos hacen los nidos con clavos. Imagínese cómo afecta eso a las redes cuando van armando el nido, hasta que se produce la falla.

EC —¿Cómo juega ese hilo metálico de pastoreo, cómo termina generando la crisis?

GC —En una torre eléctrica con tenemos conductores, ese hilo se mueve con el viento, hace contacto entre uno de los polos vivos y tierra y eso es una falta, eso lo detecta el sistema. En este caso tuvimos la mala suerte de tener dos faltas.

EC —La otra no fue por caranchos.

GC —No. Los sistemas eléctricos se diseñan para soportar cualquier falta, una falta, la primera. Un sistema capaz de soportar dos faltas simultáneas se reserva para lugares de extremada criticidad, como centrales termonucleares, etcétera. No es el caso, no es ni 0,5 % de las redes del mundo, son n–1 las que se diseñan con esa característica. Se diseñan para una falta.

Acá por el tema del nido del pájaro hubo una falta en una línea importante, que trae energía de Salto hacia Uruguay, la línea Salto-Palmar. Esa línea es una doble terna, son dos líneas. En una línea hubo una falta, y se encontró con la mala suerte de tener una falta preexistente en un interruptor. Desde el punto de vista probabilístico, la probabilidad de que esto ocurriera era muy baja, pero ocurrió, y tuvimos faltas simultáneas en dos líneas hermanas. En ese momento el sistema estaba trayendo 600 MW por esas líneas, al de golpe salir 600 MW del sistema uruguayo, el sur del país –porque el litoral quedó conectado– tuvo las consecuencias que tuvo. Levantamos el sistema y la vida sigue, tenemos que seguir trabajando. Ese interruptor que falló tiene 35 años, hay 90 como ese instalados en el Uruguay.

EC —Esa falla en ese interruptor no se había detectado a tiempo, entonces.

GC —Efectivamente, es una falla preexistente. Como le decía, hay planes de mantenimiento y revisión y estamos trabajando en el problema. En el plan de inversiones previsto para los próximos años estaba la sustitución progresiva de esos interruptores, pero tenemos muchas instalaciones que hemos cuidado muy bien y eventualmente están en tiempo de ser cambiadas.

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