EC —De todos modos no es lo mismo, ¿no? Porque si un restaurante lo hace individualmente y los demás no, de algún modo se está colocando en desventaja. Puede pasar que pierda clientes porque allí saben que solo se aceptan pagos electrónicos.
MV —Es un proceso dinámico, que tendremos que ir evaluando y monitoreando conjuntamente con el Ministerio del Interior. No descartamos la posibilidad de extenderlo a otras actividades, pero también tenemos que tener en cuenta que es un proceso que implica una restricción importante y eso tiene que estar fundado en razones de interés público, general, fuertes. Por lo pronto, las posibilidades están; será cuestión de ir evaluando cómo funciona la aplicación de esta medida, por ejemplo, a nivel de las estaciones, e ir viendo la posibilidad de que se extienda a otros sectores en trabajo conjuntamente con otros actores. Es un tema que puede estar abierto. Hoy no tenemos en la agenda, específicamente, el tema de los restaurantes.
EC —De todos modos, aparece de inmediato el reclamo: ¿por qué los comerciantes tienen que pagar a los bancos, a los emisores de tarjetas, las comisiones que están pagando? Esa es una discusión que no se agota; incluso se dio muy fuerte en el caso de las estaciones de servicio.
MV —Desde el Gobierno entendemos que hemos tenido objetivos y un rumbo claro en el cual se ha venido trabajando y que ha dado resultados importantes. Pensemos que hemos logrado que el arancel máximo de la tarjeta de crédito, que está en un 7 %, haya tenido etapas sucesivas de reducción, y la más reciente fue el viernes pasado, a partir del 1° de julio tuvimos una nueva reducción en el arancel.
EC —Dice la nota que el responsable del restaurante que impulsa esa medida similar a la de las estaciones de servicio ha consultado a colegas y le han dicho que lo apoyarían si en las negociaciones se incluyera el tema de las comisiones. Hay negocios en los que los gastos por la comisión de las tarjetas aumentaron entre 20 % y 35 % en 2015, primer año de aplicación completa de la ley.
MV —En realidad, lo que puede haber habido es un aumento del uso y, en ese sentido, un pago mayor de aranceles. Pero el arancel, por cada transacción, lo que ha tenido es una reducción significativa. En particular en el caso de las tarjetas de débito. El otro día tuvimos una reunión con una empresa internacional vinculada al servicio de taxis, que nos vino a visitar… Y precisamente, discutíamos y conversábamos un poco cuál era la experiencia que ellos tenían porque incorporan, a través de su aplicación, el pago por medios electrónicos. ¿Cuál era el nivel de aranceles que le cobraban en el mundo? A una empresa que tiene poder de negociación. Y nos decían, por ejemplo…
EC —Usted no está hablando de Uber, ¿no?
MV —No.
EC —Está hablando de una empresa internacional que se dedica al rubro taxi.
MV —Sí.
EC —¿Easy Taxi?
MV —Easy Taxi. Y nos comentaban… En el mundo en general, a ellos, a partir de las negociaciones que realizan con los emisores, en tarjeta de débito, por ejemplo, dependiendo del mercado les cobran entre un 1,5 % y un 2,5 %. En el mundo. Una empresa con importante poder de negociación en muchos países. En Uruguay, hoy tenemos, para los pequeños comerciantes, un arancel máximo, con débito, de 2 %. Entonces, cuando uno analiza el dato de Uruguay a partir de la estrategia que venimos impulsando, trabajando con los actores pero con un rumbo claro en esa dirección, creemos que la evolución y la situación lo avalan. Y además, con un compromiso de que el arancel de la tarjeta de débito va a seguir bajando, con un cronograma que está previsto hasta llegar al 1,5 %. Paraguay, que es otro ejemplo, ha regulado por ley los aranceles, y en el caso de la tarjeta de débito lo ha fijado en el 3 %. Hoy en Uruguay, el pequeño comercio paga 2 %.
Realmente, creo que aunque hemos tenido avances muy significativos, sin duda que se puede seguir bajando… Todo el mundo quisiera pagar menos, pero no solo los comerciantes; cada uno de nosotros, cuando va a comprar a un comercio seguramente quisiera pagar menos por los productos que compra. Pero los servicios tienen un costo.
