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Entrevista del miércoles 16 de octubre de 2019: Pablo da Silveira

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EC —Otra de las medidas es el “fortalecimiento de los centros educativos, de las potestades de sus directores, la búsqueda de una mayor autonomía educativa y de gestión respecto al Codicen y los consejos desconcentrados”. Acá replantean una discusión vieja, que ha tenido varios capítulos en los últimos años.

P da S —Es una cosa interesante. Lo que nosotros decimos no tiene nada de original, toda la literatura especializada de los últimos 25 años en el mundo dice que lo esencial para generar aprendizajes de calidad es construir centros educativos que funcionen como comunidades educativas.

EC —Hoy hablan de eso incluso el PC y el FA.

P da S —No el FA. Las bases programáticas del FA niegan esto de manera explícita.

EC —De todos modos, las medidas que dio a conocer ahora la fórmula dicen “promover la transformación de los centros de enseñanza media en centros de comunidad. Se estimulará la búsqueda de formas de organización del trabajo pedagógico de los equipos de dirección en conjunto con la comunidad de enseñanza, con especial participación de los docentes y las familias, en directa relación con otras instituciones educativas del entorno”.

P da S —Las bases programáticas del FA para el período 2020-2025 dicen –no puedo citarlo textualmente de memoria, pero sé que estoy cerca del texto– “la autonomía de los centros educativos no es el camino para mejorar la enseñanza”. Es uno de esos puntos interesantes. ¿Qué va a pasar? ¿Cuál va a ser la política del FA? ¿Va a ser la que dice el programa, entonces no va a haber autonomía de los centros educativos, o va a ser la que hace tres días anunció su candidato? ¿Qué va a pasar si el candidato Daniel Martínez quiere impulsar una política de fortalecimiento de centros y el plenario del FA, controlado por fuerzas que no son particularmente amigas de él, le recuerda que las bases programáticas dicen lo opuesto? Por eso es insólito que en el FA digan que hay un programa oculto o algo por el estilo del PN. Creo francamente que lo hacen para ocultar esta clase de cosas. Me encantaría que de acá al 27 alguien, Daniel Martínez, Quirici o quien sea, aclare el punto a la ciudadanía. ¿Va a haber una política de fortalecimiento de centros como sugiere lo que han dicho hace pocos días o va a haber exactamente lo opuesto como dicen con todas las letras, de manera muy explícita, las bases programáticas del FA?

EC —Ese es uno de los ejes de la propuesta del PN.

P da S —Es uno de los ejes de la discusión educativa en el mundo, esa es otra cosa importante. No es que esta contradicción del FA se refiera a un aspecto secundario de sus propuestas educativas, este es el tema central del debate educativo en el planeta Tierra hoy. La contradicción del FA en materia de política educativa toca un punto absolutamente esencial. Por eso es tan raro que después se paren arriba de un pedestal, juzguen a los demás y nos digan lo que tenemos que hacer y lo que no tenemos que hacer, cuando tienen esa clase de inconsistencia. Creo que deberían explicarles a los ciudadanos en general, a los docentes en particular, a los padres de alumnos si van a hacer lo que dicen esas líneas que acaban de aprobar o si van a hacer lo que dicen las bases programáticas del FA en materia educativa.

EC —Y en cuanto a la enseñanza en sí misma, ¿qué cambios promueven para que resulte más atractiva para los alumnos, más agradable y entusiasmante para los propios docentes, pero al mismo tiempo capaz de formar a los jóvenes en las habilidades que estos tiempos requieren y que según usted mismo mencionaba en las pruebas PISA no aparecen o no aparecen en los porcentajes en que tendrían que aparecer?

P da S —Eso requiere varias líneas de acción al mismo tiempo. Una es la reforma curricular. Efectivamente hay que hacer cambios a nivel curricular y para eso algo extremadamente importante es tener prioridades claras. Una prioridad que tenemos que tener y que se ha perdido es la prioridad en lo que se llaman las alfabetizaciones fundamentales, empezando por la alfabetización en sentido estricto. En este mundo tan cambiante en el que vivimos, donde la tecnología avanza tan rápido, podemos tener dudas acerca de qué hay que enseñarles a los jóvenes para que tengan más oportunidades en el mundo que se viene. Pero sea cual sea la respuesta completa, si no saben leer, si no pueden entender el significado de un texto que tenga un mínimo de complejidad, por ejemplo un manual de algún equipo tecnológico, si no dominan las operaciones aritméticas básicas, si no tienen un manejo razonable del inglés, que es la lengua en la que están buena parte de los materiales que tienen que ver con el desarrollo tecnológico, todo lo demás va a volverse inútil. Y el punto es que estamos muy mal en eso. En este momento, el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEEd) tiene apretado un informe que da conclusiones catastróficas acerca de qué pasa con el aprendizaje en la enseñanza media.

EC —¿Usted dice que lo tiene apretado, que no lo quiere difundir por razones políticas, por no difundirlo en la campaña electoral?

P da S —Por razones políticas. Lo tienen terminado, los resultados son catastróficos, y como hay una mayoría de frenteamplistas en la comisión directiva del INEEd y no quieren perjudicar al FA en este tramo final de la campaña, lo tienen apretado. Se armó tanto lío al respecto que un miembro de la comisión directiva que está en desacuerdo con esa medida, el profesor Pablo Cayota, que está en representación de las instituciones privadas, pidió licencia para no ser cómplice de lo que está pasando en estos días.

EC —Ya había habido una discusión sobre el informe que se difundió hace algunas semanas.

P da S —Son dos informes distintos.

EC —Ese se dio a conocer.

P da S —Ese se dio a conocer, de una manera rara, primero se lo dio al Codicen 15 o 20 días antes de hacerlo público, para darle tiempo para sacar una respuesta el mismo día en que salió el informe. Cosa rarísima. Pero ahora estamos hablando de otra cosa, estamos hablando de un programa que se llama Aristas, que saca regularmente informes con información superútil acerca de en qué estamos teniendo éxito y en qué estamos fracasando en materia de aprendizajes. Hay un informe de Aristas que está terminado y que es lapidario, los que estamos en el ambiente y conocemos lo que dice el informe o tenemos información sobre lo que dice sabemos que es lapidario, y lo tienen apretado en este momento. Lo tienen apretado por razones político-electorales. Personas que ocupan una comisión directiva que debería estar trabajando al servicio de la educación y al servicio de todos los ciudadanos le están haciendo un mandado electoral al FA.

EC —Obviamente es una punta en la que vamos a trabajar después. Pero concretamente, para subsanar esas carencias, ¿cuál es el camino?

P da S —Decíamos que una parte es el tema curricular. Otra parte tiene que ver con esto del funcionamiento de los establecimientos educativos. La manera en que funcionan los establecimientos educativos tiene consecuencias enormes sobre la calidad de los aprendizajes. En parte porque influye directamente sobre los alumnos, no es lo mismo para un chico de 14, 15, 16 años que está en un momento muy especial de su vida llegar a un lugar donde todos lo conocen y lo llaman por su nombre, donde hay una continuidad de relación con un equipo docente estable, que llegar a un lugar totalmente anónimo, donde tres cuartas partes de los profesores no saben ni quién es ni cómo se llama porque acaban de llegar y se están yendo –no por culpa de los docentes, por culpa de cómo funciona el sistema– y hay una indiferencia total de la institución respecto de si a ese chico le va a ir bien o le va ir mal.

Y lo mismo pasa para los docentes, no es lo mismo –no porque sean docentes, porque son seres humanos como nosotros– trabajar en un ámbito donde se reconozca mi esfuerzo, donde tenga posibilidades de desarrollo personal, donde mis ideas acerca de cómo hacer mejor las cosas pueden traducirse en prácticas compartidas a nivel institucional, que llegar todos los días como quien llega a Vietnam, con un cuchillo entre los dientes, a ver qué puedo hacer. Entonces por todos lados –y esta es una conclusión, insisto, que comparten todos los especialistas del mundo y toda la gente que habla de educación, excepto quienes escribieron el capítulo de educación de las bases programáticas del FA–, en todo el mundo se asume que el fortalecimiento de los centros, la mayor autonomía de los centros es una condición para mejorar la calidad de los aprendizajes y para mejorar el bienestar docente.

EC —Pero con eso no alcanza, me imagino.

P da S —Con eso no alcanza. Hay que hacer muchas otras cosas.

EC —Por ejemplo, ¿en cuanto a la formación docente?

P da S —Tenemos que mejorar mucho la formación docente. Estamos muy a favor de hacer enormes esfuerzos por mejorar la formación docente y muy a favor de darle carácter universitario.

EC —Hay un proyecto de universidad de la educación trancado.

P da S —Que rechazamos. Estamos en contra de ese proyecto porque es un engañapichanga, es dejar todo como está y donde hoy dice Instituto Magisterial sacar y poner un cartel en la puerta que diga Universidad. Ese no es el camino.

EC —¿Cuál es el camino?

P da S —El camino es iniciar un proceso de mejora, un proceso de alineamiento de las prácticas institucionales, docentes, de investigación que haga que esas instituciones se parezcan cada vez más a una institución universitaria, y en la medida en que nos pongamos metas, fijemos estándares a alcanzar, evaluemos y estemos produciendo un cambio real, no solo un cambio en las palabras, reconocerles el carácter universitario a esas instituciones y a los títulos de quienes egresan. Eso hay que hacerlo y hay que hacerlo rápido.

EC —Esa formación docente de nivel universitario no quedaría limitada a los institutos públicos, según el planteo que hacen ustedes.

P da S —No, el que hacemos nosotros, el que hace Eduy21. Creemos que, como tenemos una crisis de formación docente muy grande, tenemos que aprovechar toda la capacidad instalada que hay en el país para producir formación docente de calidad.

EC —Pero se necesitan resultados rápidos, ustedes mismos hablan de la gravedad de la situación, lo acaba de marcar recién otra vez. Entonces, en esas y otras materias, ¿cómo se consigue? ¿Cómo se consigue, por ejemplo, atacar los problemas de inequidad de los que hablaba recién, el abandono de alumnos cuando están lejos de cumplir el período legal de educación obligatoria, nuestra ubicación mal ranqueada en el continente latinoamericano incluso?

P da S —Hay que atacar por varios lados. Volvamos al ejemplo de la calidad docente, que creo que puede ilustrar el punto. Tenemos que mejorar mucho la formación docente, pero es verdad, supongamos que conseguimos andar muy pero muy rápido, supongamos que en dos años tenemos una formación docente de carácter universitario de calidad, lo cual sería casi un milagro, y a eso hay que agregarle cuatro años de formación. O sea que los efectos recién estarían dentro de seis años. Ese camino hay que recorrerlo, y mientras tanto hay que hacer otras cosas. En primer lugar, hay que fortalecer mucho las acciones de apoyo a los docentes en actividad, ayudarlos a hacer mejor las cosas, a fortalecerse en los puntos en los que estén más flojos, a sentirse más satisfechos con su propio desempeño. Y al mismo tiempo hay que aprovechar experiencias muy exitosas que hay en este país como las de Enseña Uruguay, que permiten movilizar recursos que la sociedad tiene y que durante sobre todo un período de transición como este, que va a demorar años, pueden ayudar a que los chicos en las aulas reciban una educación de mejor calidad.

EC —Cuando dice movilizar recursos que la sociedad tiene, en el caso de Enseña Uruguay implica que egresados de determinadas carreras universitarias vuelquen tiempo a la docencia.

P da S —En un contexto donde son tutoreados por docentes profesionales, donde reciben un entrenamiento específico y donde no están simplemente sustituyendo a la docencia tradicional, sino funcionando como un complemento que ayuda mucho, especialmente en las zonas más carenciadas.

EC —Egresados universitarios que se vuelcan a la docencia por ejemplo en secundaria, de eso se trata. La idea es fomentar, incentivar, incrementar las soluciones de ese tipo.

P da S —Hay muchas experiencias en el mundo muy exitosas que van en esa dirección y queremos incentivarlas e impulsarlas, insisto, no como la solución definitiva, sino como una manera de dar respuestas de corto plazo a un problema cuya solución de fondo va a llevar años.

EC —Preguntan los oyentes: “¿Cómo se compatibilizan estas y otras ideas de la propuesta del PN para la educación con el anuncio de reducción del gasto público para bajar el déficit fiscal, que está tan alto, 5 % del PBI, etcétera?”.

P da S —Vamos a decirlo una vez más: hemos dicho, hemos repetido y hemos mostrado con cifras que nuestro control de los dineros públicos no va a implicar reducciones en materia de gasto social ni de gasto educativo. La mala noticia que hay en el país es que estos gobiernos que están terminando derrocharon cantidades inmensas de dinero. La buena noticia es que justamente, como hay tanto derroche, uno puede administrar mejor los recursos y generar ahorros importantes sin tocar esas funciones que son esenciales.*

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Video de la entrevista

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Transcripción: María Lila Ltaif

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