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Entrevista del miércoles 21 de agosto de 2019: Diego Sanjurjo

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EC —¿Y cómo se generó entonces la vinculación con Ciudadanos y Talvi?

DS —Siempre lo seguí, más que nada por su labor académica e investigativa, siempre fue para mí un referente en Uruguay de lo que es ser un buen científico. Cuando empezó con su aventura política… hay varias razones que me llevaron a rápidamente concluir que si quería involucrarme en política era con él. No fue el primero que se arrimó a buscarme, pero eventualmente, quizás por mis columnas en El Observador, no lo sé, me dijeron que les gustaría llevar algunas de mis ideas a la práctica. Y para un especialista en políticas públicas la verdad es que escuchar eso es un sueño, más de parte de alguien con quien ideológicamente uno concuerda tanto.

EC —Eso ocurrió a mediados del año pasado, entiendo.

DS —Por ahí, me parece que sí.

EC —Ahora, teniendo en cuenta que Talvi es el candidato a la presidencia de la República del PC, ¿cómo es el equipo?, ¿cómo se reparten usted y Andrés Ojeda la colaboración en materia de seguridad ciudadana?

DS —Tenemos un programa que invito a la audiencia a ir a ver, porque es excelente, que fue hecho por una cantidad importante de técnicos. Sin embargo, en esta nueva etapa, no somos solo dos, en realidad somos tres…

EC —Hasta ahora había visto solo dos nombres, ¿cuál es el tercero?

DS —Es Roberto Rivero, que ha sido director nacional de la Policía, y como está radicado en Colonia aparece menos en los medios. Pero somos tres y somos tres porque nos complementamos muy bien. Yo soy experto sobre todo en temas de criminología, seguridad ciudadana y control de armas, estuve presente en todas las mesas técnicas vinculadas a seguridad de Ciudadanos. Andrés Ojeda es un abogado penalista, entonces es un área que nos complementa. Y Roberto Rivero, debe haber pocas personas en el país que conozcan tan bien desde adentro a la Policía como él. Así que somos un equipo interesante, creo.

EC —Vamos a meternos en lo que pasó esta semana. Tomemos como punto de partida esta polémica que lo tuvo como protagonista a raíz de sus apreciaciones sobre la gestión de Eduardo Bonomi. No sé si preguntarle qué pasó o si ya ir en limpio a, en definitiva, cuál es la opinión que usted tiene sobre la gestión del ministro.

DS —Armé un buen lío, ¿no? La verdad es esta: fue una entrevista un viernes a las 10 de la mañana, ya era la cuarta entrevista del día, porque había habido todo un operativo en Salto la noche anterior, había estado hablando con radios de Salto… Creo que el cansancio, combiné una entrevista con la otra, no lo sé… La cosa es que la primera frase mía de la entrevista, que es la que luego se convirtió en el titular, fue muy infeliz, porque de alguna manera combiné las dos primeras ideas que se me vinieron a la mente. El periodista me preguntó qué me parecía la gestión de Bonomi y lo primero que se me vino a la mente, porque había estado hablando con policías los días anteriores, fue que históricamente los policías siempre estuvieron muy mal pagados, es una realidad, y me parece inaudito que una persona que está arriesgando su vida por nosotros tenga que vivir en la pobreza, me parece que es de recibo y justo reconocer que este ministro fue el primero que le dio cierta relevancia a eso y que le cambió la vida en ese sentido a muchos policías. Entonces, a pesar de que los resultados son realmente muy negativos, de eso hablaremos en algún momento, yo quería decirle al entrevistado, que además tenía mi edad, que de los ministros que nosotros hemos tenido en los últimos años, los del Frente Amplio, sin duda es el mejor por eso. Lo cual no quita que los resultados sean nefastos.

EC —Pero usted agregaba que la orientación implantada en el Ministerio del Interior [MI] era la correcta, pero había tenido que lidiar con resistencias adentro del Frente Amplio.

DS —Si, me dio pena que, de vuelta, felicito al periodista porque hizo perfecto su trabajo, recogió un titular, por más infeliz que fuese mi respuesta, y lo puso ahí. No es una crítica al periódico ni al periodista. Me dio pena que fuese tan feo mi error porque de alguna manera creo que la entrevista era buena y me permitió realmente detallar algunas ideas que tengo, que normalmente no me da lugar a tener. En este caso era esa, que me parece que el ministro Bonomi fue, de manera muy tardía y lamentable, el primer ministro del Frente Amplio que entendió que no todos los criminales son víctimas del capitalismo, de la sociedad y del sistema, sino que la mayoría de ellos delinque porque racionalmente tiene sentido. Hay veces que salir a rapiñar es mucho más fácil y rápido que estudiar, trabajar y pasar todo el esfuerzo que ello conlleva.

EC —Ese es un mérito de Bonomi.

DS —Y bueno, creo que es más un demérito de los anteriores, pero sí, dentro de la fuerza política en la que él está inserto, que creo que por lo general le pone muchas patas en la rueda, puede ser que sea un mérito, sí. A eso es a lo que me refería, en todo caso. La primera frase fue infeliz, pero me refería a eso.

EC —Y en el comando de campaña de Talvi, ¿qué análisis se hizo de estas declaraciones?

DS —Yo primero estaba un poco furioso porque pensé que el periodista me había malinterpretado. Recién después, cuando escuché el audio, ahí se me cayó un poco la cara de vergüenza porque realmente fue error mío. Le escribí enseguida un mensaje a Ernesto: “Mirá, disculpame, metí la pata, quise decir esto y dije lo otro”. A los diez minutos él me llamó y me dijo que me quede tranquilo, que la gente comete errores, que esto empieza y que vendrán muchos errores más, pero que parte de estar en los medios es a veces equivocarse.

EC —Pero, ¿qué es eso? ¿Lo censuraron?

DS —No, en absoluto. Es más, me dijo: si esa fuese tu opinión está perfecto, yo no espero que vos digas un guión sino que te contraté por tus capacidades y pienso que son opiniones válidas. Por más que él personalmente no las compartía; yo tampoco las comparto.

EC —En definitiva, entonces, si le pido ahora un resumen de lo que usted evalúa en cuanto a la gestión de Bonomi, ¿qué dice?

DS —Creo que el ministro Bonomi hizo algunos esfuerzos que son destacables, como es sobre todo la mejora importante de los salarios de la policía, algo que es fundamental para tener una policía como la que queremos tener. Creo que adquirió tecnología y armamento, lo cual le da herramientas para trabajar al siguiente gobierno. Dicho eso, hay que tener siempre en cuenta en las políticas públicas que todos estos esfuerzos son medios para conseguir un objetivo, que en este caso es bajar la delincuencia. Lo que ha sucedido en estos últimos diez años es que hoy por hoy Uruguay tiene la cuarta tasa de homicidios más alta de toda América del Sur, 12 por cada 100.000 habitantes, lo cual supera la barrera de diez, que es la que pone la Organización Mundial de la Salud para describir una situación epidémica: es decir, en Uruguay tenemos una epidemia de homicidios, según la OMS. A la vez, todo lo que es el crimen contra la propiedad -los hurtos, los robos, el abigeato, que es un problema enorme- se triplicó en estos últimos diez años. Entonces la situación -como he dicho una infinidad de veces en los medios de comunicación y el registro está ahí para quien quiera verlo- se puede tildar de catastrófica. No quita que el ministro haya hecho algunos esfuerzos, y no quita también algo que yo creo -lo digo con respecto- que es que el Frente Amplio tiene un ala izquierda que en esta área, al igual que en muchas otras, pone palos en la rueda y dificulta el trabajo que realiza el MI.

EC —Por ejemplo, los operativos que estaba impulsando Gustavo Leal desde la dirección de Convivencia y Seguridad Ciudadana del MI en algunos barrios complicados, Casavalle por mencionar uno. Esos operativos forman parte de una última tendencia, de un proceso reciente en el MI, y han sido a su vez polémicos dentro del FA. ¿Para usted ese trabajo va en la dirección correcta?

DS —Creo que no. Me parece que la dirección correcta era la del Plan Siete Zonas, por ejemplo, ese se parece quizás más a una de las reformas que nosotros queremos llevar a cabo. Los operadores…

EC —Claro, lo que se está haciendo es como una parte del Plan Siete Zonas, para usted falta el plan completo.

DS —Lo que pasa es que esta medida es un poco un manoteo de ahogado. Se entra a los barrios, se pacifica, luego el Estado se retira y al poco tiempo los problemas surgen de vuelta.

EC —Teóricamente, no se retira.

DS —Pero en la práctica sí.

EC —¿En la práctica el resultado no está siendo efectivo en cuanto a la implantación de otros organismos con impacto real?

DS —Seamos claros, yo escucho constantemente a Leal, a quien por otro lado respeto mucho, poner como buque insignia de esta gestión los operativos Mirador. Desde su implementación hasta ahora, los homicidios se han duplicado; y en las zonas en las cuales se implementaron, es donde más ha aumentado el delito. Entonces, si el plan de un siguiente gobierno frenteamplista es profundizar en ese método, creo que vamos por muy mal camino. ¿Qué es lo que funciona mal ahí? Nosotros… si le parece entramos a nuestras reformas…

EC —Si, me gustaría que nos detuviéramos en lo que ustedes están proponiendo desde Ciudadanos, que en este tema tiene algunas de sus piedras angulares. Lo vemos enseguida.

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