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Entrevista del lunes 2 de diciembre de 2019: Con los economistas Pablo Rosselli, Aldo Lema y Javier de Haedo

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AL —Javier resume bastante bien un conjunto de políticas públicas que son fundamentales para el objetivo que coincidimos que es crecer a tasas más altas y sostenidas. Otras veces hemos dicho que para crecer en forma alta y sostenida uno necesita buena suerte, buenas políticas públicas y buena política. Creo que no vamos a tener buena suerte en el corto plazo, porque el escenario externo es muy complejo, Argentina tiene una situación muy frágil desde el punto de vista macro. El mundo, la elección de Estados Unidos puede introducir problemas hacia delante si el dólar sigue fortaleciéndose, etcétera. Eso ya lo sabemos, no vamos a tener ese impulso externo.

 

Entonces tenemos que concentrarnos en buenas políticas públicas del tipo de las que mencionaba Javier, en donde yo pondría ciertos paraguas. Hay un paraguas en términos de la institucionalidad fiscal, en materia de finanzas públicas tenemos que reducir el déficit rápidamente, y creo que la entrevista que el presidente electo dio ayer a El País plantea una meta que me parece exigente pero que finalmente se explicita, 900 millones de dólares de reducción del déficit en el plazo de un año, que es el equivalente a un punto y medio del producto. Después veremos si es viable o no, pero por lo memos como meta está quedando relativamente explícita.

 

EC —La había manejado ya en la campaña electoral cuando era candidato del Partido Nacional solamente. Después en el compromiso de los partidos de la coalición multicolor no figuró ese número, ahora él vuelve a ratificarlo.

 

AL —Y le pone un marco temporal, un año. Pero como decíamos, es más que eso lo que hay que hacer en materia fiscal, hay una institucionalidad fiscal que desarrollar, que parte de la reducción del déficit; se ha hablado de una regla fiscal, se ha hablado de un consejo fiscal autónomo, se ha hablado incluso de otras reformas que complementan la institucionalidad fiscal. En materia de seguridad social es más que reformas o medidas específicas, es una nueva institucionalidad. Y lo que daba a entender Javier es que en materia de empresas públicas también es una institucionalidad nueva, es más allá simplemente de una nueva gobernanza y de cambios de nombres.

 

PR —Uruguay necesita corregir desequilibrios macro, estamos caros en dólares, precisamos un dólar más alto y tenemos una inflación alta, eso nos hace difícil el dilema o el trade off entre un dólar más alto y una inflación que no siga subiendo. Creo que ese es un tema que está razonablemente instalado en Uruguay, la necesidad de corregir el déficit fiscal; no está igualmente instalado, no estuvo en la campaña electoral igualmente instalado y no está igualmente instalado el desafío que tenemos en el mercado de trabajo. En el mercado de trabajo tenemos un dilema entre mantener estos niveles de salario real o preservar el nivel de empleo. Si estamos 100 % indispuestos a que el salario real presente la más mínima baja, quizá lo podamos lograr, pero eso va a implicar que la suba del dólar vaya más lenta, que el crecimiento económico vaya más lento, que las empresas sigan siendo reticentes a contratar trabajadores. Los niveles de salario real en el Uruguay son altos con relación a la productividad. Eso quiere decir que las empresas van a aumentar la productividad, y para aumentar la productividad tienen que ocurrir dos cosas: o la economía crece mucho, y es difícil crecer mucho en el corto plazo cuando hay que tomar medidas de ajuste en el frente fiscal, cuando tenemos problemas de competitividad difíciles de resolver, o bajando el empleo. Y aun cuando las empras están previendo un mejor escenario macroeconómico para 2020, continúan pensando que el escenario más probable es de recortes en el nivel de empleo. Entonces creo que ahí tenemos realmente el meollo del asunto: está claro que hay que mejorar la situación fiscal, está claro que tenemos un dólar bajo, no está tan claro que a lo mejor parte del costo del ajuste es aceptar un salario un poquito más bajo a expensas de […].

 

EC —Y ahí aparece el factor movilización social.

 

PR —Movilización, funcionamiento de los consejos de salarios, vuelvo a lo de los 60, el funcionamiento de los consejos de salarios. Y lo otro es: el ajuste macro siempre es doloroso, cuantas más reformas estructurales le pongamos simultáneamente, menos doloroso va a ser y más rápido retomaremos un crecimiento sostenido.

 

AL —Falta la buena política. Porque hablábamos de esto de la buena suerte, las buenas políticas públicas y la buena política.

 

EC —Explicitemos, ¿a qué te referís?

 

AL —A la diferencia y al contraste respecto a los 60. Hemos aprendido mucho del valor de la democracia, del valor de resolver los conflictos dentro de nuestro marco institucional y dentro del diálogo, y creo que en un sistema político fragmentado, como el que tenemos hoy, que es la realidad en América Latina y en el mundo, las señales que han aparecido en los últimos días, de los actores sociales, de los partidos, de los líderes, son positivas, dan la sensación de que Uruguay puede ir avanzando en estas políticas públicas que se plantean, que son dificultosas, que obligan a distribuir costos en el corto plazo, con acuerdos y consensos.

 

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Transcripción: María Lila Ltaif

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