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Entrevista del martes 29 de octubre de 2019: Guido Manini Ríos

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EC —CA no acompañó formalmente la reforma constitucional “Vivir sin miedo”. Sin embargo, en el escrutinio se comprobó que el 80 % de sus votantes habían puesto la papeleta del sí. ¿Qué conclusión sacó de ese dato?

GMR —Ese número no me consta. No sé si hubo algún tipo de medición de cuántos finalmente la pusieron.

EC —Hoy hay un relevamiento que publica La Diaria. Dice que el partido en el que más papeletas del sí se pusieron fue el PN, 83 % de los votos tenían esa papeleta. En CA 80, 81 %.

GMR —Yo hablé con muchos delegados de mesa, había votos por ejemplo de la 609 con la papeleta del sí. Si esos números fueran todos reales, tendría que haber ganado el sí por lejos, porque 80 y pico más 80 y pico…

EC —Anduvo cerca, ese es el tema. En el caso del FA, 8,9 % incluyó la papeleta del sí, en el caso del PC, 67 %, CA 81 %, PN 83 %.

GMR —No sé qué tan serio es ese análisis. De todas formas, es cierto que muchos votantes de CA acompañaron con la papeleta del sí porque entendían que esa reforma era buena. Nosotros hemos dicho una y otra vez que para nosotros no era buena y por eso no la apoyamos. En definitiva, estamos satisfechos de que finalmente no haya salido, pero la gente nuestra tuvo total libertad de acción para votarla y mucha gente la votó.

EC —Hablamos hace un rato de las conversaciones que CA va a tener en estos días con el equipo de Lacalle Pou en busca de acuerdo en torno a algunos puntos programáticos. ¿Ya habló con él?, ¿ya definieron cuándo, cómo?

GMR —No, todavía está pendiente eso, seguramente va a ser en estos días, en el correr de esta semana.

EC —Uno de los temas tiene que ver con seguridad pública: “medidas para enfrentar la ola de la inseguridad que vive Uruguay”. De lo que CA presenta en su programa, ¿qué pretende que esté en la oferta de gobierno de Lacalle Pou?

GMR —Creo que los cuatro ejes en los cuales se basa la propuesta de CA deben ser contemplados. Capaz que en los distintos programas de otros partidos está encarado en forma diferente, pero todos hablan más o menos de la necesidad de cambiar en esas direcciones.

EC —¿Concretamente?

GMR —Hay que cambiar la gestión policial, hay que cambiar la organización de la policía; hay que llevarla nuevamente cerca del vecino, potenciar la comisaría de barrio, la comisaría de campaña; hay que darle a la policía instancias de entrenamiento periódico necesario que le permita actuar con más eficacia cada vez que actúa; me refiero a prácticas de tiro, entrenamiento de todo tipo, etcétera. Hay que darle a la policía un respaldo legal para que pueda actuar con eficacia y eficiencia, para que pueda hacerse respetar; hoy la policía tiene las manos atadas, está muy limitada y en determinados casos, si actúa, el policía lleva todas las de perder. Hay que darle a la policía una gestión diferente mucho mejor. Ese es uno de los capítulos.

También hacemos hincapié en la justicia. Creemos que el nuevo Código del Proceso Penal tiene que ser reformado. Hay instancias de negociación que tiene la fiscalía con el imputado que no deberían existir. En el Código Penal tiene que haber penas mayores, mucho más severas para los narcotraficantes y para algún otro tipo de delito, tiene que haber las posibilidades, los recursos necesarios para la fiscalía para que pueda abarcar todos los delitos o todos los que tienen que ser investigados, porque hoy muchos dejan de ser investigados por falta de capacidad de la propia fiscalía. Ahí también hay que hacer un esfuerzo grande porque si no la justicia no está a la altura de la problemática actual.

Un tercer punto, muy importante, es el de las cárceles. Las cárceles hoy no son lo que deben ser, no son centros de rehabilitación efectiva de la gente. Hemos propuesto en nuestra campaña que los presos trabajen, creemos que eso tiene que ser parte de esa rehabilitación, si no adquieren hábitos de trabajo no van a estar rehabilitados para insertarse nuevamente en la sociedad. También planteamos la necesidad de una cárcel de alta seguridad donde podamos tener a los pesos pesados del delito, a los narcotraficantes, a esos que hoy distorsionan la vida de la cárcel porque tienen muchas posibilidades de presionar y manejan bandas desde dentro de la cárcel o es posible que las manejen.

Y el cuarto punto es una política contra el narcotráfico efectiva, cerrar las fronteras efectivamente. Hay una serie de medidas que se deben adoptar que no se han adoptado, percibimos que no hay un enfrentamiento serio y contundente al narcotráfico.

Esos son los cuatro aspectos que creemos que tenemos que enfocar con firmeza desde el primer día. Tiene que haber un marco legal, algo que permita cambiar rápidamente el viento en ese sentido.

EC —Es optimista en cuanto a que estos puntos sean aceptados.

GMR —Creo que son de sentido común y que Lacalle Pou presidente va a tener especial interés en cambiar en ese sentido.

EC —Pero en su propuesta, la de CA, también está la creación de la figura del serenazgo, que ha sido polémica: “Autorización de la creación de cuerpos de vigilancia privados bajo control operativo de las zonas policiales y seccionales integrados por personal policial y militar retirado para incrementar las capacidades de las seccionales”.

GMR —La palabra privado no está en el programa nuestro, no son cuerpos de vigilancia privados; eso puede ser un borrador que hubo al inicio. Lo de serenazgo no es la propuesta esencial, pero fue la que causó más polémica porque era lo raro, lo diferente. Sin embargo hoy hay localidades o ha habido en los últimos tiempos localidades que han armado rondas de vecinos para patrullar en la noche porque se sentían desprotegidos. Esto del serenazgo viene a ser algo institucionalizado en ese sentido para ocupar lugares en los que hoy no hay presencia del Estado de ningún tipo. Parques, plazas, el medio rural, hay lugares donde hay un vacío de autoridad y a veces la policía no da abasto, no tiene los recursos necesarios ni las posibilidades. Este cuerpo, que sería instrumentado en forma progresiva y de acuerdo a las necesidades y las posibilidades, sería una especie de complemento.

EC —¿Lo ponen como condición?

GMR —No, nuestro planteo de medidas de seguridad es un paquete, después habrá que ver qué cosas se toman, porque en definitiva se trata de llegar a un acuerdo, de buscar qué es lo común. Tal vez eso no prospere, pero tampoco es lo esencial de lo que estamos hablando. Hay cosas que son esenciales para cambiar en seguridad de inmediato, lo del serenazgo es una cosa que podrá instrumentarse o no. Creemos que es una buena idea, está bien pensada, hay ejemplos en el continente que han sido exitosos, pero es un tema que por ahí, por una razón u otra, no se puede exigir que se plantee.

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