EC —¿Y en el Kennedy se trabaja de la misma manera?
EA —De la misma manera, hubo elecciones para formar una comisión, hay un equipo de gente trabajando casa por casa, se hizo un censo profundo, con equipos técnicos…
EC —¿Acá también está el acuerdo con el MVOTMA?
EA —Acá estamos en ese acuerdo de palabra en el que nosotros queremos profundizar.
EC —O sea, de hecho, se está trabajando con el MVOTMA pero sin formalizar todavía un documento.
EA —Eso mismo. En el Kennedy se trabajó de la misma manera, se arrancó con un censo en el que incluso se le preguntaba a la gente si se iría y a dónde -si a tal o cual lugar, si a más o menos de cinco o siete kilómetros, etcétera- para un poco saber si lo que nosotros estábamos pensando, que era expropiar un padrón al que le habíamos echado el ojo… Y efectivamente 80 % de la gente prefería cerca, porque no querían quedar lejos de la fuente de trabajo…
EC —Claro, ese es un factor muy importante. ¿Qué se va a hacer con el predio del Kennedy? Tiene un valor inmobiliario alto, está rodeado de casas de lujo, está cerca del Golf…
EA —Es un predio muy valioso. Lo primero es que al trasladar el Kennedy muchas manzanas van a recuperar valor, algunas de las cuales están edificadas con casas tapiadas o deterioradas en su valor y uso por lo que implica tener cerca a un asentamiento con más de 570 familias. Lo que pasa es que ahí hay muchos chiquilines criándose y formándose en condiciones inhumanas, no hay servicios, por más que haya comisión, que estemos apoyando y que hayamos arrimado mejores condiciones de agua, por ejemplo, para que en estos dos años los vecinos vean una IM amiga que es facilita vivir un poco mejor, sabiendo que se tienen que ir igual. Hay un salón comunal que se atiende con canasta, con recreativa y un montón de cosas, pero no es el lugar para formar a un montón de chiquilines en un ámbito sin valores ni oportunidades… Lo comprendieron y al salir… El objetivo no es liberar una tierra valiosa, sino que vivan mejor esas 2.500 o 3.000 personas que viven ahí, que vayan a un barrio donde se pueda…
EC —¿Pero ¿qué se va a hacer con esa tierra?
EA —Esa tierra nosotros después la vamos a lotear y vender. Con los recursos que saquemos de esa tierra vamos a alimentar un fondo de tierras de interés social, que es una vieja aspiración que tenemos, un viejo proyecto que entendemos que sirve para el futuro. Todo lo que recuperemos del valor de esas tierras tiene que ser invertido en un proyecto similar para resolver problemas de vivienda…
EC —Justamente le preguntan desde la audiencia por otras situaciones: “¿Qué se va a hacer con La Capuera?”, “¿Qué está haciendo la IM para evitar asentamientos nuevos como los que están dándose en este momento en Punta Negra?”.
EA —Bueno, justamente, toda la Dirección de Vivienda de la IM está trabajando con gente e inspectores en toda el área. En el barrio San Antonio estamos en un plan para el realojo de 78 familias, eso era un asentamiento y ya está en una etapa de licitación pública para hacer la infraestructura del barrio y las nuevas viviendas; eso se hizo en convenio con MEVIR y el MVOTMA. En estos dos años trasladamos a 50 familias, nos quedan 50 más, de debajo de los cables de UTE en la entrada, cerca del barrio San Antonio; vivían ahí con todo el riesgo que significa vivir debajo de los cables de alta tensión de la línea de transmisión que trae toda la energía para Maldonado. En Los Eucaliptus, que es otro asentamiento de más de 1.000 familias que llegaron, todas, entre 2007 y 2015, que en tres cuartas partes está sobre tierra pública y en un cuarto sobre privada, lo que hicimos fue expropiar y estamos en esa etapa en el juzgado en la que se reclama y se discute precio, ahí también pusimos una plata; al expropiar con recursos municipales se califica todo el asentamiento para poder incorporarlo a futuro, cuando haya otro plan nacional, en un proyecto nacional con financiamiento extraordinario.
EC —Por lo visto tenemos unos cuantos asentamientos de los cuales hablar.
EA —Y todavía no hablé de La Capuera, donde estamos ordenando, por ejemplo, se está haciendo el saneamiento, porque tiene que ver con el tema del agua, la Laguna del Sauce y todo eso. En La Capuera, que era algo muy irregular, vamos a terminar vendiendo unos 100 lotes municipales que hay para que no haya ninguna tierra municipal y controlando que no haya más asentamientos. Los pocos terrenos municipales que hay todavía ahí, los demás son privados, los vamos a vender para que la gente se pueda construir una casita en condiciones razonables.
EC —¿Y en Punta Negra qué está previsto?
EA —En Punta Negra estamos controlando, porque ahí hubo un empuje de ocupaciones, algunas dirigidas y organizadas por gente que sabe que tal terreno tiene tanta deuda, entonces pagan e inician procesos de prescripción de los terrenos. Nosotros lo que hicimos en primera instancia es eliminar la posibilidad de que se presentaran en el municipio de Piriápolis, porque esto arrancaba ahí y no había demasiado control, entonces se presentaban a pagar contribuciones que se debían y después hacían el trámite de prescripción para ocupar y vender. Había una organización que se estaba encargando de eso. nosotros trancamos la posibilidad de que se hiciera el trámite como se venía haciendo, porque esa información siempre salía hasta de adentro del municipio, y centralizamos en Maldonado, en un departamento especial de Jurídica, la posibilidad de arreglar las cuentas atrasadas de esos terrenos. Teníamos el mismo problema en el balneario Buenos Aires, para el otro lado, teníamos una invasión en ese sentido como la hubo en algunos lugares de la costa de Canelones, y mucho organizado. Estamos cruzando información para terminar con una denuncia penal, porque ahí hay algunas cosas raras que todavía estamos investigando.
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Transcripción: Andrea Martínez
