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Entrevista del martes 3 de diciembre de 2019: Álvaro Delgado

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EC —¿Cómo evaluó el resultado de la visita de ayer a la Torre Ejecutiva?

AD —En lo previo, con algunas declaraciones de algunos actores de gobierno sobre cuál iba a ser el proceso de transición, auspicioso. La visita fue muy cordial, tuvo dos partes, la primera una reunión mano a mano entre el presidente electo, Luis Lacalle Pou, y el presidente actual, Tabaré Vázquez; el equipo que lo acompañábamos, el prosecretario, Azucena Arbeleche, Nicolás Martínez, Beatriz Argimón, estuvimos en una sala al lado con Roballo, Álvaro García y alguien más. Estuvimos discutiendo sobre algunos temas de la transición. Hoy a las 11 el doctor Ferrés y quien habla nos vamos a reunir con el secretario y el prosecretario de la Presidencia.

EC —Hoy mismo continúa el trabajo.

AD —Sí, sí. Y también hay una reunión 11.30 entre Azucena Arbeleche y parte del equipo económico, acompañada por parte del equipo económico entrante. Obviamente la reunión privada es privada, pero Luis habló de un tema personal y político y salieron los dos muy contentos. Una reunión auspiciosa, muy franca.

EC —Había asperezas que limar, la relación entre los dos había sido fría y en algún momento caliente, muy complicada.

AD —Sí, Luis dijo en algún medio de comunicación ayer que quemó todas las facturas previas, que en esto había que mirar para adelante. Él valoró la reunión mucho más en términos personales que políticos, y fue así, puedo decirlo porque después estuvimos hablando un largo rato al respecto. Después una reunión más formal, más protocolar sobre algunos temas de la transición. Anunciamos que hoy íbamos a empezar formalmente la transición. Más allá de lo protocolar de ayer, Luis le llevó al presidente Vázquez algunos planteos, una hoja de ruta de cómo entendía que podía ser la transición, para que la estudiara, una especie de metodología de trasiego de información. Consistió en eso. Y hoy empieza la transición en los hechos con el flujo de información centralmente, y después cuando estén designados los ministros, en cada uno de los ministerios.

EC —Ese ambiente amable, cordial, se complicó un rato después cuando el ministro de Industria, Guillermo Moncecchi, confirmó que hasta el final del mandato no habrá ajustes de tarifas. O sea, en enero no tendrá lugar el aumento tradicional, que algunas veces ha sido por IPC, algunas veces por algo menos del IPC, según las empresas públicas.

AD —Y a veces por algo más del IPC.

EC —Esa posibilidad que ha ocurrido en distintos comienzos de año esta vez, dice el gobierno saliente, no se va a utilizar. En la noche, Lacalle Pou en las entrevistas que dio en televisión se mostró molesto por esa determinación. ¿Cuál es el problema?

AD —Hay que remontarse al año 2014: cuando Mujica deja la Presidencia en enero hace un ajuste de tarifas, un tarifazo de 500 millones de dólares para dejarle caja –venía bastante compleja la caja– al gobierno actual de Tabaré Vázquez. Yo tengo la presunción, no lo puedo asegurar, de que si otro hubiera sido el resultado otra hubiera sido la actitud.

EC —Usted dice lo que dijo ayer el propio Lacalle: que tiene la impresión de que de haber triunfado Daniel Martínez se habría resuelto aumento de tarifas en enero.

AD —Son impresiones personales que en realidad son secundarias. Forma y fondo, en esto hay que ser muy cauteloso. Primero la forma, y me parece que esto importa mucho cuando estás arrancando un proceso tan sensible de transición de un gobierno que se va a un gobierno que entra con una característica muy especial, que son de diferentes partidos y que el gobierno que se va viene gobernando hace 15 años con mayoría propia. Nosotros aspirábamos –aspiramos, porque no lo descarto; es más, estoy convencido de que va a ser así– a una transición fluida y abierta, independientemente de las auditorías que están comprometidas de toda la Administración Central, de los organismos descentralizados y de las empresas públicas. Fue un compromiso electoral del presidente electo Lacalle Pou.

Por eso hablo de la forma, porque si bien es verdad que la responsabilidad para bien o para mal siempre es del gobierno que está en funciones, cuando se superponen porque hay un gobierno electo y otro en funciones y hay voluntad de hacerlo, muchas de las decisiones, en todo aquello que pueda condicionar, influir o afectar positiva o negativamente al gobierno siguiente se estila que haya un ámbito de consulta previa, más allá de que la última decisión siempre la tiene el gobierno en funciones. Históricamente ha pasado en Uruguay, que tiene transiciones largas, de tres meses, no como en Argentina, que dura menos de un mes.

EC —Hay un caso típico en ese sentido, que son los ascensos en las Fuerzas Armadas. Esos ascensos se efectivizan en febrero y ha pasado muchas veces que en el verano de la transición de un gobierno a otro se negocia, se acuerda a quiénes van a corresponder esos ascensos.

AD —Va a pasar este verano, el 1.º de febrero se generan seis o siete vacantes de generales, con lo cual hay que ascender coroneles.

EC —¿De esto de las Fuerzas Armadas se habló ayer en la reunión entre las dos delegaciones?

AD —Me consta que el presidente electo le presentó al presidente actual una serie de aspiraciones de temas a discutir. Obviamente estaban el tema tarifario, el tema ajustes salariales, el tema Fuerzas Armadas, el tema designaciones de otros cargos que necesitan venias que condicionan por muchos años para adelante, entre otras cosas.

EC —Usted dice que el doctor Lacalle Pou le planteó al doctor Vázquez una serie de temas a conversar en este período de transición.

AD —A poner en la agenda de la transición.

EC —¿Uno de ellos era tarifas?

AD —Sí, sí, creo que Luis dijo públicamente saber cómo va a trabajar el gobierno en el tema tarifas en enero, cuando generalmente se ajustan. Cuando viene el ajuste del IPC se ajustan los salarios y se ajustan las tarifas, por lo menos su componente salarial. Después ves cómo ajustás las tarifas en función de cómo impacta el costo salarial en ellas o la evaluación de otros indicadores, no es el único elemento.

EC —¿Por qué hablaba de la forma, entonces?

AD —Porque la forma me generó cierto ruido. Porque mientras estábamos en esa reunión en un tono muy cordial y muy abierto –lo quiero decir y reconocer–, nos enteramos después de que 10, 11 pisos más abajo el ministro de Industria estaba anunciando que iba a haber un ajuste salarial, aparentemente por IPC, pero que ninguna de las tarifas públicas se iba a ajustar en ningún sentido, por nada, ni siquiera por IPC o menos del IPC, que no iba a haber ajustes de tarifas públicas. Además en modo plano, involucró a todas las empresas públicas que tienen precios regulados de servicio, con situaciones muy diferentes entre ellas. Eso obviamente nos sorprendió muchísimo.

EC —Los sorprendió que a la misma hora el ministro Moncecchi hubiera hecho ese anuncio.

AD —Sí, porque obviamente no es una decisión solamente del ministro Moncecchi, es una decisión tomada por el gobierno. No solo me sorprendió, sino que me generó un sabor agridulce, cierto grado de decepción, cuando estamos empezando una transición tratando de poner todos los temas arriba de la mesa, del otro lado sentimos que hay voluntad de hacer una transición ordenada y poner todos los temas arriba de la mesa. Si bien esto puede llegar a ser una noticia que podemos compartir o una buena noticia, me hubiera gustado saber qué es lo que va a pasar con las empresas públicas más allá del tema del costo salarial o del impacto del IPC sobre la masa salarial y cómo incide esto sobre el costo del servicio final.

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